El Real Valladolid volvió al trabajo tras la derrota ante el Real Betis que confirmó -ya matemáticamente- que el conjunto blanquivioleta regresaría a la Segunda División. Los de Álvaro Rubio se ejercitaron en la mañana del lunes a puerta abierta y sin mucha afluencia de público, en lo que fue una sesión apacible en cuanto a lo climatológico se refiere y sin demasiado nivel de carga. El entreno comenzó con una rueda de pases y posteriormente se llevaron a cabo varios ejercicios de posesión en espacio reducido.
Durante toda la jornada, los porteros realizaron su trabajo al margen con Karl Hein incluido y acompañados de los canteranos Rafús, Fer Pérez y Samu. Al estonio se le pudo observar cómodo y realizó movimientos con cierta intensidad que parecen indicar que pronto estará listo para su regreso. Henrique Silva no estuvo con sus compañeros, pero sí que se ejercitó para recuperarse de los problemas físicos que presentó la semana pasada. Todos estuvieron a las órdenes del míster. Todos, excepto Javi Sánchez y David Torres. En el caso del capitán, el central sigue a la espera de conocer el alcance de la lesión que sufrió en el Benito Villamarín.
Alani, con los mayores

Mientras el Real Valladolid Promesas entrenaba en el campo contiguo de hierba artificial, solo un jugador de la plantilla del filial estuvo con el primer equipo: Alani. El nigeriano fue el único elegido para completar la sesión por el reparto de cargas de los futbolistas, ya que los de Manu Olivas disputaron ayer su último partido en casa de la temporada en casa, saldado con derrota ante el Numancia. Alani participó desde el banquillo, por lo que estaba más fresco para llevar a cabo el entrenamiento sin fatiga acumulada.
Sesión más larga para algunos

La sesión, que comenzó alrededor de las once de la mañana, duró aproximadamente una hora. El trabajo finalizó para la mayoría, pero no para todos. Cenk y Cömert se quedaron para llevar a cabo una tarea a mayores más física, corriendo sin balón, mientras que Jurić y Nikitscher se posicionaron en el centro del campo con Álvaro Rubio, mientras dos integrantes del cuerpo técnico se colocaron en las bandas. El objetivo de su ejercicio especifico era encadenar varios pases de primeras con el entrenador y después enviar un pase diagonal por arriba a las bandas.
Así fue el primer día de trabajo para el Real Valladolid antes de recibir al recién coronado como campeón de la Copa del Rey, el FC Barcelona. El conjunto blaugrana visitará el Estadio José Zorrilla este sábado a partir de las nueve de la noche con el objetivo de sumar de a tres para encarrilar también el título liguero para el llegan como favoritos en este tramo final del curso. Para el Pucela será un partido duro, más allá de la complejidad que supone enfrentarse al Barça. Será el primer partido de los blanquivioletas como equipo de Segunda División y además ante su gente.
Recordemos que el horario del encuentro fue modificado y el conjunto culé quiso volverlo a cambiar por el desgaste físico que ha tenido estas últimas semanas y el que le está por llegar con las semifinales de Champions, pero parece que finalmente se mantendrá el estipulado en segunda instancia. Mientras tanto, el Pucela se ejercitará hasta el sábado ininterrumpidamente, habiendo sido el del lunes el único entreno abierto al público.
El objetivo en estos cinco partidos restantes de LaLiga EA Sports en clave Real Valladolid es acabar de la mejor forma posible y competir ante los cinco equipos a los que se medirá: Barcelona, Mallorca, Girona, Alavés y Leganés. Veremos cómo afronta Álvaro Rubio estos duelos desde el banquillo y si se centra o no en darle más continuidad a jugadores importantes para el proyecto del Real Valladolid, como es el caso de los canteranos que el año que viene contarán con ficha de primer equipo.
			