Por primera vez desde la temporada 2002/03 el Real Valladolid no firma a ningún jugador. Frente a ello, tampoco cierra ninguna de las salidas pretendidas, pese a la carencia de minutos de alguna de las piezas con que Miroslav Djukic trabaja diariamente y de fichas disponibles para José Salcedo y Sergio Matabuena.
La mayor novedad es que no hubo novedad. Para lo bueno y para lo malo. “Son los que están y están los que son”, dice la nota oficial del club. La comunicación por parte del Real Valladolid de que no ha cerrado ninguna operación ni de entrada ni de salida, en contra de lo que pretendía.
Porque es verdad que Alberto Marcos, secretario técnico blanquivioleta, dijo este mediodía en Radio Marca que no esperaban cerrar ninguna incorporación, pero lo cierto es que las enormes dudas existentes en el entorno a los laterales derechos en nómina habían llevado el club a pensar en buscar un hombre que ocupe ese lugar en fechas pasadas.
Ximo Navarro, jugador que acaba de firmar el Córdoba, era el elegido. Quizá no el único tocado. Lo que es seguro es que es casi su nombre el único que ha saltado a la palestra. Ninguno más se hizo público. Ni para ese carril ni para ninguna de las demás demarcaciones, algo lógico, teniendo en cuenta que Miroslav Djukic ejercita con un mínimo de veintisiete jugadores diariamente.
En las últimas fechas el técnico serbio había sido cuestionado sobre ese número mágico, al que frecuentemente se suman jugadores como Víctor Mongil, Felipe Alonso o Tekio, jugadores del filial que esperan impacientes a las puertas del vestuario del primer equipo, esperando ser integrande del plantel de pleno derecho.
La respuesta del balcánico en todas esas ocasiones fue bastante clara. Quería salidas. Porque dos jugadores como José Salcedo y Sergio Matabuena llevan desde el principio de la competición ejercitándose sin ficha, sin poder entrar en convocatoria alguna. Y porque otros como Jorge Alonso, Ismail Abdul Razak, Saná Camará, Jorge Alonso o ‘El Torito’ Aquino cuentan entre muy poco y nada.
De todos estos jugadores, el propio ‘Eterno Tres’ afirmó ante los micrófonos de la gran ‘M’ roja que esperaba dar salida a alguno. Se habló en las últimas horas de la de Sergio Matabuena en dirección a Xerez o Huesca o de una cesión de Razak o Aquino a algún equipo de 2ªB de la región. Nada se pudo hacer.
Aunque no llegó ninguna nota positiva en forma de fax que confirmase la llegada de alguna sorpresa o la salida de algún descarte, al menos tampoco hubo que lamentar la salida de ninguno de los hombres franquicia del equipo. Porque los rumores que situaban a Jaime en Inglaterra o a Guerra en Escocia no fueron más que eso, rumores.
Las ofertas del Sochaux francés por Mehdi Nafti y del Leeds británico por ‘Heartbreak Nine’ no fueron ni tan siquiera tenidas en cuenta. Por el hombre de las mil novias el Espanyol, que también ofertó, disparó con balas de fogueo. Tampoco los interesados en Marquitos y Álvaro Rubio apretaron el gatillo sin retirar antes el seguro. Más bien al contrario. Lo hicieron como considerando a uno y otro jugadores tan solo de plata.
Sin novedad en el frente viene de cerrarse un mercado invernal poco bullicioso. Con diferencia, el menos ruidoso de los últimos años. El ascenso, el fracaso o la media pensión dependerán de los veinticinco mercenarios -entiéndase por tal profesionales a sueldo- enrolados en las filas que comanda el almirante Miroslav, más algún infante y un par de hombres en la reserva. Para lo bueno y lo malo, como afirman desde el club, “son todos los que están y están todos los que son”.