El Real Valladolid Promesas vence al Club Deportivo Aguilar por tres goles a cero en un encuentro en el que el conjunto palentino no opuso resistencia alguna, más allá de los intentos valdíos de no encajar ante un equipo que continúa dando muestras de su solidez.

Llamar a las cosas por su nombre no es pretender menospreciar. Así, puede decirse que no busca el menosprecio quien afirma que pocos son los rivales llamados verdaderamente a presentar resistencia a equipos como el Real Valladolid Promesas en el grupo de tercera en que éste se encuentra.
Buena cuenta de ello dio el Club Deportivo Aguilar en su visita a los Campos Anexos al Nuevo José Zorrilla. Un conjunto, el palentino, instalado desde esta jornada en puestos de descenso por méritos -o deméritos- propios, a tenor del escasísimo fútbol mostrado ante el conjunto que dirige Javier Torres Gómez.
Ciertamente, por esa posición en la tabla, los blanquivioletas no son la mejor piedra de toque del cuadro del discutido Luis Sierra, pero no menos cierto es que deberán esgrimir unos argumentos más sólidos que los mostrados ante el filial del Real Valladolid si quieren eludir la caída a los infiernos.
Conscientes de su inferioridad, los galleteros aparecieron sobre el césped de Los Anexos con nueve hombres por detrás de un cuero ficticio, pues apenas hilvanaron jugada a lo largo de un encuentro en el que la pareja de centrales local secó con solvencia a Charles.
Tocó y tocó el equipo de Javi Torres con la paciencia y el tiento que acostumbran, buscando la falsa referencia de Lolo en ataque de una forma similar a como veinticuatro horas antes habían buscado a Nacho los demás infantes de Gail, también sin suerte aparente de cara al gol.
El propio Lolo pudo agujerear en varias ocasiones las redes defendidas por Jose, como Creus, Navas, Toni o Pesca, que con un tijeretazo pudo anotar brillantemente. No tanto, pero igualmente lo hizo a falta de cinco minutos para el descanso, al cabecear a las mallas la enésima asistencia de Navas a balón parado.
Miroslav Djukic tomó posición en la grada llegados el entretiempo y el final de su entrenamiento. Llegó, pues, a tiempo para ver el gol de Toni -que igual cose un huevo que fríe un alfiler- a los dos minutos de la reanudación tras centro de Felipe.
Lolo siguió chocándose con Jose y hasta con los palos, desacertado, pero igualmente incisivo y sin perder de vista una meta de la que el arquero del Aguilar debió recoger un balón más, el que alojó en su fondo Alberto a falta de un cuarto de hora para el pitido final.
No se movería más el tanteador antes de que éste llegase, aunque sí el cuero, que siguió viajando de un pie a otro para continuar cerciorando el incontestable dominio local, un sometimiento que tuvo como protagonista principal a Jorge Pesca, bien secundado por Lolo, Navas, Felipe o Toni.
Real Valladolid B: Rodri; Jordi (Alberto, min. 69), Mongil, Gil, Felipe; Pesca, Amaro; Javi Navas, Toni, Creus (Pérez, min. 79); y Lolo.
CD Aguilar: Jose; Cristian (Cris, min. 17), Israel, Loma (Chema, min. 51), Sergio; Guiller, Escudero, Bruno, Roberto (Conde, min. 65); Pipe y Charles.
Goles: 1-0 Pesca, minuto 40; 2-0 Toni, minuto 47; 3-0 Alberto, minuto 74.
Árbitro: Rodríguez Cayetano. Amonestó a Pesca y a Escudero.
