El TAS ha chafado al Real Valladolid al decir que no al pase de William Ferreira. Correcto. Fatal noticia, ya que Guerra se queda sin recambio hasta final de temporada. Correcto. Tras la negativa hay que cuidar a Javi, ya que le necesitamos como el fuego precisa de algo que prender para seguir vivo. Correcto no, correctísimo.
El Pucela ha tropezado de forma estrepitosa esta jornada ante Las Palmas, no hay duda. Tras el partido del sábado, son trece de dieciocho puntos en los últimos seis partidos. Buenos números, a pesar del bajón que supone la derrota. Los firmarían otros aspirantes al ascenso, como Cartagena o Elche. Pero hay un único “culpable” de la mayoría de estos puntos. Javi Guerra. El Pucela lleva siete goles en estos seis partidos. Cuatro dianas las ha firmado el delantero. Y tres de ellas fueron para abrir el marcador. ¿Dependencia? No del todo. Son números de crack y el Valladolid perdería enteros sin él, pero no hay que espantarse.
Desde que comenzó la temporada la plantilla entera lleva 37 goles. El malagueño, 16. Casi la mitad. Pero no es lo que más preocupa. Más alarmante es que haya jugado casi 2.500 de los aproximadamente 2.600 minutos posibles tras 28 jornadas. Solo ha dejado de ser titular un partido, ante el Granada, y fue obligado por acumulación de amarillas. El único encuentro que no jugó nada. Asusta la simple posibilidad de que pueda lesionarse.
Ahí entra en juego la pésima planificación de Carlos Suárez. Según el TAS el fichaje de Ferreira no entró dentro del plazo de inscripción para que éste pueda jugar. Hay un único delantero disponible en el equipo. Guerra. Fue un error esperar al último minuto del mercado de fichajes invernal para buscarle un recambio. Por eso es clave que Abel confíe ya en la cantera. Al menos ahora que no le queda opción. Porque todavía quedan 13 partidos por jugarse, y en cualquiera de ellos Javi puede necesitar un descanso o caer lesionado.
El principal culpable de que haya un solo delantero es el club, que debió mover ficha antes. Pero también es cierto que el Tribunal de Arbitraje no ha sido nada comprensivo con la situación del Real Valladolid. Se puede decir que se está siendo injusto con el fútbol. O por lo menos con Javi Guerra, que no tiene la culpa de la incompetencia de otros.