Netflix ha decidido hacer las paces con el cine y lo ha hecho a tiempo para poder hacer historia con el final de una de sus series más emblemáticas. Stranger Things, una de las marcas más fuertes de la plataforma se podrá ver entre butacas y palomitas. Después de años proclamando que el futuro estaba en el sofá, la plataforma ha anunciado que ese esperadísimo episodio final de Stranger Things se estrenará también en varias salas de cine al mismo tiempo que en streaming. Un acontecimiento histórico con algo de extrañeza por no haberlo hecho antes.
Este gran evento tendrá lugar el 31 de diciembre en 350 cines de Estados Unidos y Canadá. Aunque los fans tendrán bastantes emociones con las uvas y la celebración del fin de año, será un momento en el que despedir, también, una serie épica que nos dirá adiós para siempre. El resto del mundo deberá conformarse con la pantalla del portátil, aunque Netflix ha dejado caer que podría ampliar el estreno si el fenómeno fan grita lo suficientemente fuerte a través de las redes sociales. Una llamada a la acción que puede tener un feliz desenlace.
Netflix da un giro de 180 grados
Lo más extraño de todo es que hace tan solo unas semanas la plataforma de streaming se negaba rotundamente a una idea como esta. Y es algo que enfadó bastante a los creadores de la ficción, los hermanos Duffer, ya que deseaban que esto pudiera hacerse, al menos, en Estados Unidos.
Tan molestos estaban que decidieron irse a Paramount Pictures, un estudio que cree aún en los cines. Una cita que, por arte de magia, desbloqueó la visión de Netflix, que finalmente ha decidido subirse al carro de la pantalla grande. Aunque no queda claro si el cambio se debe a las presiones de los Duffer o al éxito inesperado de “Las guerreras K-Pop”, que arrasó en taquilla pese a su pase limitado.
Los Duffer, eso sí, están más que encantados. En su comunicado, parece que les hubieran devuelto su bici de la infancia, ya que los creadores afirman que es un gran logro “que los fans puedan ver el final en cines”. Según los Duffer, “es algo con lo que soñamos durante años” Una sala llena de fans gritando cada vez que suena el sintetizador de la intro de una serie que, sin duda, hizo las delicias de muchos amantes del cine y de las series ochenteras. Nada puede salir mal y parece que va a ser un rotundo éxito.
Stranger Things y el triunfo de la nostalgia
El movimiento tiene algo de justicia poética. Ya que Stranger Things fue la serie que convirtió a Netflix en sinónimo de fenómeno global, la plataforma parecía deberles ahora a los Duffer este deseo. El cine, por más viejo que pueda parecer, sigue siendo el mejor escenario para despedir historias grandes y Stranger Things, sin duda, lo es. Tras tantos monstruos, portales y adolescentes con trauma, ver el final en un móvil con el brillo al 50% no tiene tanto encanto.
Y, a pesar de eso, no deja de ser curioso que el experimento se limite a Estados Unidos y Canadá, ya que al parecer el resto del planeta no tiene el suficiente empuje para poder exportar la experiencia cinematográfica completa. Tal vez teman que el espíritu navideño, sumado al hype por el final, provoque disturbios de fans en masa y que la situaciones pueda hacerse incontrolable o, quizá, solo sea un test para comprobar si en los cines americanos se vende suficiente merchandising como para justificar esa ampliación a Europa.