El solitario gol de Luismi en el primer minuto sirve para sumar los tres primeros puntos. Julio sentenció al final
El Atlético Tordesillas estrenó su casillero de victorias en esta temporada 2019/20, no sin cierto sufrimiento. Si fue así es porque le costó cerrar el triunfo frente a un Bupolsa que solamente inquietó a balón parado, fruto de los problemas en envíos aéreos que sufrió el debutante Fernando. Luismi y Julio, dos de los recién llegados, fueron los encargados de marcar para los de Santi Sedano, que fueron superiores, por momentos, mucho.
El inicio de los rojiblancos fue fulgurante, con un golazo de Luismi, que clavó en la misma escuadra un disparo en el primer minuto. Con este tanto, la afición de Las Salinas se las prometía muy felices, sensación que se postergó durante un primer periodo en el que los tordesillanos jugaron muy bien a partir de las combinaciones en las zonas interiores y con el sector izquierdo, con una gran participación de los ‘blanquivioletas’ Poveda, Luismi, Asamoah y Rafa.
Estos cuatro –principalmente– canalizaron el juego ofensivo de los locales y produjeron varias ocasiones. Una de Asamoah después de un recorte genial que sacó debajo de los palos un zaguero, un centro de Rafa que despejó Sergio Esteban en el instante preciso en el que Alberto se empezaba a relamer, un rechazo que cazó este y repelió el portero, un disparo de Rafa en las prostimerías…
Así, al descanso la renta debió ser mayor, porque, por contra, el Bupolsa solo alarmó en una jugada en la que por dos veces Fernando –sustituto de Farolo, que sufre molestias en una rodilla– debió embolsarse el cuero y no supo. Ante esas dudas, y después del entretiempo, los burgaleses vieron que la manera que tenían de generar peligro era con envíos aéreos, los más, a balón parado, porque en juego dinámico Garcés apenas pudo inquietar. Sí hubo algún pequeño tramo, empero, en el que hubo cierta indeterminación que no le convenía al Atlético Tordesillas, que podía lamentar cualquier chispazo.
Héctor, en el comienzo de la reanudación, después de una gran arrancada desde el centro del campo, rozó el segundo, como minutos más tarde, antes de su sustitución, lo hizo Rafa, quien definió tarde y menos cruzado de lo que le hubiera gustado en otra galopada por la banda izquierda, un puñal por las sinergias comentadas entre los cedidos del Pucela. Y como no estaba siendo capaz de matar el partido el Tordesillas, acabó sufriendo, no por un volumen alto de intentos rivales, sino por esa tensión propia y habitual en esos contextos.
Pero esta vez no tocaba pagar después de perdonar. La llamada a rebato de los últimos minutos era más propicia para los rojiblancos, a priori con el colmillo más afilado. Asamoah ocupó el lado izquierdo y demostró lo bien que transita con espacios y apareció Julio Rengel, veloz con metros, con sus piernas de atleta y su hambre de gol. En el tiempo añadido, en una jugada ensayada en la que el Torde contemporizó para que el choque muriera, el balón terminó siendo suyo, como suya fue la sentencia de una primera victoria trabajada, sufrida incluso, pero, sin duda, merecidísima para los de Sedano.
Atlético Tordesillas: Fernando; Abel Blanco (Aitor, min. 66), Escribano, Abraham, Poveda; Héctor, Luismi; Roberto Bayón (Intxausti, min. 71), Asamoah, Rafa (Julio, min. 79); y Alberto.
Bupolsa: Álvaro; Pablo, Sergio Esteban, Moyano, Tomás; Gasco, Xavi (Martí, min. 66); Gallo, Cosín, Diego; y Garcés.
Goles: 1-0, min. 1: Luismi. 2-0, min. 88: Julio.
Árbitro: Muriel Isidro, asistido en las bandas por Martín González y Téllez de Meneses Martín. Amonestó a los visitantes Gasco, Diego y Moyano y expulsó con roja directa a Sergio Esteban en el minuto 89.
Incidencias: Segunda jornada del Grupo VIII de la Tercera División. Partido disputado en Las Salinas.