Tengas más o menos idea de cocina, lo cierto es que, si te gusta la tarta de queso, esto te interesa. Incluso diría que, como grandes aficionados a esa receta, cada uino tenemos un estilo de tarta que nos vuelve locos. En la que hace Miguel Ángel Cádiz, alias @carnes_y_fuegos en redes sociales, hay un truquito que la hace irresistible.
Este cocinero podría ser el clásico vecino que te pide sal, pues no vive en las cocinas de un gran restaurante, sino que, en vez de abrir un restaurante, montó un estudio de repostería en su casa. Desde ahí, ha logrado que medio país salive con sus vídeos, con casi un millón de personas siguiéndolo en TikTok y en Instagram. Y no, no hay trampas típicas de la alta cocina, pues Cádiz sólo emplea ingredientes de supermercado, un horno sencillo y mucha paciencia. Y esa no se compra.
Su secreto es muy simple. Tanto que nos hace parecer más torpes de lo que realmente seremos. Siempre hace cosas que apetecen a cualquiera. Nada de emulsiones imposibles, trampantojos o deconstrucciones. Miguel Ángel Cádiz cocina cosas que podrías hacer tú. El estilo de Cádiz en pantalla es directo, casero y sin tecnicismos, pero con ese punto de precisión que separa a un postre decente de uno que puede conquistar internet. El ejemplo más claro es, precisamente, su tarta de queso. Una bomba cremosa que ya ha pasado por las pantallas del reality de moda.
Una tarta experta en ‘likes’
Parece mentira, pero entre todo su repertorio repostero, esta receta es la que ha acabado poniendo el listón muy alto. Para él, la tarta de queso ideal, nombre tan pretencioso como acertado, es fruto de mucho cariño, un proceso metódico e ingredientes muy fáciles de conseguir. Su vídeo, además, arranca mostrando el resultado final, una delicia dorada, brillante, con esa textura temblorosa que pide cuchara urgente, por lo que ya pone los dientes largos. Cádiz sigue con una explicación tan clara que parece imposible fallar en la receta.
En solo 60 segundos lo cuenta todo, hablando de la base de galleta triturada, realizada con unos 170 gramos de galleta con 50 gramos de mantequilla; el relleno, con 450 gramos de queso crema, 200 gramos de azúcar, seis huevos y, por supuesto, unos 150 gramos de crema Lotus que le dan a la tarta un toque muy especial.
Y parece una tontería, pero el truco está básicamente en la paciencia. Sí, el chef te cuenta que después de cuatro o cinco horas en la nevera, la tarta ya está lista, pero insiste en que es mucho mejor dejarla reposar toda la noche. El punto clave de preparación y la mejor versión de la tarta, según él mismo comenta, “llega al día siguiente”, pues la textura se asienta y la cuchara se hunde lo suficiente como para hacernos disfrutar incluso antes de probarla. Clases de repostería y autocontrol.
Una revolución en la cocina… Sin postureo
Lo mejor del chef Cádiz es que no pretende impresionar a nadie y sus vídeos huelen a cocina casera. Lo narra todo sin filtros, sin música épica ni slow motion, y quizá por eso funciona tan bien. No parece un influencer, sino un tipo normal al que se le da bien hacer postres… y enseñarnos a hacerlos. En estos tiempos en los que muchas recetas en internet parecen la búsqueda de la fisión nuclear, su agradece su naturalidad.
Miguel Ángel Cádiz, de esta manera, ha conseguido lo que muchos chefs con estrella podrían envidiar. Miles de personas hablan ya de su tarta sin pagar una campaña o hacer excesivo márketing. Y no, lo suyo no va de postureo, pues es pedagogía culinaria con cierto sentido del humor. Una demostración más de que lo viral no tiene por qué ser frívolo y que una receta bien contada compite fácilmente con cualquier vídeo de gatitos en la red.