Tal y como advirtió el entrenador del Real Valladolid en rueda de prensa, la mala pretemporada no debe llevar a caer en excesos de confianza
Sergio González y todo su elenco disputa este sábado el partido que todo el mundo quiere jugar. Ante el Real Madrid y en el Santiago Bernabéu. Pero el de esta jornada tiene algo de especial: será el primer encuentro de los blancos delante de su afición. Por culpa de las obras en el templo madridista, los de Zidane no han podido jugar este verano el ya mítico Trofeo Santiago Bernabéu, que siempre ha servido como presentación en el campo de las nuevas caras. Por eso, la grada de Concha Espina todavía no ha disfrutado de los fichajes de esta pretemporada. Aunque Hazard, lesionado, no podrá jugar ante el Pucela, sí podrían estrenarse en casa Militao, Mendy o Jovic, los otros tres nuevos futbolistas de Zizou.
Pero no solo preocupan los nuevos fichajes, ansiosos por darse a conocer. Hay jugadores como Bale, que parece haber recuperado las sensaciones perdidas, que querrán demostrar a su entrenador que pueden ser importantes en el club con más Champions de la historia. También hay futbolistas, como Lucas Vázquez, que se siente en la obligación de rendir para acabar con las críticas. Y otros con su futuro en el aire, como James, que quieren gritarle a Zidane eso de “¡míster, aquí me tienes!”. A priori, está anómala situación le podría perjudicar al Real Valladolid. Sergio González, fiel a su estilo, transmitirá a sus jugadores la misma idea de siempre: trabajo, sacrificio y paciencia. Ya la conocen bien…
