La primera derrota del Real Valladolid en la temporada abrió una herida, pequeña, al menos, debido a que, al margen del resultado, las sensaciones no fueron las mejores. Así lo reconoció Pablo Tomeo este miércoles en rueda de prensa, en un ejercicio de análisis en frío del que, no obstante, extrajo que “el equipo compitió”. En cualquier circunstancia, antes de empezar la sesión el martes hubo ‘almadina’, una charla con el entrenador durante la cual el uruguayo les pidió “tener hambre y maldad” cuando pisen el área contraria, una de las cosas que les faltó, en su opinión, en el Carlos Belmonte.
“Lo que hemos hecho hasta ahora del Real Valladolid es que concedemos poco y somos letales en el área contraria, y nos faltó conceder menos y materializar las ocasiones. Hemos hablado y estamos trabajando al máximo para mejorar los detalles que nos hicieron perder el partido”, señaló el defensor aragonés respecto a esa charla que les dio Guillermo Almada. “Cuando pisemos el área rival tiene que ser para hacer gol. Hay que perdonar poco. Los equipos conceden poco y cuando llegas tienes que matar, y al revés”, reflexionó Tomeo.
El ADN de Almada
Una de las sensaciones que flotó en el ambiente, empezando por el propio entrenador, es que faltó intensidad, algo que el zaguero matizó. “No robamos los mismos balones arriba, pero porque el rival golpeaba más directo y nos impedía esos robos en campo rival. Hay muchos factores por los que puede parecer eso [que faltó garra]. Con la experiencia que tengo, sé que hay días que no eres superior, que llegas tarde al duelo y te ves superado, y en esos momentos no tienes que conceder. Por actitud no va a ser, porque es el ADN que está inculcando Almada”, reseñó.
Como diría aquel, el esfuerzo no se negocia, y así sucede en el vestuario, donde “el hambre que hay es una locura”, cree Pablo Tomeo, que profundizó en los reclamos del técnico. “Nos ha hecho hincapié en que cuando vayamos a presionar tenemos que ganar los duelos y la segunda jugada. El Albacete, así, nos creó peligro. Cuando haya un balón dividido, tenemos que ser más ganadores que el rival”, asevera el central, que percibe en su entrenador esa “idea muy clara de juego” y aboga por ejecutarla, aunque sea a cambio de un modelo menos propositivo.
Reencuentro de Tomeo con Ziganda
En el partido contra la Cultural y Deportiva Leonesa, Pablo Tomeo se va a reencontrar con ‘Cuco’ Ziganda, que le hizo debutar en el Huesca, club del que el turolense es canterano. “No puedo decir nada malo de él, porque gracias a él he llegado al fútbol profesional”, afirmó en rueda de prensa. Y, estableciendo alguna comparativa con su entrenador actual, indicó que ve ciertas similitudes: “Es un estilo como el del míster: le mete intensidad, no quiere pérdidas en área propia y quiere ser letal en la otra. Quiere ser sólido atrás y eficaz en el área contraria”.
No obstante, el central no quiere mirar tanto al rival como a la mejora propia. De hecho, señala que así lo hacen. “Atendemos mucho al estilo de juego del rival y a sus variantes, pero no tenemos que acoplarnos tanto a él como marcar nuestro sello de identidad”, aseveró a las puertas de un derbi del que no hay aroma en el vestuario, donde no han hablado de ello, lo que no significa que no lo valore: “Para la ciudad es una semana bonita que hay que vivir con ilusión y ganas, pero tenemos que jugar como siempre, porque si en un derbi damos más, eso significará que en otros partidos estamos dando menos”.