No tuvo el Real Valladolid la mejor de las tardes contra el Córdoba, y Pablo Tomeo, uno de sus puntales en estas primeras jornadas, así lo reconoció en sala de prensa después de cosechar el empate ante los blanquiverdes. El zaguero aragonés confesó haber “sufrido” en la segunda mitad, en la que los blanquivioletas tuvieron un menor brío que en la primera, si bien el gol que recibieron fue anulado y Guilherme Fernandes evitó la otra ocasión que tuvieron clara los pupilos de Iván Ania. “Hemos sabido defender y eso nos hace llevarnos un punto”, aseveró el central, asertivo.
Tomeo dio una explicación que tiene todo el sentido del mundo, y que justifica esas sensaciones diferentes entre una parte y otra, y es que “es muy difícil tener al rival en su área sin que salgan”, tal y como sucedió durante el primer periodo, en el que el Real Valladolid dificultó mucho la salida de balón a los cordobeses, que apenas fueron capaces de hilvanar jugada desde atrás, que cometieron bastantes imprecisiones y que recibieron un puñado de, como mínimo, acercamientos con marchamo peligroso por parte del frente ofensivo pucelano.
Tomeo abraza la idea de Almada
Con todo, después del gol anulado al Córdoba y del paradón que hizo Guilherme Fernandes en la misma segunda parte en la que se produjeron dicho tanto y el menor rendimiento del Real Valladolid, el conjunto de Guillermo Almada terminó con la tercera portería a cero consecutiva, lo que deja “muy contento” a Pablo Tomeo, que espera que sean muchas más y destacó como base del crecimiento ser capaz de hacer esto.
Hablando de la idea del entrenador, el defensor reconoció ser “partidario del juego que quiere el míster”, máxime cuando viene de cosechar éxitos en un sistema parecido como el del Mirandés. “Quiere ir arriba, ser atrevidos y que nos expongamos atrás. El año pasado en el Mirandés hacíamos algo parecido y nos dio para estar arriba. No nos gusta defender nuestro área, pero, como hemos visto, en Segunda Division todos los partidos son muy igualados”, concluyó.