“Algo se muere en el alma cuando un amigo se va”, recordaba en Instagram estos días Álvaro Panedas, una de las cabezas visibles de Los Anexos, al despedirse de Torchu, como es conocido Víctor Cuadrillero, hasta la fecha, entrenador del Juvenil B del Real Valladolid. Recordaba Panedas “el compromiso y la lealtad” de Torchu durante estos años en un club que le dice “hasta pronto” después de más de siete años en la estructura, desde que llegase de ese CD Parquesol en el que empezó a hacerse mayor; siete años con muchísimo vivido.
Ese adiós, que en realidad no es tal, tiene un motivo, y es que Torchu emprenderá rumbo a Grecia -en concreto, a Olympiakos- junto a Álvaro Rubio. Días atrás, Radio Marca Valladolid informaba de las grandes posibilidades que había de que el riojano firmara como técnico del filial del club del Pireo, donde a nadie se le escapa que su máximo benefactor será José Luis Mendilibar, entrenador del primer equipo y seguramente el que más confió en el otrora ’18’ a lo largo de toda su trayectoria. Y como se barajaba desde verano, el vallisoletano se irá con él.
No en vano, Torchu se convirtió en su mano derecha cuando Rubio se convirtió en primer entrenador en el Promesas, primera papeleta en la que le acompañó. Estaba entonces el filial blanquivioleta en un proceso duro, en el que era un daño colateral de la ‘guerra’ entre Paulo Pezzolano y Júlio Baptista (quien, tras estallar contra la entidad, fue destituido) y así, dura, fue la temporada en general, con momentos en los que parecía incluso que el Promesas podía perder la categoría y descender a los infiernos. Pero, durante la tempestad, no faltó la calma.
El ‘Believe’ de Ted Lasso inundó Los Anexos en un tramo final de campaña en el que Álvaro Rubio y Cuadrillero acabaron por dar con la tecla e ir al alza. Primer incendio apagado. El segundo fue de mayores dimensiones aún, y fue cuando se hicieron cargo del primer equipo después de que Diego Cocca fuera gasolina para el fuego. No pudo ser igual la resolución; si uno pregunta a Torchu o a quien acompañará en Grecia, no sería por noches sin dormir y por intentos baldíos de apaciguar los ánimos y tratar de competir. El descenso nos dolió a todos; a ellos también.

La casa de Torchu
Hay malintencionados y malpensados que pueden no creerlo, pero sí, a ellos -igual que a otros vallisoletanos del club, de nacimiento o de adopción- también les pesó mucho bajar. Para sus adentros, pero también de cara a un exterior que, efectivamente, podía recelar. Con Álvaro Rubio no pudo ser (y hay que entenderlo), pero a Torchu se le encontró un sitio allí donde entrenaba con anterioridad, en ese Juvenil B que le ha despedido como a ese amigo que un buen día te dice que necesita un cambio y que se va, y al que solo puedes abrazar porque crees que lo necesita (y además, que le irá bien).
Además de Panedas, otros muchos han mostrado sus mejores deseos en público; unos cuantos, jugadores a los que entrenó o captó para el Real Valladolid, pues esa labor desempeñó también, la de detectar todo el talento que crecía cerca y que pudiera formar parte del desarrollo de la cantera tan elogiado estos días por Iván Alejo en Blanquivioletas. No es solo lo que pudiera acertar, que por el camino lo hizo; abrazan muchos al Torchu que hay detrás del entrenador, a la persona reservada pero con su sentido del humor que alcanzó lo que era un sueño, el primer equipo de su ciudad, por muy duro que fuera lo que pasó a continuación.
“La huella que has dejado aquí, tanto en lo profesional como en lo personal, es imborrable”, condensaba en sus redes sociales Alberto Rodríguez, quien lo sustituyó al frente de dicho departamento de captación cuando sus cometidos en el club cambiaron. Sucede que la vida es eso, que la vida es cambio, aunque el Real Valladolid, de un modo u otro, debe ser siempre la casa de quienes intentan honrarlo, de los que de los escombros rescatan un paño, sacuden el polvo y tratan de limpiar el escudo. Tal y como Torchu hizo.
Muchas gracias por tu desempeño y mucha suerte en tu camino, Torchu 💜
Los Anexos siempre serán tu casa 🫂 pic.twitter.com/AxRWFbgs6M
— Cantera Real Valladolid (@RVcantera) December 5, 2025
