Las playas de Zarautz y sus impresionantes vistas no son el único motivo para que muchos quieran moverse hasta esta zona del País Vasco. No es esa, precisamente, la intención de la influencer Bysherezade, que se ha desplazado a la localidad vasca para probar algunas de las recetas que ofrece uno de los locales más populares del pueblo. Un lugar que respira mar, huerta y tradición culinaria es, precisamente, el refugio de uno de los cocineros más carismáticos e importantes de España, el inconfundible Karlos Arguiñano.
Es allí, en Zarautz, a pocos kilómetros del pueblo que lo vio nacer, Beasain, donde el popular cocinero tiene su hotel-restaurante. Tomando su nombre y tratando de trasladar la esencia de la cocina vasca con el rumor de las olas como telón de fondo, ofrece una oferta sorprendente de aperitivos, pintxos, raciones y platos principales para disfrutar de la buena mesa en un marco incomparable en orillas del mar Cantábrico. Precisamente por eso, Bysherezade, seguida en TikTok por más de 100000 personas, quiso comprobar la experiencia gastronómica de Arguiñano en su casa, en la misma Zarautz.
Una experiencia gastronómica intensa
En su vídeo, la influencer recorre gran parte de los platos ofrecidos por el Hotel Arguiñano en Zarautz y va dando su particular visión de la oferta gastronómica del cocinero, famoso conductor del espacio “Cocina Abierta” en Antena 3. Una serie de reacciones que, como suele ser habitual, ha despertado todo tipo de reacciones en redes sociales, tanto para bien como para mal.
Bysherezade comenzó su particular cata con anchoas locales (9.30€), una gilda (2.90€); una croqueta cremosa (3.20€); y uno de los platos fuertes e icónicos de la gastronomía española: un pincho de tortilla de patatas (2.90€). Un recorrido intenso y muy relacionado con la barra vasca, que tuvo ese espacio reservado a la tortilla que, según Bysherezade, llegó “un poquito fría”.
Más allá de los preámbulos, la cata siguió con unas patatas bravas con salsa picante casera (7.30€); un clásico vasco como el pintxo de chistorra (3.50€), el txiki (3.80€), un pintxo de morcilla y pimientos; y el conocido como toldotxo (5.20€), con merluza de Zarautz y harina, un guiño a los productos del mar de la zona. Tras estos primeros manjares, continuó con la carrillera guisada (5.30€), el bacalao frito (5€) y un pintxo de txuleta (5.20€) que siempre tiene presente el mar y montaña con cierta naturalidad.
El viaje por la carta del Hotel Arguiñano de Zarautz acabó, como no podía ser de otro modo, por el postre, donde se enfrentó a un córner de pastelería donde se ofrecen productos dulces y panes de todo tipo, elaborados por un especialista como Joseba Arguiñano, hijo del chef que comparte pantalla a menudo con Karlos y que se encarga de esta dulce labor, siguiendo con las raíces culinarias de la familia y siguiendo los pasos de su tía, Eva Arguiñano, repostera de renombre.
Debate y visiones contrapuestas en los comentarios al Hotel Arguiñano
Como casi siempre, este recorrido hizo que muchos se atrevieran a valorar, sin haberlo probado como sí hizo Bysherezade, los platos de Arguiñano, juzgando la apariencia y los precios de cada uno de los platos mostrados por la influencer. Mientras que ella fue benévola y afirmó que todo tenía un aspecto y un sabor notable, hablando de la contundencia de los platos y del extraordinario sabor de todo, muchos comentarios en sus publicaciones le iban a la contra.
“Parecen de bar de pueblo” o “la tortilla está más seca que un pan de tres días” fueron algunos de los comentarios que dejaron en la publicación de TikTok de la célebre ‘influfooder’. Otros, en cambio, no solo valoraron y respetaron las opiniones de Bysherezade, sino que refrendaron su visión, señalando que “la cantidad muy bien, ya que son varios platos” o “me supo todo a gloria”. Debate vivo sobre un local que conviene probar in situ para poder juzgar y que está en manos de una de las voces más autorizadas de la cocina en España.