Seguro que muchos y muchas de nosotros tenemos esmaltes de uñas en casa, o nos vamos a hacer la manicura y pedicura de forma regular al salón de confianza, pero quizás no sabes que ese aparentemente inofensivo producto que usamos, podría esconder un lado, muy oscuro. Y es que la Unión Europea ha señalado recientemente que ciertos esmaltes de uñas semipermanentes contienen sustancias que podrían poner en riesgo la salud femenina, en especial la fertilidad, y los cuales son el óxido de trifenilfosfina (TPO) y de la dimetil-p-toluidina (DMTA).
Esos compuestos con nombres tan complicados son los que se emplean para endurecer los esmaltes bajo lámparas LED o UV, pero después de ciertos estudios, han sido catalogados como carcinógenos, mutágenos y tóxicos para la reproducción; este punto hace que nos replanteemos cómo nos hacemos la manicura y la pedicura, además de obligarnos a poner especial atención en los productos que usamos y qué compuestos tienen.
La exposición constante a estos esmaltes de uñas y sus efectos invisibles
A pesar de todo lo señalado antes, cabe decir que, según han dicho los expertos, el peligro no se encuentra en un uso ocasional, sino en la exposición repetida y acumulativa, es decir, que las mujeres que se aplican esmaltes de uñas cada dos o tres semanas tienen un mayor riesgo que aquellas que lo hacen solo en momentos especiales, como para una boda o un bautizo. Y es que estos químicos se pueden acumular en el organismo, afectando con ello a los procesos hormonales y ováricos fundamentales, tal y como ha explicado la ginecóloga Begoña Alcaraz.
Esta ginecóloga indica que estos disruptores endocrinos pueden alterar la producción de hormonas, dañar la reserva ovárica y dificultar la implantación embrionaria, convirtiendo a los esmaltes de uñas en una amenaza para nuestra salud reproductiva, aunque esto no solo se limita a quienes nos los aplicamos en casa o en un centro estético. Y es que el personal de este último está muy expuesto debido a que es con lo que trabajan cada día, ya que la inhalación de vapores y el contacto constante con la piel incrementan la posibilidad de efectos negativos sobre la salud mental y física, sobre todo en lo referente a la fertilidad.
Debido a todas estas circunstancias, los expertos recomiendan que se revisen en detalle todos los productos que tengamos de este tipo, es decir, los que se emplean para hacer la manicura y pedicura semipermanente y permanente, y buscar alternativas más seguras que cumplan con la nueva normativa europea si se detecta que alguno de ellos tienen TPO o DMTA.
Qué hacer para disfrutar de nuestra manicura y pedicura sin ningún riesgo
La prohibición recogida en el Reglamento (UE) 2025/877 obliga a retirar de inmediato todos los esmaltes de uñas que contengan estas sustancias y a que la industria reformule los productos y, si bien esto supone un desafío en cuanto a innovación, también es una oportunidad para que las consumidoras opten por opciones seguras sin renunciar a la creatividad o al color.
Es importante que, aunque ya se han ido retirando este tipo de productos desde hace unos cuantos meses del mercado, revisemos bien los que tengamos en casa o preguntemos en nuestro centro estético de confianza por las marcas que trabajan, más que nada para asegurarnos de que no tengamos una bomba de relojería para nuestra salud reproductiva tan cerca de nosotros.
En definitiva, los esmaltes de uñas no son simples cosméticos, sino que la combinación de exposición repetida y sustancias químicas concretas puede convertirse en un riesgo invisible, aunque gracias a la normativa europea, las consumidoras cuentan ahora con un marco de seguridad más claro y la posibilidad de disfrutar de uñas bonitas de manera responsable, sin poner en juego su capacidad de dar vida o su salud en general.
