Un Real Valladolid B inoperante en ataque empata en Las Pistas del Helmántico ante Unionistas, que fue un igual en todo salvo en el número de ocasiones
El Real Valladolid Promesas volvió a sumar en la primera visita de la historia a Las Pistas del Helmántico ante un Unionistas de Salamanca que fue un igual en cuanto a juego y ambición pero no en cuanto a oportunidades. El conjunto charro dispuso de más en un envite en el que el punto obtenido es suficiente, por lo menos para el filial, pero también insulso por lo poco vistoso del juego de ambos.
Las cosas se le pusieron de cara pronto al Promesas con un gol sorprendente, por su rapidez y por cómo se produjo. Antes de que se asentaran los dos contendientes, en una subida por el pasillo interior, a Corral le llegó el balón lejos y soltó un disparo duro, al palo contrario, que supuso el cero a uno. Molina se estiró, pero fue como si efectivamente le hubiera pillado por sorpresa y no llegó.
Habían transcurrido once minutos de reloj, pero menos de juego, puesto que nadie estaba imponiendo el suyo, como de hecho nadie lo hizo en el primer tiempo, con algún pequeño matiz en forma de ocasiones locales. Si el filial no lo hizo fue en parte porque, tras el gol, y sin llegar a pertrecharse, decidió esperar y cedió el cuero, que no los espacios, al conjunto charro.
Así, Unionistas creció con el solo hecho de tenerlo, porque tenerlo siempre ayuda. En una buena acción combinativa, Góngora se encontró con el esférico abierto en banda y sin oposición puso un buen centro que remató a la red de un testarazo Carlos de la Nava. El atacante salmantino fue el que más exigió a la zaga en la primera mitad empezando por ese tanto del empate, primera jugada en la que se impuso.
Los de Roberto Aguirre no llegaron a estar excesivamente cómodos, pero sí tuvieron varias llegadas más. Samu Pérez detuvo abajo otro remate de De la Nava y el exblanquivioleta Jorge Hernández se aturulló demasiado en dos ocasiones en las que debió ceder rápido para la incorporación de un compañero, primero Diego Hernández (que se fue lesionado antes del descanso) y más tarde otro ex de Los Anexos, Javi Navas.
Mientras tanto, el jugar sin una referencia no le estaba funcionando al Promesas esta vez, al contrario de lo que sucedió seis días atrás ante el Real Madrid Castilla. Zalazar esta vez ni empastó ni amenazó con su presión a la defensa enemiga, por lo que al filial le costaba salir cuando tenía la posesión. Con la entrada de Dani Pedrosa por el hispano-uruguayo en el descanso, Miguel Rivera (aun sancionado) trataba de arreglar esta situación.
Es más, pronto, antes de que se cumpliera la hora de juego, pasó de jugar sin delantero a hacerlo con dos, con la entrada también de Jardel por un intermitente Pablo, pasando al interior Javi Pérez. Con ello, el juego pasó también a ser más directo, a imagen y semejanza de lo que hacían los blanquinegros, que porfiaban cada pelotazo a la garra de Isaac Manjón.
Y entre patadón y patadón, el partido decayó. Sin llegar jamás a romper en el vértigo, antes había tenido alguna concatenación y alternancia de jugadas verticales pero pensadas. Con las primeras permutas, la igualdad se mantuvo pero a fuerza de renunciar a quedarse con el balón y dar varios pases. Si a los puntos antes ganaba en pugna cerrada Unionistas, eso sí, esta vez era el Promesas quien pisaba más campo rival a fuerza de cargar el juego en largo, aunque con dichas características.
De repente, como si se hubieran dado cuenta de que jugando por abajo y en distancias menores las cosas eran más sencillas, los de Roberto Aguirre volvieron a rasear un poco el balón, lo que les permitió disponer de una clara ocasión de Isaac Manjón, que se desasió de Raúl Navarro y disparó fuera a la hora de la verdad con apenas diez minutos por disputarse.
Por momentos, el Real Valladolid B hizo lo mismo y así fue como se aproximó un poco más a la puerta de Molina, que evitó con una buena estirada abajo el gol de Waldo en un duro disparo desde la frontal. La del atacante extremeño fue la única ocasión al margen del tanto de Corral por parte de los blanquivioletas, que no supieron aprovechar ni la pelea de Pedrosa ni la amenaza del físico de Jardel.
Aunque las bajas con las que llegaba el filial se pueden considerar merma, no menos lo fue el que nunca se terminaron de encontrar con balón, ni por arriba ni por abajo. No obstante, el buen trabajo defensivo permite volver a puntuar después de caer ante el Castilla, dejando, además, una imagen en todo caso competitiva, que deberán repetir para sumar de nuevo la próxima semana ante un rival tan duro como la Cultural y Deportiva Leonesa.
Unionistas de Salamanca: Molina; Pau Cendrós, Admonio, Llano, Ribelles; Robles, Jorge Hernández; Javi Navas (Juanmi, min. 68), De la Nava, Góngora; y Diego Hernández (Isaac Manjón, min. 38).
Real Valladolid Promesas: Samu Pérez; Raúl Navarro, Mario Robles, Abel Pascual, Corral; Carrascal, Kike Pérez; Pablo (Jardel, min. 58), Javi Pérez, Waldo (Apa, min. 91); y Kuki Zalazar (Dani Pedrosa, min. 46).
Goles: 0-1, min. 11: Corral. 1-1, min. 23: De la Nava.
Árbitro: Hernández Maeso, del colegio extremeño. Amonestó a Diego Hernández, Robles y Jorge Hernández por parte de los locales y a Waldo por parte de los visitantes.
Incidencias: Octava jornada del Grupo I de la Segunda División B. Partido disputado en Las Pistas del Helmántico ante un numeroso público. Antes del partido se guardó un minuto se silencio en recuerdo de las víctimas por las inundaciones en, Mallorca.