Un solitario gol de la vallecana Ali decidió un encuentro igualado, sin apenas ocasiones, que deja a las naranjas ancladas en la quinta plaza
Foto: Sergio Borja
Qué imprevisible es esto del fútbol que permite que un pequeño detalle decida un partido tan grande. Una vuelta después, Parquesol y Rayo B volvían a verse las caras con la misma ambición: alcanzar el liderato. Solo una diferencia: en juego estaba encabezar ‘la otra liga’, mientras que hace cinco meses la opción era la de ponerse líder de la tabla. Solo una similitud: que el Rayo B fue quien salió vencedor.
Las vallecanas se llevaron los tres puntos del Saso de una manera tan sencilla como legítima. Una llegada en el tramo inicial de la segunda mitad fue suficiente para ahogar las esperanzas de un CD Parquesol que después reaccionó, pero no lo necesario.
Y como cada semana, la protagonista fue Ali. Pero, en este caso, y para desgracia de la hinchada local, no fue su ‘Ali’, sino la del conjunto visitante, quien marcó la diferencia. En el minuto 56, recibió en la media luna del área –libre de marca–, se dio la vuelta –sin oposición– y metió un trallazo –muy bueno– que superó a Lucía por alto.
En esa acción decisiva se resume el partido, pero para entenderlo del todo también es necesario explicar su contexto. Todo empezó realmente no con el pitido inicial, sino dos horas antes, cuando se confirmó la derrota del Madrid B en León y, a su vez, que quien saliera triunfante del Saso alcanzaría la tercera plaza. Más presión todavía para ambos conjuntos, algo que se demostró a raudales. Nadie quería perder; y bien que se reflejó en el campo.
Porque en la primera mitad el combate fue nulo. Nadie se sorprendió del resultado al descanso, aunque se podría decir que el Parquesol ganó a los puntos. Fue tímidamente superior con un buen inicio sin balón, con presión asfixiante en campo contrario, y también con el esférico, aunque sin profundidad.
Más que nada porque la única acción de peligro en la primera mitad consistió en un disparo de Charle desde lejos que despejó Porto, arquera del Rayo B, que realizó una magnífica manifestación de sobriedad bajo los palos. No tuvo mucho trabajo, pero lo que llegó, lo solventó.
Doble cambio en el descanso, que no surtió efecto
Al regreso de los vestuarios, la atención la centraron las dos caras nuevas en el conjunto local. Normalmente un doble cambio tan prematuro se suele deber a una horrible primera parte del equipo, pero no fue ni mucho menos el caso. Es verdad que las vallisoletanas no maravillaban, pero estaba muy lejos de ser tal catástrofe. Paulita Román, que fue de las más activas en la primera parte, fue sustituida, y Noelia la acompañó. En su lugar, entraron Maka y Sandra, que no ayudaron en exceso a enriquecer el juego del equipo.
Tampoco tras el gol, cuando el Parquesol –aupado por sus necesidades– asumió riesgos y adelantó líneas, pero un Rayo B ordenado, rocoso y que nunca perdió seriedad imposibilitó la igualada. Ali, la parquesolina, disfrutó de una gran ocasión con un gran remate al palo corto, pero de nuevo apareció Porto.
Ni siquiera los gritos desesperados de Maka, la garra de Nata o los detalles fantasiosos –una vez más– de Barbi valieron para sumar un punto que, aunque no era lo soñado– habría reducido las distancias con sus rivales. Tampoco el largo descuento, en el que apenas se jugó, y que solo sirvió para cerciorarse de que otra oportunidad se había esfumado.
No le salieron las cosas a las naranjas, que no merecieron perder, pero tampoco ganar. Así es este deporte. Ante el Atlético B –por poner un ejemplo de gesta– se venció sin hacer más méritos que el rival, y este domingo la moneda cayó cruz. Las naranjas continúan quintas, ahora a cuatro de las madrileñas y con el León por detrás a un punto.
Con todo, un detalle cambió el rumbo de dos conjuntos como Parquesol y Rayo B. Cómo algo tan somero como una jugada aislada puede dar para un artículo tan largo. Cómo algo tan aparentemente intrascendente puede alterar de esta forma una clasificación. El fútbol.
CD Parquesol: Lucía; Judy (Rivas, min.73), Noe (Maka, min.46), Pau, Crispi; Barbi, Nata, Alexia (Rut, min.89), Paulita (Maka, min.46); Charle y Ali.
Rayo B: Cristina, Marta, Lucí (Nuria, min.86), Teru, Pau; Ylenia, Eva, Esther (Paula, min.73), Silvia; Raquel y Ali (Susi, min.75).
Goles: 0-1, minuto 54: Ali.
Árbitro: El colegiado Miguel Ángel Reinoso Mangas dirigió el encuentro junto a sus asistentes. Amonestó a Maka, del Parquesol.
Incidencias: Partido correspondiente a la jornada diecinueve de la Segunda División Femenina, en una espléndida tarde en el Saso, frente alrededor de 200 espectadores.