El filial blanquivioleta volverá a destacarse por su juventud esta temporada, en parte, porque un año más habrá varios juveniles integrados en la dinámica de equipo

De un filial se espera juventud, como último escalón previo al primer equipo que es. Sin embargo, por intereses íntimamente ligados a la competición, no siempre lo son tanto como cabría esperar. No es el caso del Real Valladolid Promesas, que por segundo año consecutivo contará en sus filas con varios jugadores juveniles, incluso.
La temporada pasada, iniciada con Rubén Albés al mando y concluida con Borja Jiménez como entrenador, se esperaba que fueran tres los jugadores que estuvieran a caballo entre el segundo equipo y el División de Honor, aunque a la postre uno de ellos, Roberto Corral, no consiguió hacerse con un sitio, como sí lo hicieron Dani Vega y David Mayoral. No fue óbice para que el lateral debutara, como Sergio, Rubén, Juan y David Costa.
Sin embargo, el precedente se encuentra en la campaña anterior, en la que Rubén de la Barrera decidió apostar en diferentes momentos por Deve, Mario Robles y Dani Vega, hoy ya asentados en el plantel del filial. Sin restar mérito al gallego, cabe recordar que la confianza de la dirección deportiva en el último hizo mucho, puesto que llegó a debutar en Copa del Rey con el primer equipo.
En el curso que comienza este sábado –a las 19:30 horas frente al Coruxo–, la tendencia continuará o incluso se acrecentará, a tenor de lo visto durante la pretemporada y a la hora de confeccionar la plantilla. Y es que Rubén Albés ha contado antes del debut liguero con hasta nueve juveniles; a saber: los porteros David y Chanza, el defensor Luis Prados, los centrocampistas Abel, Mito, Maxi y Juan y los delanteros Fabio y Miguel, además de José Luis Sinisterra, quien todavía no ha sido anunciado, aunque se espera que se quede.
Ciertamente, esta práctica es habitual en cualquier filial, debido a la tendencia de ‘correr lista’ que provoca el hecho de que entrenadores de primeros equipos decidan contar durante este periodo con canteranos, normalmente militantes en el escalón inmediatamente superior. Nuevamente, en el caso de los blanquivioletas, la apuesta por esa juventud, por juveniles, será real.
El que la temporada pasada subieran seis jugadores procedentes del División de Honor puso de manifiesto dos cosas, la falta de capacidad económica y que ante la falta de cartera, mejor cantera. Llegados a este punto, habrá quien haga fútbol ficción y piense cómo estaría confeccionado el filial si hubiera más dinero para fichar. La realidad es la que es; no hay más, y sí futbolistas que suben.
De los antes, citados, salvo agradable sorpresa, por número o nombre y por un nivel descollante, a priori tres serán los jugadores inmersos en dinámica de filial: Juan, Mito y Sinisterra. Los dos primeros eran ya conocidos y estaba ya previsto que fueran futbolistas cuya licencia es juvenil y cuyo estatus sea de jugadores del Promesas, si bien, siempre que firme, y después de ser la gran revelación de la pretemporada, se espera que el colombiano sea uno más en esta rutina, siempre que termine firmando como es intención de la dirección deportiva.
Como Dani Vega y Mayoral el año pasado, no serán juveniles que podrán subir, sino filiales que podrían bajar con el División de Honor, una diferencia que puede parecer pequeña y que encierra, empero, la realidad de la confianza depositada en sus posibilidades. En todo caso se tendrán que ganar la oportunidad, pero no es lo mismo ganarse el puesto formando parte de la plantilla que hacerlo viniendo desde abajo.
Por si esto fuera poco, de nuevo, son varios quienes estrenan su condición de futbolistas senior dando el salto al segundo equipo. Son el guardameta Sergio García, el lateral izquierdo Roberto Corral, el central Rubén y los atacantes Miguel Marí, David Mayoral y Dani Vega. Seis, como el año pasado, con el añadido de que la plantilla actual cuenta con otros cuatro jugadores senior de segundo año.

¿Qué pueden aportar?
Llegados a este punto, la duda sobre si su aportación será realmente activa o residual puede flotar en el ambiente. “¿Qué pueden aportar?” es la pregunta que se hará más de uno. La respuesta, aunque suene a Perogrullo, está dentro de cada uno, si bien las características de Mito, Juan y Sinisterra coinciden en que pueden sumar chispa, descaro y desparpajo.
Juan Iglesias (Valladolid, 03/07/1998) es un extremo derecho rápido, potente, vertical y profundo, que aprovecha su físico para ganar línea de fondo o para incorporarse en posiciones más centradas en busca del gol. Ha llegado incluso a jugar como lateral y ya conoce la categoría, aunque mínimamente, puesto que participó en cuatro partidos el curso pasado.
Anselmo Martín, Mito (Salamanca, 05/12/1998), ha sido uno de los varios jugadores a los que Rubén Albés ha probado en el centro del campo, si bien está acostumbrado más bien a actuar como mediapunta. Ahí brilló la temporada pasada en el Juvenil División de Honor, mostrando un rendimiento creciente hasta superar la quincena de goles.
Posee una calidad técnica de muchos kilates y es capaz de generar mucho fútbol, tanto individual como colectivamente, gracias a su gran visión de juego. Estas características las demostró a las órdenes de Paco de la Fuente sobre todo cuando el nivel de competitividad interno dentro del primer juvenil, tras varios fichajes acometidos en el mercado invernal. Como si necesitara que le ‘piquen’, aunque no se destaque por ser un “revolucionario”.
Por último, José Luis Sinisterra (Colombia, 23/07/1998) es un atacante internacional en categorías inferiores con la selección cafetera que destaca por su electricidad, o al menos así se ha visto durante la pretemporada. Tiene gol y es un buen asistente, y posee las condiciones idóneas para romper partidos como revulsivo, visto lo visto, gracias a su técnica, regate y velocidad.
A mayores, durante la temporada podrían ir incorporándose otros si se lo van ganando sobre el césped. Lo que queda claro, con las intenciones que existen con respecto a estos tres, es que la dirección deportiva pretende que su filial sea un Real Valladolid de Jóvenes Promesas.
