Los blanquivioletas han visto menos tarjetas amarillas en los últimos partidos disputados, aunque no han reducido el número de faltas realizadas

Luis César Sampedro comentó en una rueda de prensa que se iba un tanto cabreado porque su equipo había hecho pocas faltas y apenas les habían sacado amarillas. No lo decía por decir ni por el hecho de que quiere que su equipo sea agresivo o marrullero, pero sí pretende que sus futbolistas paren el juego del contrario sea como sea dentro del desarrollo normal de un partido de fútbol.
En las cuatro primeras jornadas, el Real Valladolid dejó la sensación de que era un equipo que cometía demasiadas faltas, a veces sin venir a cuento, por lo que se cargó de tarjetas amarillas en muy pocos partidos. Bien es cierto que no está en el top tres ni de faltas cometidas ni de cartulinas amarillas en estos momentos. De hecho, esa estadística se ha visto modificada porque los blanquivioletas se han comedido con el trascurso de este primer tramo de competición y parece que, aunque siguen haciendo faltas, las hacen con más criterio y ven menos tarjetas.
Los datos hablan por sí solos y llaman poderosamente la atención. En los cinco primeros choques, es decir, ante Barça B, Sevilla Atlético, Tenerife, Cultural y Granada, el Real Valladolid cometió 84 faltas y vio la friolera de dieciocho tarjetas amarillas, a casi cinco cartulinas por encuentro. El enfrentamiento ante el Granada fue determinante, puesto que por cada 1’8 faltas cometidas los blanquivioletas vieron una amarilla.
A posta o sin querer, después del duelo ante los granadinos, los pucelanos han empezado a cambiar su dinámica en este aspecto, lo que no significa que hagan menos faltas, es más, al contrario. Ante Huesca, Córdoba, Rayo Vallecano, Alcorcón y Almería, el Real Valladolid ha realizado 89 faltas, pero increíblemente, ha recibido solo nueve tarjetas amarillas, es decir, la mitad que en el primer tramo analizado, y dos rojas. Fue en el partido ante los alfareros cuando los blanquivioletas realizaron mayor número de faltas, veintisiete, pero casualmente no vieron ninguna tarjeta amarilla, algo inédito hasta el momento.
Contra el Almería, se redujo notablemente el número de faltas cometidas, un total de quince, pese a que volvió a ser superior que el del rival. En Los Juegos Mediterráneos, tan solo Borja y Toni vieron la cartulina amarilla. Precisamente Borja, que ya ha visto tres en los diez partidos completos que ha jugado, aunque se erige el jugador blanquivioleta que más faltas ha hecho, con un total de 41. Lejos de él se encuentra Iban Salvador, con diecinueve faltas en 571 minutos y que ya ha cumplido ciclo. Veremos si el próximo domingo ante el Lugo la tendencia a la baja continúa y si los pucelanos han cambiado definitivamente el chip en este aspecto tan importante en Segunda División.

			