La Liga vuelve a Pucela después de la remodelación de la casa blanquivoleta, cuya afición alcanzó este sábado la cifra récord de los 21.631 miembros

Llego el día. El remodelado Estadio José Zorrilla abre al fin sus puertas para acoger el primer partido de esta temporada. Tras un verano en el que los operarios locales han trabajado duro para poner a punto el campo, el Real Valladolid debutará en casa ante un siempre competitivo Atlético Osasuna. El encuentro tendrá lugar este domingo a las 18:30 horas y estará enmarcado en un ambiente de jolgorio, al ser el último día de las fiestas que celebra la ciudad.
Finalizado el parón de selecciones, la competición nacional vuelve a escena para testar a dos equipos que han arrancado bien la presente campaña. Por un lado, el Pucela, que atesora cuatro puntos en su casillero y que ha dejado sobre el césped buenas sensaciones a pesar de su última derrota en el Ciutat. Por otro, el conjunto rojillo, a día de hoy sexto, asentado en puestos europeos y que ha conseguido plantar cara incluso al todopoderoso Barca, contra quién firmo un empate el pasado 31 de agosto.
Sendos cuadros, a priori preparados para luchar por la salvación, se medirán en un escenario inédito determinado esencialmente por el nuevo césped y los cambios de diseño.
También por una afición que ha superado su cifra récord de abonados (21.631) y que a buen seguro querrá llevar en volandas a su equipo hacia la victoria. Jugadores blanquivioletas como Fede San Emeterio han insistido en las ganas del vestuario por estrenarse ante su público, de ahí se espere un choque de alto voltaje, con una grada entregada y futbolistas hipermotivados.
No obstante, el míster de los vallisoletanos prefiere no relajarse y ya ha advertido de la dificultad del encuentro. Sergio González no quiere distracciones y es consciente de la efectividad a balón parado, así como del buen nivel que imprime Osasuna en todos sus duelos. Aunque el catalán ha recuperado esta semana a piezas clave como Sandro, Alcaraz o Moyano, aboga por tener los pies en el suelo en aras de alargar los buenos resultados.
De estos tres, el capitán se queda fuera, mientras que el catalán y el canario vuelven a una citación en la que tampoco están por decisión técnica Anuar, Javi Sánchez o De Frutos. Así la convocatoria la conforman los siguientes futbolistas: Masip, Lunin, Porro, Olivas, Guardiola, Ünal, Plano, Hervías, San Emeterio, Alcaraz, Antoñito, Toni Villa, Sandro, Míchel, Nacho, Waldo, Joaquín y Salisu.
Los navarros, por su parte, confían en poder sacar algo positivo de su visita a la meseta y rascar puntos antes de sus próximos compromisos. Así, los Oier, Chimy Ávila y compañía intentarán asaltar el embellecido feudo pucelano y aumentar su colchón de cara a prevenir un posible pinchazo frente a titanes como Betis o Real Madrid.
El retorno de Braulio
Lejos de la dificultad, la jornada de fútbol sumará también un componente morboso, ya que a la capital del Pisuerga regresaran dos viejos conocidos. El primero se trata de Juan Villar, atacante que no llegó a conseguir la total comunión con la grada, quien consideró el oscense no estaba rindiendo al mejor nivel. El segundo no es otro que el antiguo director deportivo de la entidad, Braulio Vázquez, el cual abandonó el club sin conseguir el entonces objetivo prioritario: ascender a Primera.
Con todo, la sesión dominguera apunta a conceder un verdadero partidazo y promete amenizar la difícil «vuelta al cole». Más que al cole, el Pucela y el Osasuna vuelven a la faena, a lo suyo, en otras palabras, que no es sino correr, luchar y poner entrega a eso que tanto gusta y tanto remueve: el fútbol. Zorrilla ya viste de gala.
