El Real Valladolid ha finalizado las 42 jornadas de Segunda con 72 puntos, que no le han servido para lograr el ascenso directo

¿Qué le ha pasado al Real Valladolid para no finalizar la Liga Adelante entre los dos primeros clasificados? El conjunto blanquivioleta era el favorito para subir de forma directa, junto al Real Betis, pero tendrá que intentarlo en el play-off. Varios han sido los factores que han perjudicado al equipo dirigido por Rubi.
Las lesiones de larga duración de jugadores que se presumían importantes esta temporada han sido uno de los lastres. Roger cayó lesionado en El Molinón y el Real Valladolid ha acusado la falta de puntería los seis meses siguientes. Llegó para ser la referencia en ataque y el goleador del equipo, pero no ha podido ayudar todo lo que le hubiera gustado. Lo positivo es que ya está recuperado y ha regresado con las balas renovadas.
En su puesta a punto en este tramo final de la Liga Regular ha servido para dar ilusión a la afición blanquivioleta. El equipo necesita goles para ascender en el play-off y él es el hombre. Solo ha disputado dieciséis partidos, pero es el segundo máximo anotador –junto a Mojica– con siete dianas. ‘Billy el Niño’ quiere hacerse mayor y obtener el ascenso soñado por toda la plantilla, siendo uno de los máximos culpables.
El otro caso es el de Alfaro, que ha estado casi nueve meses en el dique seco. Volvió en Mendizorroza y dejó buenas sensaciones. En esa ocasión jugó solamente unos minutos frente al Alavés, pero una semana después ha sido titular. Contra la UE Llagostera ocupó el centro del campo junto a Sastre la mayor parte del partido; sin embargo, se le vio con ganas de aportar. Su calidad y la precisión en el balón parado pueden ser una de las claves en la promoción de ascenso.
A buen seguro que sus ausencias han tenido mucho que ver, pero también la falta de continuidad en cuanto a victorias. Solo ha conseguido encadenar tres consecutivas, en dos rachas –de la jornada tres a la cinco y de la dieciocho a la veinte–. Sumar tres puntos es vital si quieres ascender y el Real Valladolid lo ha pagado.
Ha estado once jornadas, de la tres a la trece, sin perder, obteniendo seis victorias y cinco empates –veintitrés de 33 puntos posibles–. Ese era el camino a seguir, pero el conjunto blanquivioleta se estancó y comenzaron a llegar las derrotas. Hasta ese momento solo había encajado la de Lugo y desde entonces ha sumado 11 más.
Punto a punto, en derrotas, el Real Valladolid se ha dejado 36, por los veinticuatro del Betis –quien se dejó llevar en las dos últimas jornadas– y los seis del Sporting de Gijón –que solo ha perdido dos encuentros y ha obtenido diecinueve empates–. Con esos doce de diferencia con el equipo verdiblanco, que es el que más se ajusta a la realidad, podría haber terminado con los mismos que él –84– y ahora ya estaría con la mente en Primera. Pero la realidad es que el Pucela es el equipo que más veces ha sido derrotado –12– de los seis primeros clasificados.
Falta de identidad

Si la temporada pasada hablábamos de que Juan Ignacio Martínez no había dado con la tecla, esta se podría decir que ha ocurrido algo parecido. Joan Francesc Ferrer Sicilia ha planteado la gran mayoría de los partidos en función de su rival, algo que choca viendo el potencial de la plantilla.
Rubi no ha sabido exprimir al máximo sus posibilidades y ha terminado la temporada con probaturas de todo tipo, aunque con el ascenso directo matemáticamente imposible esto tenía más sentido. La cuestión es que no ha abierto los ojos para ver lo que tenía delante y ha estado más pendiente de que el rival no le hiciera daño que de hacerlo él.
El Real Valladolid en Segunda, por lo general, es uno de los grandes y, como tal, debería tener una idea definida y conseguir resultados con ella. El técnico catalán ha obtenido peores números que Miroslav Djukic y Mendilibar, los dos últimos entrenadores que ascendieron al equipo y dejaron buenas sensaciones en la capital del Pisuerga en sus respectivas temporadas.
Así las cosas, el conjunto blanquivioleta afrontará el play-off ‘a corazón abierto’. El primer paso para conseguir el ascenso en la promoción será derrotar en la primera eliminatoria a la UD Las Palmas, que llega en línea ascendente. Si lograra pasar, en la final le esperaría un Girona cabizbajo y un Zaragoza que ha estado a un gol de quedarse fuera de esta nueva oportunidad. Llega el momento de la verdad.
