El Real Valladolid ha pedido a todos los clubes de la provincia una camiseta con su distintivo para exponerla en su local de la Plaza Mayor
Como cada año, el Real Valladolid dispondrá en la Plaza Mayor de una oficina de atención al abonado que le permitirá centralizar su campaña de socios que arrancará próximamente. Estará, por lo tanto, en el corazón de la ciudad. Y de verdad quiere estarlo, si se tiene en cuenta la petición cursada a los clubes de la provincia a través de la Federación de Castilla y León de Fútbol.
Utilizando a la Delegación Provincial del ente máximo del fútbol regional como intermediario, el club ha pedido en préstamo una camiseta a todos aquellas entidades de la capital y la provincia con el fin de exponerlas en el citado local, lo que supone un intento de acercamiento a quienes son sus rivales cuando no deberían serlo, o no al menos en el concepto actual.
Y es que en el seno de algunos de los equipos más representativos del fútbol base vallisoletano el Real Valladolid es visto como un elemento ‘agresivo’ y poco cercano, y no como el amable paternalista que debiera ser por el hecho de ser el grande.
Por esta cuestión, en los últimos años ha habido diferentes roces entre clubes, que llegaron a provocar, por ejemplo, la ruptura de lazos con el Betis –relaciones retomadas por la actual dirección deportiva– o la negativa de otras entidades a ceder jugadores para distintos torneos, por ejemplo, en categoría benjamín, lo que ha llegado a provocar incluso que el Real Valladolid se plantee volver a disponer de equipos en esta categoría.
Para salvar y reducir distancias, la actual dirección deportiva, representada por Cata, director de la cantera, ha tratado de establecer un contacto fluido con al menos los equipos más representativos del fútbol base de la provincia, hasta el punto de proponer un convenio de colaboración, digamos, base en una reciente reunión con varias de estas entidades.
Como dicen, la intención es lo que cuenta, o, para el caso, al menos el primer paso de muchos por dar. El desarraigo palpable y evidente que existe entre el Real Valladolid y los clubes que operan a su alrededor no se acabará con la exposición de esas camisetas o con una firma, pero puede ser un buen comienzo. Por lo pronto, si en la oficina de la Plaza Mayor encuentran algún escudo que no sea el blanquivioleta, ya saben la razón.
