El Real Valladolid inició la temporada con una victoria que supo a desahogo después de tantos meses sin ganar en partido oficial. El equipo de Guillermo Almada mostró más oficio que su rival, la AD Ceuta, y supo castigar los errores de un conjunto ceutí que acusó los nervios de su regreso al fútbol profesional. El Pucela encontró profundidad y, sobre todo, la intensidad suficiente para recuperar en campo contrario y ahogar a un conjunto rival demasiado débil.
El equipo caballa se encontró con muchos problemas para iniciar el juego y la presión del Real Valladolid supo frenar sus ansias para avanzar con rapidez en el juego. Más allá de lo colectivo, en un choque que sirvió para confirmar la autoridad de los pucelanos en el José Zorrilla, en la vuelta a una categoría que no perdona concesiones, el repaso del partido deja algunos detalles suficientes para hablar de mis tres favoritos entre todos los artífices de la victoria: Juanmi Latasa, Iván Alejo y Stipe Biuk.
Latasa: Intentarlo todo y no lograr el premio final
Juanmi Latasa volvió a dejarse la piel en el José Zorrilla, aunque el gol se le resistió más de la cuenta. El partido jugado ante el Ceuta fue un derroche de energía pura, que sirvió para dejar su particular oda al esfuerzo y la insistencia para encontrarse con el gol.

Unos atributos que, más allá de los elogios de Almada en rueda de prensa, han acabado por convencerme de la valía de Latasa para el modelo si sigue con esa tensión durante toda la campaña. Al delantero madrileño solo le faltó el gol en un partido en el que lo intentó todo, rematando a portería un total de tres veces de seis intentos, un 50% que no fue suficiente para desbordar a Guille Vallejo.
Esa falta de fortuna de cara al gol no le exime de haber hecho un partido excelente, de menos a más, donde interpretó muy bien los espacios, el posicionamiento en el área y su lucha con la defensa. Habiéndose deshecho en la segunda mitad de las broncas con el colegiado, fruto de su propia frustración, la segunda mitad fue el espejo donde muchos en Valladolid deberían mirarse para cumplir, al cien por cien, con el libreto que pide Almada en cuanto a constancia, insistencia e intensidad.
En cifras, Latasa logró, en sus 90 minutos de juego, un xG de 0.85 (aunque con un xGOT más bajo, de 0.29); completando 3/6 disparos a portería (un tercio del total del partido); y un rendimiento destacado ganando duelos, con un 6/9 en duelos aéreos y un 4/7 en duelos terrestres, lo que lo sitúa en un muy digno segundo lugar con 10/16 duelos ganados durante todo el encuentro.
Alejo: Concentración y oficio para destacar en un puesto ajeno
Iván Alejo volvía a casa y eso no es cualquier cosa. El canterano del Real Valladolid, que ha regresado esta temporada, no lo tenía fácil en su debut en el Zorrilla por, a priori, jugar lejos de su rol habitual, pero supo cómo dejarse la piel para brillar y convencer en esa función.

El vallisoletano, ya experimentado por sus más de 200 partidos entre Primera y Segunda, demostró tener el pulso del partido controlado incluso jugando como lateral diestro, una posición en la que Almada ya lo puso en pretemporada y en la que cumplió a la perfección. Su lectura del juego aportó equilibrio el equipo, saliendo por banda derecha con mucha determinación y ofreciendo una mezcla perfecta de veteranía, intensidad defensiva y presencia ofensiva.
Una mezcla interesante que sumó enteros en ataque sin perder esa disciplina necesaria a la hora de cumplir con sus responsabilidades defensivas. Su capacidad arriba que abrió espacios por los que empujar a Amath/Biuk al carril central y permitiendo varios ataques por banda diestra para que el equipo mantuviese esa solidez (arriba y abajo) en su costado. Alejo se movió con naturalidad por zonas interiores cuando la situación lo requería, impulsando transiciones rápidas y conectando con los carrileros.
En cifras, Alejo logró, en sus 81 minutos en el terreno de juego, completar un 65% de sus pases (15/23), siendo en el último tercio un total de 8 pases. Además, cumpliendo con las necesidades del rol encomendado por Guillermo Almada, Iván Alejo fue líder en duelos ganados, con un 11/17 en duelos totales, 2/2 en duelos aéreos y 9/15 en duelos terrestres; además de un 6/6 de entradas al contrario.
Biuk: Vínculo con el desborde y la oportunidad
Stipe Biuk ya había sido, en pretemporada, uno de los grandes animadores de un Valladolid que necesitaba un poco de rock and roll en ataque. El croata volvía tras una dura cesión envenenada en Split y su rendimiento estuvo muy lejos de lo esperado, pero en Valladolid las cosas parecen empezar de otro modo.

El crota ofreció una actuación destacada en el partido contra el Ceuta, desplegando una intensidad física y una movilidad que despertó al equipo en ataque. Desde el minuto inicial, su irrupción por la banda izquierda generó desequilibrio, pero no se ocultó a la hora de conducir ataques, exigir atención individual de rivales y colaborar en el desajuste de la estructura defensiva del Ceuta, un detalle no menor, que el equipo aprovechó para imponer su ritmo.
El joven croata respondió al reto de forma decidida y esa presencia constante fue vital para provocar errores que derivaron en los goles, además de asistir a Chuki con naturalidad y precisión en el primer tanto del encuentro. Además, Biuk dejó destellos técnicos que complementaron su energía, además de participar activamente en la presión alta exigida por Almada. La amarilla que vio en el primer tiempo no frenó su juego, pero sí mostró un Biuk más comedido y, debido al cambio de banda, menos incisivo.
En cifras, Biuk dejó varias estadísticas notorias en ataque. En sus 76 minutos sobre el campo, dio una asistencia (primer gol, de Chuki); completar un 76% de sus pases (16/21); y creando, con su capacidad de desborde y proyección ofensiva un total de 5 pases clave; 2/5 centros al área y siendo el 5º jugador de campo más notorio con balón, con 46 toques en el partido (9 de ellos en área rival).
