No, no es lo que parece, por suerte. Pero, tal y como ha publicado Diario AS, en el consejo de administración del Real Valladolid todavía figuran nombres vinculados a la etapa de Ronaldo Nazário. En esa lista de dirigentes, figuran el propio exfutbolista brasileño, su mano derecha, Matt Fenaert y el que fuera portavoz del club, David Espinar. Ya que la anterior propiedad mantuvo la responsabilidad sobre el ejercicio económico cerrado hasta el 30 de junio, esta situación responde a cuestiones legales y fiscales que no deben preocupar a nadie.
Y, a pesar de todo, el proceso de transición no ha estado exento de problemas en la complejidad de sus pasos. El club arrastra las consecuencias económicas de la gestión anterior y la nueva propiedad se enfrenta a la tarea de enderezar las cuentas, algo prioritario para la composición de la plantilla y clave para dotar de estabilidad al proyecto y marcar una línea clara de futuro. A partir del pasado 1 de julio, con el inicio del nuevo periodo fiscal, la responsabilidad ya pasó a la nueva propiedad y el consejo de administración entrante.
El paso siguiente será la presentación de las cuentas anuales correspondientes al primer semestre, trámite que se espera realizar en las próximas semanas. Una vez completado, se producirá la salida definitiva de Ronaldo y sus colaboradores del consejo, dejando paso a un nuevo organigrama en el que estarán presentes Gabriel Solares, Enrique Uruñuela y un representante designado por el fondo Ben Oldman, tal y como se pudo saber en la presentación de la nueva propiedad en julio.
La previsión más optimista sitúa este cambio formal en torno al mes de octubre, fecha en la que el consejo de administración presentará oficialmente su nueva composición. Mientras tanto, el organigrama del club ya refleja algunos movimientos relevantes, ya que Luis García figura como director general corporativo, manteniendo una posición de responsabilidad en el área ejecutiva. De la misma forma, se confirma la continuidad del despacho Senn & Ferrero como responsable del Área Jurídica y de Cumplimiento, garantizando una línea de asesoramiento que se ha mantenido en los últimos años.
El proceso de transformación del consejo de administración no es una mera cuestión formal. Implica definir las líneas maestras del club en un momento de especial relevancia. Sin duda, la afición observa con atención cómo se perfila un nuevo proyecto tras años de incertidumbre, con la esperanza de que esta renovación sirva para devolver estabilidad y ambición. El Real Valladolid, acostumbrado a vivir en una montaña rusa deportiva y financiera, necesita construir bases sólidas que permitan mirar más allá de una temporada.
Presencia, cambios e ilusión
El regreso del fútbol a Zorrilla en la primera jornada de la temporada 25/26 no estuvo marcado solo por la victoria del Real Valladolid frente al Ceuta, sino también por la imagen renovada que empieza a proyectar el club en su faceta institucional y que se notó en el Estadio José Zorrilla. Más allá de la felicidad de una afición encantada de reencontrarse con la victoria y la ilusión, en los palcos y despachos se empieza a fraguar una transformación profunda en el consejo de administración, clave para entender el futuro inmediato de la entidad.
El estreno liguero sirvió como escaparate de la implicación de los nuevos propietarios. La nota más alta, sin duda, se la lleva Gabriel Solares en la previa, con un detalle simpático en sus redes sociales, pues publicó una foto de sus hijos con la indumentaria blanquivioleta, pero el simbolismo de ese detalle va más allá, por los gestos que, durante toda la jornada, fueron dejando los nuevos mandatarios.
Sabiendo de la presencia de ambos presidentes, Enrique Uruñuela y Gabriel Solares, en el hotel de concentración del equipo antes del partido dejó claro el compromiso directo con el cuerpo técnico y los jugadores, así como su presencia también en los actos previos con algunas de las figuras históricas del Real Valladolid en los prolegómenos del encuentro contra el Ceuta ya empezaron a mostrar cosas distintas entre las gestiones del club la pasada temporada y la actual.
Presencia en el debut del Real Valladolid
El gesto se repitió en el propio estadio, cuando tanto Solares como Uruñuela saludaron uno a uno a los jugadores a su llegada, reforzando la idea de que la propiedad quiere estar presente en cada detalle del día a día y ser parte de todo. En el palco, acompañados de exjugadores, exdirectivos y representantes institucionales, también se dejó ver a numerosos miembros de la familia de ambos mandatarios, exultantes de alegría por la victoria y disfrutando de una noche de fútbol y de victoria. Un motivo más para que las buenas sensaciones se mezclaran con ese aire de cambio que sobrevuela al Real Valladolid en esta nueva etapa.
El triunfo ante el Ceuta fue, en lo deportivo, el primer paso de un camino largo. Pero en lo institucional, el mensaje fue aún más claro, pues la nueva propiedad quiere dejar atrás las sombras del pasado y proyectar una imagen de compromiso, cercanía y profesionalidad. El consejo de administración será el motor de este cambio, y su renovación marcará el rumbo de un club que busca reconciliarse con su afición y consolidarse como un proyecto serio dentro del fútbol español. En las buenas, los nuevos responsables han sabido estar y, se espera que, si en algún momento algo se tuerce, sigan estando.