El nuevo Real Valladolid de Guillermo Almada se ha estrenado ya sobre el césped en un partido preparatorio en Las Rozas, Madrid. En un escenario sin público, pero bajo un sol castigador presente durante todo el encuentro, el conjunto blanquivioleta disputó su primer test de pretemporada ante un Pafos chipriota que mostró mejor preparación y recorrido a estas alturas del año, a las puertas de su participación en la previa de Champions League tras ser campeón de Chipre.
Esas diferencias físicas en ambos conjuntos llevaron a una derrota con poco peso, con un Real Valladolid prometedor que debe fijarse más en los detalles que en el marcador en una prueba en la que lo importante era dar los primeros pasos moldeando la idea del nuevo técnico en el banquillo. Tal y como sabíamos, el técnico uruguayo quiso ser fiel a su estilo, proponiendo desde el primer minuto un escenario de equipo valiente, echado hacia adelante y con la intención de presionar alto y ser protagonista con balón.
Más allá del resultado, que terminó con derrota (2-3), el Real Valladolid mostró detalles del plan que Guillermo Almada quiere implementar dentro del primer equipo: intensidad, movilidad, presión tras pérdida y ritmo en la circulación. Detalles constantes en un equipo aún muy lejos de las exigencias físicas de la idea y de los mínimos competitivos, pero en la línea de mejorar su presencia y su capacidad para poder llegar al comienzo de la temporada a punto y con ese marco metodológico bien claro.
Primer zarpazo y despiste final
El Valladolid salió al campo con una estructura marcada de 1-4-4-2, con muchas piezas surgidas en cantera (de los once elegidos, cuatro efectivos que el año pasado jugaban en Los Anexos). En esa primera mitad llegaron los primeros goles del encuentro y del Pucela 25/26. El primero, del Valladolid, en una acción que resume bien lo que Almada pide a los suyos: gran conducción de Stipe Biuk armando una contra y Amath finalizando con un disparo cruzado imposible para el arquero del Pafos.
Biuk Amath pic.twitter.com/HIBn0k4qB6
— Real Valladolid C.F. (@realvalladolid) July 15, 2025
A pesar de todo, el Pafos, más rodado y con piernas más frescas, supo responder rápidamente por medio de Anderson Silva, que empató tras una buena acción colectiva. El partido se convirtió en un intercambio de golpes en los minutos finales del primer tiempo. En ese escenario apareció Marcos André, aprovechando la presión alta para recuperar el balón, plantarse ante el portero y anotar un 2-1 que desequilibraba una balanza que volvería a su ser con un nuevo gol de Anderson Silva, que volvió a aparecer para poner el empate de nuevo en el marcador, en una acción que castigó la espalda de la zaga pucelana y que le hizo llegar al descanso en tablas.
El cansancio pesó demasiado
En la segunda mitad, Almada modificó por completo su once para dar minutos y rotar a los jugadores con los que está trabajando en estas primeras semanas, incorporándose Iván Alejo, nuevo fichaje de verano, y entrando en dinámica Jorge Delgado y Arnu (en tramos distintos), dos delanteros con gran proyección para este año.
En ese tramo, el Real Valladolid bajó su ritmo, consecuencia de la carga física acumulada y el perfil de un rival más preparado y que logró hacerse con el peso del partido. Aun así, los de Almada compitieron y generaron situaciones ofensivas, mostrando una estructura sólida en lo teórico y que parece poder asentarse con el paso de las semanas. El tercer tanto del Pafos, definitivo para el marcador final, llegó mediada la segunda parte por mediación de Bruno Felipe, tras una acción bien trenzada por el costado.
Conclusiones relativas, sensaciones positivas
Más allá del resultado, la prueba en Las Rozas no es tanto para sacar conclusiones de cara a la temporada, sino para entender ciertas ideas positivas que Almada pueda tener como pilares para la temporada y cómo han tratado de llevarlas a cabo. Con dos onces distintos, dio minutos a los más jóvenes y empezó a probar piezas en distintas posiciones para tratar de encontrar vías interesantes para el curso una vez comenzado.
Especialmente interesante el papel de un Iván Alejo que, por ejemplo, actuó como lateral derecho, mostrando que ese rol podría variar según el momento del partido o las necesidades tácticas del rival. Se vio, en definitiva, un grupo comprometido, que entiende la dirección del nuevo cuerpo técnico y que empieza a asimilar conceptos más allá de que su estado físico, hoy por hoy, no pueda sustentarlo a la perfección. A pesar de esa falta de físico, que evidente necesitan trabajar mucho más, la actitud fue notable y dio una muestra de lo que puede ser la intención, desde la pizarra, de Almada y los suyos para la 2025/26.
Alineación Real Valladolid
Guilherme Fernandes; Koke, Aranda, Nikitscher, Garri; Stipe Biuk, Jurić, Alani, Amath; Marcos André y Latasa. También jugaron: Aceves, Iván Alejo, Iago Parente, Galde, Hugo San, Maroto, Meseguer, Chuki, Xavi Moreno, Sylla, Jorge Delgado, David Torres, Alin y Arnu.
Alineación Pafos FC
Neofytos Michael; Kostas Pileas, Bruno Felipe, Ken Sema, Muamer Tankovic, Derrick Luckassen, Ivan Sunjic, Dragomir, Anderson Silva, Joao Correia y Pedro Filipe. También jugaron: Thanos Papadoudis, George Skafi, Kosmas Ioannou, Domingos Quina, Jair Diego Alves, Andreas Christoforou, Mislav Orsci, Marcelo Alves, George Michael, Bruno Langa, Nikita Pavlovski y Marios Elia.