
Foto: El Salvador
Hace unos días, Rodrigo Contreras escribió en El Confidencial que en Valladolid el rugby se vive diferente, que en las barras de los bares la gente charla sobre el último partido del Chami; sobre la victoria del Quesos en Pepe Rojo o sobre cómo al principio de temporada los de El Salvador pintaron la cara a un VRAC que hasta el momento parecía invencible.
No miente Contreras, en Pucela se respira rugby. Aunque en estas semanas el debate no se ha centrado en el plano deportivo, donde blanquinegros y blanquiazules comandan la tabla clasificatoria de la División de Honor, sino en el escenario que albergará la final de la Copa del Rey.
Que un medio nacional se haga eco de la elección de Zorrilla como sede ya es un éxito para el deporte vallisoletano. Los dos clubes han demostrado que el concepto de rivalidad en rugby solo se ciñe al significado más noble de esta palabra y se han puesto a trabajar mano a mano para lograr dos objetivos comunes: impacto y crecimiento.
Estas dos palabras también las ha subrayado con fluorescente la federación. Desde todos sus estamentos se habla de dar un salto, de conseguir que el rugby español se afiance en el segundo máximo escalón del balón ovalado en Europa. No es tarea sencilla, pero para poder seguir creciendo se necesitan más visibilidad e ingresos. Y ambos propósitos están muy unidos.
Dos equipos que lideran el panorama nacional
Hace más de una década, las ligas de fútbol inglés y alemán vivían una depresión sin precedentes. Ambos países se dieron cuenta que había que cambiar, dar un paso adelante y que para poder vender un producto atractivo, el envoltorio también tenía que serlo. Dicho y hecho, decidieron cuidar al aficionado que iba cada jornada a los estadios. Algo similar ocurre aquí, si queremos que nuestro rugby dé ese salto que tanto deseamos, debemos que llenar los campos y cuanto más aforo tengan, mejor.
En Valladolid el trabajo y empeño durante los últimos treinta años nos ha convertido en la capital del balón ovalado en España. En una ciudad de 350.000 habitantes conviven los dos mejores clubes de rugby de la actualidad. Hay que disfrutarlo. Es motivo de celebración que Pucela vaya a protagonizar la mayor fiesta del rugby a nivel nacional, pero los grandes eventos deben celebrarse en el mejor salón del Palacio y ese es Zorrilla. Sus 26.512 localidades le convierten en el escaparate perfecto para que el rugby muestre todos sus encantos.
Suena osado hablar de llenar Zorrilla, sí. Suena extraño hablar de que en Zorrilla se puede ver otro deporte que no sea fútbol, quizá. Suena menos presuntuoso hablar de una final en Pepe Rojo, desde luego, pero es el momento de que la mayor celebración rugbística a nivel nacional se convierta también en un llamativo espectáculo de interés general.
Un deporte mayoritario, al menos por un día

Cualquier vallisoletano que viva en un ambiente de rugby habrá recibido en estos últimos días whatsapps y llamadas de amigos que quieren acercarse a Pucela desde cualquier parte de España para poder disfrutar de este encuentro, y gran parte de la culpa la tiene el escenario elegido.
El poder sentir por un día que este deporte es grande en España. He aquí otro éxito de la elección de Zorrilla como sede. Rechazar recibir todo este turismo deportivo, con todos los beneficios económicos que ello conlleva, es tirar piedras contra nuestro tejado.
Es comprensible el miedo a no llenar un estadio de fútbol, pero no hemos de olvidar que habitualmente el Real Valladolid trae una media de 9.000 espectadores a Zorrilla. ¿De verdad alguien piensa que no se va a superar esta cantidad?
Ya ha habido experiencias positivas en otros estadios. Las finales de Copa entre nuestros equipos vallisoletanos y el Bathco de Santander se han celebrado en Palencia, en la Nueva Balastera. Y entre palentinos, cántabros y vallisoletanos se superaron los 4.000 aficionados. Ahora, el objetivo es más atrevido, pero tenemos un mes por delante para que todos pongamos de nuestra parte y consigamos, quizá, el mayor éxito mediático del rugby a nivel nacional en años.
El Ayuntamiento de Valladolid, el VRAC Quesos Entrepinares, el Hermi El Salvador, la Federación Española de Rugby y la Liga de Fútbol Profesional están de acuerdo en que Valladolid y Zorrilla se conviertan en el foco del rugby nacional. Es cierto que aún quedan por sortear algunos de los obstáculos que plantea un evento de estas características. Uno de ellos es conseguir que el bocadillo de panceta de Pepe Rojo esté presente en Zorrilla. Su ausencia sí que sería un verdadero problema y no el resto de tonterías. #PorUnBocadilloDePancetaEnZorrilla.
