De nuevo, el equipo pucelano volvió a dejarse puntos en Zorrilla. Una más en el recorrido caótico que le está haciendo perder ocasiones una y otra vez, en un escenario que se está poniendo cada día más exigente. El Valladolid no está mostrando nunca la capacidad para solventar ese problema goleador. Ni siquiera se ve que con el cambio de piezas la cosa pueda mejorar.
Se necesitan perfiles distintos que aporten algo de frescura, pero a un mes de un mercado de enero que puede darle algo distinto al equipo, las dudas son todas. A pesar de la realidad actual, hacemos, como cada jornada, un repaso del partido para sacar tres favoritos de entre todos los participantes en el nuevo empate del Real Valladolid en la Jornada 16 y en el José Zorrilla, esta vez ante el Málaga: David Torres, Guilherme Fernandes y Mathis Lachuer.
David Torres, de nuevo el más destacado en defensa
Ya empieza a ser costumbre que el más destacado o uno de los que mejor lo hacen cada semana sea David Torres. El canterano del Real Valladolid deja claro que su mejoría no es transitoria. De momento, sigue manteniendo un nivel que le hace ser un jugador destacado en casi todo cuando se trata de defender. Rápido al corte, corrigiendo bien a la espalda de sus compañeros, cubriendo la subida de Guille Bueno, siendo parte efectiva de la salida de balón y mostrando aptitudes con balones por alto y por bajo.
Un jugador completísimo en defensa que con el pasar de las semanas ha argumentado de manera clara ser el futbolista con más minutos disputados del equipo, con 17/17 partidos jugados con los blanquivioletas esta temporada. En el partido ante el Málaga, el gol no vino desde su lateral y la defensa a Adrián Niño era poco menos que imposible, por lo que poco se le puede achacar. Ante los andaluces, 90 minutos de nuevo, siendo líder en acciones defensivas, con 14 despejes, 5/11 duelos ganados y un 82% de efectividad en el pase.
Guilherme Fernandes, el mérito de aparecer siempre
Tiene mucho mérito que un portero pueda ser parte de los mejores de un partido cuando tuvo tan poco trabajo y recibió un gol. Es el caso de Guilherme Fernandes, un asiduo cada semana a la hora de hablar de los mejores, pero que representa a la perfección lo que ha sido el duelo del Pucela en el José Zorrilla. El portero luso tiene la capacidad de ser importante siempre, incluso en un partido en el que el uno a uno acaba condenando las sensaciones de un Valladolid que se impide, por puntería, seguir creciendo.
El portero portugués intervino dos veces en todo el partido, recibiendo un gol en contra, pero sus dos paradas fueron tan determinantes que vuelven a hacer tomar tierra a un Valladolid que ve cómo sus rivales, con tan poco, son capaces de hacer daño. Las dos paradas de Guilherme y su calma a la hora de ser parte de la salida (un 62% del éxito en sus envíos, con un 74% en envíos largos) le hacen un componente clave para entender su rendimiento y buen nivel. Un jugador imprescindible para mantener el escenario propicio para que al Pucela (casi) solo le haga falta marcar.
Mathis Lachuer, por fin cerca de lo imaginado
En el partido ante el Málaga, el Lachuer del Valladolid fue lo más parecido que hemos visto al Lachuer que queríamos en Valladolid. Por delante de Juric y Ponceau, su rol le permitió asomarse más por delante, siendo uno de los elementos clave para generar pasos convincentes a nivel ofensivo, siendo un recurso más llamativo por dentro para que el Valladolid de Almada tuviera más presencia entre líneas. Un equipo acostumbrado a solo crecer por banda, de pronto encontró situaciones ofensivas creadas por dentro.
Mucha culpa fue del francés, que por primer vez se pareció al jugador determinante y con recorrido que habíamos descubierto en Miranda de Ebro. Un futbolista que, lejos de estar en su techo, debe seguir creciendo física y tácticamente para poder sumar aún más a nivel de cohesión y de creación en este equipo. Su rol es clave y, por primera vez, se vieron algunos brotes verdes de lo que ha de ser en Valladolid. En el partido ante el Málaga, jugó 65 minutos, en los que logró un 76% de efectividad en el pase y un 100% en envíos largos, creando una ocasión clara de gol (a Peter Federico) y ganó un 57% de sus duelos.