Este martes, el estadio José Zorrilla volverá a encender sus focos para uno de esos partidos que, aunque ya no tienen peso en la clasificación para uno de los dos equipos, siguen teniendo algo que decir. No hay un partido sin nada en juego en esta liga, aunque el Valladolid se haya despedido ya de este nivel competitivo. Con el destino en Segunda División confirmado, el Pucela recibe al Girona, un equipo que aún se juega la vida en la recta final de LaLiga, con Alavés y Leganés muy pendientes de lo que pase en Valladolid.
Para los de Álvaro Rubio, será una nueva oportunidad, la penúltima ya en casa, para reconciliarse (de ser eso posible) con una afición que ha sufrido más de lo que merecía este año. Y si bien es cierto que no todo es culpa del actual técnico del Valladolid, el equipo no ha mejorado en nada lo visto a lo largo del año y la lista de novedades de cara al año que viene es inexistente, a pesar de que su perfil como entrenador del Promesas hasta su llegada al banquillo del primer equipo le diera esa posibilidad de innovar.
El descenso, duro y prematuro, ha dejado al equipo sin margen de reacción, pero no por ello exento de esa opción de contribuir a aclarar algo en el incierto futuro del club. El partido llega, además, en un día señalado para la ciudad, la fiesta de San Pedro Regalado, patrón de Valladolid. Una fecha que, más allá de lo simbólico, debería poder servir para honrar un escudo demasiado maltratado.

Enfrente estará el Girona de Míchel, un equipo que aún respira la tensión de los que no tienen nada asegurado y que este año ha sufrido de lo lindo. Con su técnico de vuelta tras superar un problema de salud, los catalanes saben ya que un triunfo en Zorrilla puede ser el paso definitivo hacia una permanencia realmente reñida. Con un estilo de juego reconocible y mucho en juego, los gerundenses quieren hallar la certeza lejos de casa.
Un Valladolid sin perdón
El Real Valladolid afronta el duelo de este martes con una incógnita. La de siempre. De si afrontará el partido ante el Girona para crear algo nuevo de cara al futuro o insistirá con las sensaciones actuales. Con el descenso ya confirmado y una larga lista de heridas que no han terminado de cerrar y sin nada en juego a nivel clasificatorio, el equipo de Álvaro Rubio se aferra una vez más a un argumento emocional que de momento no funciona.
Álvaro Rubio no podrá contar con varios jugadores habituales (Javi Sánchez, Aidoo y Torres están lesionados) y tiene la oportunidad de dar minutos a nombres menos frecuentes o jóvenes. Aún con la presencia de Iago Parente y Alani en la convocatoria, la realidad es que las dudas de su participación son muy serias. La opción de que el técnico apueste por dar continuidad a la vieja guardia es bastante probable a pesar de las bajas.
Con la duda de la portería, que de momento gana André Ferreira, el Valladolid puede ir con el 1-4-1-4-1 típico, con línea de cuatro atrás con Candela y Aznou en los perfiles, Cenk y Cömert por dentro, Nikitscher cerrando en mediocampo, Chuki y Amallah en los interiores y el ataque servido por el desequilibrio de Moro en izquierda, la creatividad de Iván Sánchez en derecha y la velocidad de Sylla arriba.
Un Valladolid no gana desde enero y en el que la dinámica es tan negativa que cualquier signo de reacción será bien recibido por una afición hastiada. Porque, pese al descenso, aún hay mucho por decir sobre quién quiere quedarse en pie en medio de un naufragio que empieza a no dejar espacio para la esperanza… incluso mirando al horizonte.
▪ CONVOCATORIA
A las órdenes de Álvaro Rubio para el #RealValladolidGirona de mañana. pic.twitter.com/eI7WNTbmt2— Real Valladolid C.F. (@realvalladolid) May 12, 2025
Un Girona en busca de la salvación
El Girona de Míchel Sánchez aterriza en Zorrilla como un equipo que aún camina por el alambre. Con solo 38 puntos cosechados en la actual temporada 24/25, los catalanes saben que un triunfo ante el Valladolid podría significar la permanencia virtual en LaLiga y despegarse de quienes han ido complicando la vida al equipo catalán, especialmente en la pelea de Sevilla, Alavés y Leganés.
En Girona llegan con su entrenador de vuelta en el banquillo tras superar una trombosis que lo apartó momentáneamente del equipo y su regreso, emocional y simbólico, puede ser el impulso que necesita un grupo que, aunque ha perdido regularidad respecto a campañas anteriores, sigue teniendo una identidad muy marcada a través de su estilo de juego.
Sobre el césped, se espera a un Girona fiel a su idea con balón, sabiendo que el Valladolid les puede dar el contexto para que la paciencia y la tenencia del esférico los acerque a su mejor versión. La paciencia asociativa con balón y la presión sin él, podrían acompañar la voluntad de un Girona de líneas compactas y gran altura de juego.
Con la opción de que Míchel recupere su tradicional 1-4-3-3 como base, podría salir con Gazzaniga en portería, Blind y Juanpe mandando desde atrás, con Oriol Romeu como faro en la base del centro del campo. La amenaza ofensiva llegará por los costados, con Arnau y Tsygankov por derecha y con Blind (por dentro) y Portu por izquierda. Por dentro, Arthur e Iván Martín para la creatividad y un Stuani (máximo anotador) listo para el remate.
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— Girona FC (@GironaFC) May 12, 2025
Posible alineación del Real Valladolid
André Ferreira; Candela, Cömert, Cenk, Aznou; Nikitscher; Iván Sánchez, Amallah, Chuki, Moro; y Sylla.
Bajas y dudas: Javi Sánchez, Aidoo y David Torres.
Posible alineación de Girona FC
Gazzaniga; Arnau Martínez, David López, Juanpe, Daley Blind; Oriol Romeu, Arthur, Ivan Martín; Tsygankov, Portu y Stuani.
Bajas y dudas: Miguel Gutiérrez, Bryan Gil, Van de Beek, Misehouy, Artero, Krejci (acumulación de tarjetas) y Yángel Herrera (acumulación de tarjetas).
No te puedes olvidar…
- El partido corresponde a la jornada 36 de LaLiga.
 - Se jugará el martes 13 de mayo, en el estadio José Zorrilla de Valladolid, a las 19:00 horas.
 - Se emitirá por televisión a través de Movistar.
 - El colegiado será Quintero González, con el apoyo en el VAR de Mateo Busquets.
 
			