Blanquivioletas
  • Primer equipo
  • Cantera
  • Fútbol provincial
  • Fútbol regional
  • Opinión
  • Actualidad
  • EN
Blanquivioletas
No Result
View All Result

Las 3 claves de la victoria del Valladolid ante el Granada

Una mirada profunda a los motivos que llevaron al Real Valladolid a una nueva victoria en la jornada 12 de LaLiga Hypermotion ante el conjunto andaluz

por Miguel Ruiz
4 de noviembre de 2025
en Primer equipo
Valladolid Granada

Chuki y Alejo celebran el gol que dio la victoria al Pucela | Foto: LaLiga Hypermotion

La “mochila” de Pacheta en su vuelta a Zorrilla

Javi Sánchez: brazalete, pitos y un visto y no visto

Tres puntos ‘made in Los Anexos’

El Real Valladolid se enfrentaba al Granada CF de un viejo conocido como Pacheta en el José Zorrilla en un día en el que lo vital, una vez más, era ganar. Después de una primera mitad para el olvido, el Pucela terminó encontrando el camino hacia una victoria trabajada ante un Granada que empezó mucho mejor pero acabó desbordado.

El equipo de Guillermo Almada, muy lejos de su mejor versión durante los primeros 45 minutos y con una línea defensiva extraña y muy descolocada, supo reaccionar a tiempo y, empujado por la necesidad, movió el banquillo en el descanso para encontrar la calma y el orden necesario para despertar y cambiar el rumbo del partido a tiempo para celebrar una victoria tras empezar por detrás.

No fue un triunfo brillante, pero sí uno que refleja, en 45 minutos, que este equipo puede dar más de lo que se ve habitualmente. Tres puntos muy importantes para seguir en la pelea en la clasificación. En la búsqueda de las razones de haber vuelto a esa senda de la victoria en LaLiga Hypermotion, expongo las que me parecen las tres claves que pueden explicar el desenlace de este partido ante el equipo nazarí.

Una primera parte para olvidar

El comienzo del encuentro entre el Real Valladolid y el Granada CF fue un auténtico paso en falso para el equipo vallisoletano. La escuadra dirigida por Guillermo Almada quedó lejos del nivel exigido, sin la presión constante que suele ser parte de su ideario, con pérdidas frecuentes en zonas clave del campo y con un rival que encontró vías de avance con relativa facilidad gracias a una defensa muy descompensada. De hecho, todo comienza con un once inicial extraño, en el que entra un Javi Sánchez que solo duró 45 minutos en el campo. 

Pese a arrancar como local y con las expectativas de imponer su juego, el Valladolid ofreció una primera mitad donde la ansiedad superó a la idea, creando más desconcierto que fluidez. El conjunto pucelano tardó en ajustar su actitud defensiva, dejó espacio para que el rival explotase la banda izquierda y los automatismos ofensivos se contagiaron de imprecisión. En ese escenario desfavorable, el Granada encontró su recompensa al adelantarse y obligar al anfitrión a recomponerse.

Javi Sánchez Valladolid
Javi Sánchez, titular y sustituido ante el Granada | Foto: LaLiga Hypermotion

Ese gol visitante amplificó los gestos de inquietud en el Zorrilla y dejó expuesta una vulnerabilidad que hasta entonces no había definido en la temporada. Esa ausencia de rigor colectivo y la falta de claridad para cerrar líneas permitieron que el Granada se sintiera cómodo y firme, instalándose momentáneamente en el control del partido. La defensa del Valladolid estaba desdibujada, con deterioro evidente del orden habitual y con un desconocido perfil diestro donde Iván Alejo y Javi Sánchez no lograron entenderse para las marcas. Incluso David Torres, habitualmente destacado, falló más que de costumbre.

La mala gestión de la ventaja del rival, sumada a una circulación lenta del balón y la falta de mordiente ofensiva, convirtió el primer acto en un doloroso aviso. A esas alturas, el Valladolid había perdido el guion que quería implementar, se vio reducido a transiciones defensivas y dejó escapar varias ocasiones donde haber recortado el marcador. Lo que debía ser un dominio inicial del local se transformó en una sucesión de errores y falta de chispa que condicionó absolutamente toda esa primera mitad.

Paso adelante y Ponceau como animador del juego interior

El segundo tiempo trajo otro aire para el Real Valladolid. Almada ajustó su dibujo táctico, tomó riesgos más medidos y recuperó una versión más reconocible de sus intenciones ofensivas gracias a la inclusión de un punta más marcado como Jorge Delgado, situando a Amath en banda zurda y metiendo a Tomeo en el campo para ajustar la altura de la línea defensiva y definiendo desde dónde pretendía el Pucela aparecer en campo contrario.

Ponceau Valladolid
El Real Valladolid mejoró junto a Ponceau | Foto: LaLiga Hypermotion

Fue en ese escenario cuando apareció Julien Ponceau como dinamizador del juego interior. Su movilidad entre líneas, capacidad para recibir de espaldas e iniciar jugadas con pausa dio al Pucela algo que le faltó en la primera parte, en la que el mediocampista también estuvo muy ausente. Con esa claridad ascendente y una mayor velocidad en las transiciones, el equipo comenzó a generar superioridades en zonas clave gracias a las conducciones y ruptura de líneas que otorgaba un pasito por delante de Juric en esa zona en la que se precisa entendimiento, valentía y precisión.

Ponceau destacó en la medular como enlace entre la base de la jugada y la línea ofensiva, aportando conexión y visión de juego. Un matiz que permitió que los atacantes pudieran recibir mejor posicionados y que los laterales hicieran más daño al avance rival. Su intervención fue clave para que ofuscamiento se tornase en paciencia ofensiva y para que el Valladolid sometiera al Granada en su propio área durante largos tramos de una segunda mitad que apenas dejó ver los problemas de los primeros 45 minutos. Esa reactivación se tradujo en el gol del empate y en mantener una presión continua.

Insistencia y el punto de suerte que ha faltado siempre

Aun con la remontada consumado y el marcador favorable al final, el equipo pucelano evidenció que la victoria no se construyó sin esfuerzo y sin un toque de fortuna que, en otras ocasiones, le ha sido esquiva. La insistencia fue un rasgo definitorio, con centros al área rematados a medias, insistencia hasta el último segundo y presión alta que forzó el penalti que permitió el gol decisivo. Pero esa insistencia llevaba implícito el reconocimiento de que, de no haber contado con ese regalo del rival, con una mano dentro del área en el tramo final, sin la que quizá el resultado habría sido distinto.

Chuki Valladolid
Chuki, tras su gol con el Real Valladolid | Foto: LaLiga Hypermotion

La suerte, en efecto, acompañó en ese instante clave y resolvió una noche que hasta hace poco parecía encaminarse al fracaso. Aun así, queda el reconocimiento de una tendencia: la falta de continuidad en el juego dominante, las imprecisiones en momentos determinantes y la necesidad de que ese golpe de fortuna sea menos protagonista y más complemento de una estructura firme. Si el Valladolid quiere aspirar a más, deberá reducir la dependencia de ese margen de suerte y consolidar la insistencia como hábito.

  • Aviso legal
  • Política de cookies
  • Contacto

© 2025 Blanquivioletas

No Result
View All Result
  • Primer equipo
  • Cantera
  • Fútbol provincial
  • Fútbol regional
  • Opinión
  • Actualidad
  • EN

© 2025 Blanquivioletas