Los deberes en verano no siempre resuelven todos los problemas que surgen durante el curso. Es por eso que las plantillas deben asegurarse de que, en enero, todo quede bien cerrado para mirar hacia los objetivos que suelen lograrse o perderse medio año después, cuando mayo toca a su fin. Al menos si se tiene la esperanza de que el Real Valladolid pueda seguir en la estela del ascenso, sería clave que pueda mejorar en algo su plantilla.
Las necesidades de quienes optan por este segundo mercado anual deben saber que los precios no serán los mismos y que las gangas no abundan, por lo que la realidad es que el análisis de la plantilla y de las necesidades que podría tener en ese mercado de enero el propio Valladolid. Tener claras las necesidades podría llevar a facilitar un nuevo mercado de fichajes que facilite la labor. Como si tuviéramos que ir al supermercado, mejor ir con la lista de la compra bien clara e impedir que caigamos en caprichos inútiles o no elijamos bien los ingredientes del menú de la semana.
Delantero con gol
Esta es una definición bastante llamativa de lo que necesita el club, que es capacidad de finalización, pero lo cierto es que eso de “delantero con gol” no existe. Es cierto que la realidad de este club necesita urgentemente goles, pero es muy difícil, no solo identificar, sino también adquirir un perfil como este. Esa es la cuestión esencial de este tipo de jugador y de esta necesidad, pues el gol es lo que más caro se paga en cualquier mercado, especialmente en el mercado de fichajes de invierno.
Mediapunta o segundo delantero móvil
Muy importante sería añadir un jugador móvil, ágil y rápido, que pueda cumplir como mediapunta, enganche o ese segundo punta para el perfil del ataque en un 1-4-4-2. Una pieza que facilitaría el rol ofensivo de su par en ataque (la mayoría de los perfiles son referenciales) y sobre todo aumentaría la facilidad de que su rol pueda hacer las veces de escalón intermedio entre el doble pivote y la línea ofensiva.
Un buen recurso que podría servir para que el Valladolid pudiera ganar recursos ofensivos y aumentar el tejido creativo en un dos por uno interesante. Será difícil identificar un perfil de rendimiento inmediato, pero sería la pieza más vital y realista para mejorar con muy pocos movimientos la plantilla del equipo blanquivioleta.
Un interior creativo (a poder ser con llegada)
En vista de la dificultad del equipo a la hora de progresar por dentro, las opciones que puede llegar a dar un interior creativo son infinitas. Debería ser un perfil que sepa asociarse, progresar en conducción y saber diferenciarse en zona de tres cuartos. Esa mirada adelante de un jugador de mediocampo, sobre todo a la hora de asociarse en largo y en corto, parece muy útil.
Y la realidad es que, de todas las piezas que puede necesitar este Real Valladolid, quizá esta sea la más interesante de todas, por poder multiplicar las opciones de los jugadores ofensivos. Un perfil complicado, sin embargo, por los pocos perfiles disponibles a bajo precio y, aún más, por la cantidad de efectivos que se tienen en el centro del campo.
Y las salidas, ¿qué?
Está claro que si hay algo que haya hecho daño a la facilidad del club para acometer fichajes, en los últimos años y en este pasado verano, son las altas fichas heredadas de periodos previos, así como el desbalance de la plantilla en algunas posiciones. Realmente, esa es una realidad que Orta y los suyos supieron arreglar hasta donde pudieron, aunque varias piezas debieron ser aceptadas a pesar de que no parecían tener cabida en el proyecto actual.
La sensación es que en ese grupo tendrían cabida Marcos André (en caso de aumentar las opciones en el rol de atacantes) y Javi Sánchez. Ambos han mostrado que no están a la altura de la realidad actual del Valladolid y de sus objetivos. Esto es algo que complica de manera lógica que puedan acumular minutos o ser útiles en los mismos de manera regular. En esa situación, la salida parece ser la mejor de las opciones para poder aliviar las necesidades de los jugadores y del propio Real Valladolid.