El evento solidario organizado por el Real Valladolid contó desde el inicio con buena representación de aficionados y diferentes instituciones

El solecillo calentaba, al menos lo suficiente como para considerar la tarde apacible, más para tratarse de mediados de enero. La temperatura era buena, el ambiente siempre parece mejor si la música ameniza una espera y marcar un gol a los porteros del Real Valladolid siempre tiene su aliciente, aunque uno sea precisamente hincha blanquivioleta. Sin embargo, cualquiera de estas motivaciones es muy poca en comparación con el fin último del evento desarrollado este miércoles en la Plaza Mayor.
La convocatoria no fue fallida: la afición se sumó a la iniciativa de lanzar penaltis a la leucemia y estuvo presente desde minutos antes del inicio del acto, programado para las 16:00 horas y que tuvo como pistoletazo de salida el disparo –certero– de Óscar Puente, alcalde de la ciudad, a Masip. Ciertamente, el cancerbero no se empleó muy a fondo, pero tampoco tocaba. Lo más importante esta vez no era dejar la puerta a cero, sino todo lo contrario; que entraran todos.
La iniciativa promovida por el proyecto social XII Pucela que lleva por nombre #elmejoroncedelahistoria, en apoyo a la lucha contra dicha enfermedad y junto a la Fundación unoentrecienmil estuvo respaldada por las principales fuerzas políticas y por distintos clubes de la ciudad. Así, realizaron sus disparos a puerta personalidades como el propio Puente, el concejal de deportes, Alberto Bustos, el líder del PP en el Ayuntamiento, José Antonio Martínez Bermejo, o deportistas como el baloncestista Sergio de la Fuente, principal figura del CBC Valladolid, o distintos jugadores de rugby como Manu Serrano o Dani Marrón.
Los aficionados generaron colas para tirar penaltis, previa muestra del mensaje a los voluntarios de turno, lo que muestra el apoyo a una causa de tal envergadura, a cuya lucha irá destinada también la taquilla del partido del sábado ante el Sevilla Atlético. Las entradas tendrán un valor de cinco euros.

