Con la intención de evaluar de manera clara y concisa una temporada llena de problemas que han afectado a todos los niveles al Real Valladolid, dividimos el análisis deportivo del equipo pucelano para pararnos en cada una de las posiciones en el terreno de juego y poder valorar la contribución de cada uno de los efectivos en su justa medida. Una revisión total del rendimiento adaptada al nivel, las expectativas, la trayectoria de todos los futbolistas que han tocado césped y han tenido minutos en este Real Valladolid durante la temporada 2024/2025. Es el turno de los laterales.
La realidad de los laterales en el Real Valladolid 24/25 ha sido dramática, empezando precisamente por la ausencia de un lateral izquierdo hasta enero, donde el fichaje de Aznou remedió de algún modo esa falta de perfil zurdo. El de Barcelona fue el primer lateral izquierdo de la temporada después de que Lucas Rosa hiciera las veces en su lado antinatural.
Por la derecha, el equipo no fue capaz tampoco de encontrar estabilidad, con un Luis Pérez envuelto en problemas dentro y fuera del campo y con un Candela llegado en el mercado de enero y un Koke que no llegó a debutar esta campaña. Eso hace valorar el escenario de manera francamente negativa, desde el punto de vista de la planificación y del desempeño futbolístico.
Lucas Rosa
El mejor de largo. Sin duda uno de los nombres positivos en la temporada del Real Valladolid… habiéndose ido en enero. La temporada de Lucas Rosa con la blanquivioleta esta 24/25 es de mayúsculas por su capacidad de hacer de un parche su argumento principal para ser dominante en un rol que no fue el suyo.
Jugando en banda opuesta, fue el que mejor ordenó al equipo por dentro en salida de balón y el que mejor criterio y rendimiento supo encontrar a una banda izquierda huérfana. Siendo lateral derecho y demostrando que su calidad no estaba solo en el campo (en el Ajax ha lucido en su posición natural), Rosa fue uno de los clavos ardiendo en los que se pudo apoyar el Valladolid en las pocas semanas en las que siguió respirando.
Luis Pérez

Pocas cosas se le pueden echar más en cara a Luis Pérez que el hecho de tomar siempre la peor decisión posible a nivel de relación con la grada. Sin ese papel protagonista en las disputas del público hacia su actitud y rendimiento, Luis Pérez podría haber sido un activo de más valor futbolísticamente hablando. No estuvo centrado nunca y salió en muchas de las fotos a nivel defensivo.
No fue un buen año a nivel de rendimiento, mostrando agujeros lejos del nivel mínimo en Primera División en defensa y con carencias claras en los centros y las incorporaciones en ataque. La guinda del pastel se vio en ese infame partido ante el Getafe donde perdió los papeles ante Latasa y que acabó por desbordar la sensación de que la tensión por la ruptura de Luis Pérez con la grada también se había trasladado al vestuario.
Adam Aznou

Futbolista de futuro, cartel prometedor y llegado de un gigante europeo, la llegada de Adam Aznou no solo conseguía tapar el agujero más grave de la plantilla en el lateral zurdo, sino que parecía dar esperanzas a quienes no conocieran demasiado bien el perfil del joven jugador del Bayern. El ex del Barça tiene nivel, pero es un lateral hecho para equipo dominador.
El Bayern quiso mandarle de erasmus y la prueba ha sido más compleja de lo esperado. Los exámenes defensivos no le han ido nada bien (pero le habrán curtido) y ofensivamente ni ha tenido demasiadas oportunidades ni demasiado acierto. Tiene mucho que aprender aún, pero seguro que recuerda su Vietnam particular a lomos de un Real Valladolid en llamas.
Henrique Silva
De ser un fichaje sorprendente, tras un año en el dique seco, a disputar 353 minutos con la blanquivioleta. La decisión de recuperar a Henrique Silva del paro fue una de las cuestiones más llamativas de la dirección deportiva en esta 24/25. Futbolista con escaso protagonismo en su última etapa en el fútbol francés, llegaba como una auténtica incógnita.
Tardó en entrar en dinámica pero, tras alcanzar el nivel físico exigible, pareció convencer en varias ocasiones a Álvaro Rubio para ocupar el perfil zurdo por delante del cedido Aznou. Más defensivo y ordenado que su compañero hispano-marroquí, el nivel del brasileño dejó mucho que desear pese al esfuerzo.
Antonio Candela

Hay pocas cosas peores en la hoja de ruta de un jugador que sale de su club buscando minutos que regresar con la sensación de haber sido intrascendente. Antonio Candela volverá al Venezia un poco con esa evaluación general, tras haber mostrado poder jugar como central y como lateral.
Pero desde luego, se vuelve a Italia sin la importancia que el club veneciano, el Valladolid y el propio Candela hubieran deseado para esta corta etapa de cesión. La realidad es que su nivel no ha sido el esperado para poder potenciar las opciones en el perfil derecho, ni en ataque ni en defensa. Poco y sin la sensación de haberse guardado nada.
Raúl Chasco
El canterano tuvo pocas oportunidades de pedir sitio en el primer equipo a partir de la destitución de Pezzolano a pesar de que el Valladolid apenas tenía opciones en ese lateral izquierdo. Raúl Chasco ni siquiera pudo completar un gran papel con el uruguayo, pero los algo menos de 300 minutos jugados con el primer ocupante del banquillo del Pucela indican que, como poco, entraba en las rotaciones con Lucas Rosa.
El canterano no daba muestras de poder ser un habitual a causa de su madurez y el nivel requerido en LaLiga, por lo que se perdió la oportunidad de haber visto algo más al único lateral zurdo disponible hasta el mercado de invierno en el equipo pucelano.
