La eliminación del Real Valladolid de la Copa del Rey ha sido tan prematura como sorprendente. Ni siquiera los más agoreros del lugar, que aventuran desastres al más puro estilo Nostradamus, habrían anticipado caer contra un Portugalete no solo digno, sino superior al conjunto de Guillermo Almada. El equipo que dirige el charrúa tiró y rompió otra copa más; la enésima, dirán esos mismos pesimistas, en este caso, con razón. Y es que, aunque no caía el Real Valladolid tan pronto desde 2005, se trata de una decepción más en el llamado ‘torneo del KO’.
Hablando de sinónimos y eufemismos, más de un aficionado blanquivioleta pensará -y con razón-, continuando con los símiles pugilísticos, que el Real Valladolid tiene una mandíbula de cristal, que siempre besa la lona a las primeras de cambio. Ante este sentir uno puede esgrimir el término medio, que es donde dicen que se halla la virtud, y recordar que no es exactamente así, aunque tampoco le hacen las últimas ediciones coperas un enorme favor al equipo, sea quien sea quien lo conforma, quien lo dirige y hasta quien es su propietario.
Por PRIMERA vez desde 2005, el @realvalladolid eliminado en una ronda tan temprana en Copa del Rey.
La última vez que sucedió fue ante el Xerez de @Alcaraz_Lucas en penaltis. https://t.co/w1liJGP4EF
— Fran Martínez (@LaLigaenDirecto) October 29, 2025
Un Zorrilla ‘abstemio’ desde 2022
Como en la vida nada es verdad ni nada es mentira, sino que todo depende del cristal con que se mira, los más templados del lugar podrán decir que tampoco es para tanto el siguiente particular, y es que desde enero de 2022 el Real Valladolid no ejerce de local en una ronda de Copa. Y aunque se pueda achacar esto al modelo, que prioriza los campos de los clubes más modestos, esto es realmente definitorio de un mal crónico que daña a los blanquivioletas: nunca en las últimas temporadas ha habido avances suficientes como para ilusionarse ni tan siquiera un poquito.
En ese 2022, el Real Betis dio cuenta de los pucelanos con un 0-3 en dieciseisavos de final, misma ronda en la que estos cayeron en 2023 contra el Deportivo Alavés en Mendizorroza. Todavía en este año, pero a finales, ya durante la temporada 2023/24, fue el Espanyol quien apeó al Real Valladolid en segunda ronda. Entretanto, la pasada campaña se vivió un episodio sonrojante que supera esta, con bastante, como fue la eliminación en O Couto a manos del Ourense, ‘solo’ un buen equipo de Primera RFEF. Si aquello no fue digno, por más que el fútbol sea así, que diría aquel, esto menos, como reconoció Aceves.
El Real Valladolid no alcanza los cuartos desde 2007
Por contundente que suene, esconde todo esto una realidad, y es que, igual que hay generaciones orgullosas de haber vivido la Copa de la Liga y las clasificaciones para Europa, hay una generación de aficionados del Real Valladolid que no ha visto a su equipo ni tan siquiera en cuartos de final de la Copa del Rey. Si bien en la primera década de este siglo se llegó a estar entre los ocho mejores en tres ocasiones, desde 2007 el Pucela no ha vuelto a pisar esas rondas definitivas, lo cual es, para el aficionado medio, siempre un aliciente.
Desde entonces, el los últimos dieciocho años, nada menos que 31 equipos han llegado hasta esa ronda; entre ellos, varios -dicho con el máximo respeto- con menor historia que el vallisoletano. Así, desde la eliminatoria de 2007 contra el Deportivo de La Coruña han pasado varias veces por cuartos conjuntos como el Getafe (seis), el Levante (tres) o el Leganés (dos), por no hablar de otros como el Alcorcón, el Eibar o el Mirandés, que hasta en tres ocasiones ha vivido hitos con los que alegrar a su afición, mientras la del Valladolid poco o nada ha tenido para llevarse a la boca.