No lo tiene fácil el Real Valladolid, hay que ser sinceros. Y no, contra todo pronóstico, no estoy hablando de la nefasta imagen de esta 2024/2025 que empieza a dar sus últimos estertores, encarando ya mediados de abril y con la mirada ya en las últimas semanas de competición, con menos de diez partidos en juego y muy poco a lo que agarrarse para intentar seguir en Primera División. El Pucela ya no es equipo de Primera, pero una vez asumido, hay que empezar a trabajar a conciencia sobre lo que necesita el equipo en todas sus líneas, no sólo a nivel de banquillo, para beber de un proyecto estable con ideas claras, sino también una plantilla que acompañe.
Recorriendo con calma todos los puestos de los que se sabe que estarán en el Pucela la próxima campaña, podremos hacer un balance general de posibles perfiles cubiertos y necesarios, sabiendo que de cara a la siguiente temporada parece sensato pensar en una competencia de Segunda División, pudiendo recalibrar las opciones competitivas dentro de cada uno de los jugadores del Valladolid sin tener en cuenta las sensaciones firmes de su recorrido en Primera División en este último año y pudiendo recuperar, al menos para el cortísimo plazo, alguno de los perfiles que este año no han funcionado o no han tenido peso. En esta primera parte, recorremos dos líneas: portería y defensa.
La portería que esperar en el Real Valladolid 25/26
La portería es un puesto más que clave, en la que las dudas alimentan todos los pasos dados por el equipo. Con un Hein que volverá a su disciplina en Inglaterra y un André Ferreira con contrato hasta 2027, el Valladolid recuperará a Álvaro Aceves y tendrá disponibles dos porteros del filial (si no sale ninguno) que han tenido continuidad, al menos en los entrenamientos, dentro del primer equipo, como Arnau Rafús y Fer Pérez.
El caso de Andre Ferreira es muy complejo. Es un futbolista con muy malos números en Primera División que no ha conseguido asentarse, de momento, en el fútbol español. A pesar de todo, el Real Valladolid adquirió un compromiso de compra que ha llevado a un contrato que costará poder rescindir, sabiendo, además, que puede tener un mercado muy limitado por su escasa participación en los últimos tiempos como portero en Valladolid, siempre superado por los que ha tenido delante y, especialmente, por Hein en la presente campaña.
El caso de Aceves es distinto. De ser uno de los jugadores con más progresión de la cantera y un perfil de dimensión nacional, con participaciones ya con las categorías inferiores de la selección española, ha tenido muy pocas opciones de mostrar su nivel competitivo con el primer equipo del Valladolid. Sí lo hizo en su primera etapa como cedido en Elda, donde fue capaz de destronar a su rival en la meta y hacer una temporada muy llamativa como portero titular. Es lo que ha llevado este año a confiar en el Eldense para tenerlo cedido, sabiendo que en el primer equipo no tenía sitio. A pesar de eso, su incomparecencia complica un análisis real de lo que es o no como portero en la actualidad y define la apuesta que deberá hacer el Valladolid en su portería en la 25/26.
Personalmente, me parece sensato creer en la opción de buscar una nueva jerarquía. Aunque apostar por un perfil como el de Aceves en un año en el que, de momento, ha participado menos de lo esperado en el Eldense, pueda parecer un riesgo, es el perfil que mejor se podría ajustar a la necesidad actual del equipo y lo que puede ser su peso en Segunda. Sabiendo que Ferreira en Primera División ha hecho aguas, conviene sopesar lo que será la dimensión competitiva del equipo en segunda categoría y el contrato en vigor, por lo que deberá ser tenido en cuenta, bien como apuesta titular (para mí, no debería) o como suplente. Con todo, la portería es un puesto con cuatro posibilidades, a la espera de posibles salidas, por lo que el mercado parece un escalón lejano si es que pueden llegar a convencer Aceves o Ferreira en el contexto de LaLiga Hypermotion.
La defensa, mucho que corregir y poco que rescatar
Hay mucho que cambiar en la realidad de la zaga del Real Valladolid a nivel competitivo, de plantilla y, sobre todo, de lo que ha sido la planificación. Si bien la llegada de Juma mejoró el contexto particular de los meses que siguieron, su salida en enero no tuvo un reemplazo de nivel o de garantías con Aidoo. Pero es que previamente ya hubo claros signos problemáticos en un Valladolid que necesitaba apuestas más firmes por un puesto que, de cara a la próxima campaña tendrá muy pocos efectivos rescatados por ser muchos de los actuales perfiles cesiones de otros conjuntos. Y de muy poco nivel, se ha de decir.
Cenk, Cömert, Aznou, Candela y Aidoo saldrán del equipo en junio, por lo que la defensa queda en cuadro. Más sabiendo que Luis Pérez saldrá con toda seguridad y dejará aún más vacío ese hueco defensivo también en los laterales. Con la duda de Henrique Silva, con contrato solo hasta final de campaña (se entiende que deberá convencer para alargar el acuerdo), y con una bisoñez evidente en el lateral diestro, los laterales necesitan refuerzos. También en el centro de la defensa hay muchas dudas, con dos piezas con escasa confianza por situaciones distintas, pero que pueden cambiar por el nivel que enfrentará el Real Valladolid este próximo año. Los únicos defensas que seguirán con contrato son David Torres y Javi Sánchez, dos futbolistas a los que se ha relacionado ya con otros equipos (Torres estuvo ya muy cerca de salir).
Del brasileño Henrique Silva poco se puede decir de momento por la realidad que se está viviendo actualmente en el Valladolid y por su limitada comparecencia como lateral, pero los minutos vistos ante el Getafe sí reflejaron una coherencia posicional que se echó de menos con Aznou en el perfil izquierdo. Sin ser ostentoso, Silva se puede ganar con facilidad, no solo la titularidad en alguna de las citas de este año, sino también la opción de ser parte del próximo proyecto del Real Valladolid para el lateral zurdo, en el que puede tener la competencia de un viejo conocido blanquivioleta como Iván Garriel.
David Torres es un perfil que genera dudas en el máximo nivel y que incluso ha sido probado como lateral para darle algo más de altura y menos riesgos a la hora de proyectarse y desproteger la espalda, algo que, obviamente no es ideal para la naturaleza de un central joven como él. Lo que le puede dar la ventaja con respecto a Javi Sánchez o a una posible venta es que las exigencias de Segunda División le aporten más calma como central y que su aporte pueda ser decisivo. Otra apuesta más, junto con la de los canteranos que pueden sumarse al proyecto, Arco y Aranda, dos perfiles juveniles con mucho nivel para tratar de rascar minutos en un primer equipo que necesita apostar por la cantera (no es una decisión, es una necesidad).
Javi Sánchez, por su parte, es un defensa central con garantías pasadas que empiezan a mostrarse como debilidades. Se esconde de más en salida de balón a pesar de que se ha reforzado su plano físico, siendo como siempre ha sido un jugador endeble y con muchas lesiones. Es, por tanto, un jugador que deberá mostrar que su debilidad evidente ya en Primera División pueda ser minimizada en Segunda e incluso importante para acompañar la evolución de algunas de las piezas que pueden ir subiendo desde el Promesas.
Sabiendo que la cantera viene fuerte en este aspecto, con Garri, Arco, Coke o Aranda para sumar, no solventa de manera rápida la problemática que hay en todos los roles defensivos, se deberá acudir al mercado con relativa urgencia y previsión a por perfiles competentes para lo exigido y con una mirada de proyecto. No solo a por perfiles que puedan solventar problemas en esta primera campaña (cesiones), sino apuestas que den garantía competitiva a medio plazo. Es por eso la zona de mayor necesidad de mejora para el año que viene. En un cálculo rápido y sabiendo de los perfiles existentes en cantera, la sensación es que el mercado deberá encontrar, al menos, tres piezas para la defensa del equipo blanquivioleta: dos laterales y un central.
