A muchos se nos hace bola lo de pensar qué hacer con tanta ropa que ya no nos vale o que está desmejorada. Si no se puede regalar o darle otra vida, merece la pena que te quedes por aquí, pues antes de tirarlos o donarlos, piénsalo dos veces antes de deshacerte de esos viejos vaqueros que tienes por tu armario, pues podrían ser la herramienta de limpieza más resistente y ecológica de tu casa. Has de saber que el denim, el tejido que ha sobrevivido a modas, lavadoras y paseos interminables, tiene una segunda vida más allá de tu armario y que su durabilidad y textura lo convierten en el aliado perfecto para muchas tareas domésticas.
Sí, aunque parezca mentira, te puede ayudar en casi todo, desde fregar el suelo hasta fabricar un delantal a prueba de grasa para la cocina. Y es que la sostenibilidad ya no es solo una tendencia, sino que es una necesidad para no generar tantos residuos. Y con un poco de imaginación, unos vaqueros que ya no sirven para la moda pueden transformarse en un utensilio más que útil sin gastar un euro. Muchos expertos en limpieza y mantenimiento coinciden en que la mezclilla es un tejido noble, adaptable y, sobre todo, resistente. ¿Sorprendido? Pues sigue leyendo, porque aquí van siete ideas prácticas para poner en marcha tu reciclaje doméstico.
Qué 7 usos tienen unos vaqueros rotos
1. Lonas para pintar
Nada peor que una mancha de pintura en el suelo o los muebles cuando toca pintar tu casa, así que, en lugar de comprar una lona de plástico, corta las perneras de tus jeans y úsalas como cobertura protectora. Steve Evans, especialista en limpieza, asegura que el denim no solo sirve para cubrir, sino también para limpiar restos de pintura o cemento gracias a su resistencia y rugosidad. Práctico, barato y reutilizable.
2. Trapos para el coche
¿Te toca cambiar el aceite o limpiar el capó? Tranquilo, que tus vaqueros pueden ayudarte. Has de saber que el denim también absorbe el aceite y es capaz de evitar que esas manchas terribles lleguen a la ropa. Así lo explica Ryan Knoll, fundador de Tidy Home, que apunta que este material es ideal para encerar el coche: “A diferencia de los paños de microfibra, no deja pelusa”. Otro uso interesante que nos puede acompañar desde ya.
3. Delantal a prueba de todo
Con unas tijeras y algo de paciencia, puedes convertir tus jeans en un delantal de cocina o de jardinería. La tela vaquera actúa como barrera contra la grasa y el aceite y lo mejor, según Knoll, es que los bolsillos originales del pantalón pueden aprovecharse, ya que pueden llegar a ser compartimentos para guardar utensilios o herramientas, por lo que no solo habrá funcionalidad, sino también estilo.
4. Estropajo casero
Esa textura rugosa de la que ya hemos hablado y propia del denim es ideal para fregar sin rayar ninguna superficie, así que corta un trozo de tus viejos pantalones y utilízalo para limpiar el horno o el microondas sin miedo. En este caso, Karina Torner, gerente de operaciones en Spekless Cleaning, afirma que la tela de unos vaqueros ofrece la fricción suficiente para eliminar casi toda la suciedad y sin dañar las superficies, algo que no es común y sí es muy útil.
5. Guante quitapolvo
¿Tienes persianas, barandillas o rejillas que te parecen imposibles de limpiar? Volvemos al denim. Cose o dobla un trozo de mezclilla en forma de guante y vuelve a probar, ya que la tela gruesa y la textura del vaquero es más que útil para atrapar el polvo sin levantarlo, por lo que se convierte en un socio ideal para limpiar rápido sin que el polvo vuelva al aire.
6. Mopa para el suelo
Si utilizas mopa, sustituye las toallitas desechables por piezas de mezclilla, ya que su tejido absorbe bien los líquidos y resiste los productos de limpieza. Knoll asegura que “el denim ayuda a abrillantar el suelo y puede lavarse fácilmente para volver a usarlo”. Una solución duradera y sostenible que te puede ir muy bien.
7. Toallitas para tu mascota
Sabrás que tu perro suele venir del paseo con las patas llenas de barro. Pues corta los jeans en pequeños cuadrados y conviértelos en toallitas reutilizables para poder limpiar sin problema sus almohadillas. “Son lo bastante ásperas para limpiar la suciedad seca”, dice Knoll. Además, no se deshacen ni sueltan pelusa como el papel y no les hará daño.
