De todos es sabido que en España se come en horarios muy distintos al del resto de los países de Europa. Lejos de ser los más madrugadores o acostarnos nada más ocultarse el Sol, en España la realidad es que, en cuanto a los horarios, somos, como en casi todo, muy nuestros. Ese quizá es un buen primer paso para entender los porqués de algunas de las pautas que muchos expertos en nutrición empiezan a recomendar si es que quieres vivir mejor y más años. De momento, coge lápiz y papel, que te lo contamos.
La visión que trasladan los expertos se dirige, fundamentalmente, a cómo se relacionan nuestros horarios con nuestra salud, especialmente a través de los horarios que utilizamos para las comidas a lo largo del día. En el espacio, ‘Y ahora, Sonsoles’, han hecho hincapié en este tema a través de un experto en la materia, el nutricionista Luis Alberto Zamora, un especialista que trató de hacer entender la importancia de los horarios cuando de salud y nutrición se trata.
Desayunos a la luz del Sol
Si no te gusta demasiado madrugar para ver amanecer, el primero de los consejos es bastante simple y fácil de cumplir para vivir mejor, pues el nutricionista recomienda que el desayuno debe realizarse “cuando ya nos haya dado una hora de luz solar”, algo que solo es posible si nos levantamos ya con el Sol anunciando el nuevo día. Si no eres de los que se levantan un el rugido de las tripas y con un hambre voraz, te será sencillo realizar este gesto para facilitar que las células de nuestro cuerpo interprete el nuevo día y el organismo esté ya preparado para digerir los alimentos.
Esa exposición a la luz solar es clave para que nuestro cuerpo entienda mejor los tiempos. Así como las horas de sueño por la noche nos favorecen a la hora de recuperarnos, las horas a las que empezamos a alimentarnos también son clave para poder mejorar de manera clara nuestra digestión, la absorción de las propiedades de los alimentos y nuestro bienestar general.
¿Almuerzo? Antes de lo que crees
Según Luis Alberto Zamora, debemos dar a nuestro cuerpo el segundo round de ingesta más pronto de lo que solemos hacerlo. Porque sí, en España también nos gusta dejar para luego la comida y, además, vivir con creces nuestra querida sobremesa. Alargarlo demasiado puede ser malo para nuestra salud y, además, dificulta que la digestión sea correcta. Según esto, la una y media sería la hora perfecta para poder almorzar y darle a nuestro cuerpo las horas suficientes para acoger los nutrientes necesarios para pasar la tarde.
¿La razón? Básicamente el azúcar. A estas horas, nuestro cuerpo está más preparado para comer y, sobre todo, hay mejor resistencia a la insulina, por lo que habrá menos picos de azúcar, que, como sabemos, favorecen enfermedades importantes como la diabetes o la obesidad. Reducir el riesgo de este tipo de enfermedades o, incluso, procesos de riesgo cardiovascular es clave para que nuestro cuerpo siga funcionando como un reloj y poder vivir más años.
Lo más duro… la cena
Es raro ver a un español cenando antes de las ocho de la tarde, pero realmente eso es lo que recomiendan los expertos. Zamora afirma que esto es un seguro de vida por favorecer todos los procesos digestivos y la ingesta calórica horas antes de que vayamos a la cama, impidiendo que el riesgo de enfermedad cardiovascular aumente. Esta realidad obliga a cambiar una de las costumbres más arraigadas en los hábitos alimenticios de un país que gusta de atrasar cada comida en favor de la vida social, pero aumentando el riesgo de problemas muy serios como infartos o ictus.
