El extremo derecho ha pasado por una temporada difícil, rodeado de problemas familiares y de rumores constantes sobre su posible salida rumbo a la UD Las Palmas.
Canarias, tierra de sol, calor y playas. Y también cuna de buenos futbolistas. Valerón, Silva o Pedro, por citar algunos nombres, ponen la magia y la salsa en sus respecticos equipos. En el Real Valladolid, la magia canaria la pone Nauzet Alemán.
Esta magia se ha visto envuelta este año en multitud de rumores sobre su salida al club de su tierra y sobe sus problemas familiares, que han hecho que su calidad no brillase como quizá podría haberlo hecho.
El canario llegó a la ciudad del Pisuerga en el año 2009, esa maldita temporada en el que el Real Valladolid descendió a segunda. En la Liga Adelante sus cualidades no han dejado indiferente a nadie; y esta campaña, rodeado de grandes jugadores, han sido más patentes si cabe.
Jugar junto a Óscar, Javi Guerra, Alberto Bueno, Víctor Pérez o Álvaro Rubio por citar a algunos de los hombres de más clase del plantel, hace que los buenos sean mejores todavía, e irremediablemente, que todos en comunión practiquen un fútbol de muchos quilates.
Este juego de alta cuna ha traído consigo un buen puñado goles, trece entre Liga y Copa, su mejor registro desde que viste la camiseta blanquivioleta; tantos que en algunos casos han dado puntos importantes al equipo y que sin duda le han ayudado anímicamente en una temporada complicada en el plano personal.
Como muestra, el gol de penalty al Xerez en noviembre, cuya celebración se convirtió en un mensaje de cariño y afecto hacia su padre. ‘Ánimo papá’ era el slogan que rezaba la camiseta blanca que escondía debajo de la blanquivioleta, y que para muchos seguirá grabado en la retina como uno de los momentos más emotivos del curso.
En navidades la situación con respecto a sus problemas familiares no mejoró y el club le dio varios días de permiso. A la vuelta, Nauzet sólo tenía palabras de agradecimiento para todos: “Se han portado demasiado bien conmigo. En ningún momento me han impedido nada. Solo tengo palabras de agradecimiento y espero demostrarlo también cuando esté en el terreno de juego”.
Sobre el césped, aunque en ocasiones se muestre gris, ha demostrado ese agradecimiento. Con Javi Guerra forma un tándem de lujo; con Sisi, bien cuando intercambian bandas o cuando el manchego juega por detrás, se entiende a las mil maravillas; y a su habitual compañero de fatigas, Balenziaga -lateral zurdo reconvertido a diestro-, le echa una mano siempre que puede en tareas defensivas.
Por eso, a pesar de que todos los meses salieran rumores de que ya había firmado un contrato con la Unión Deportiva Las Palmas, el club de su vida y en el que probablemente recale la próxima temporada, no han impedido a Nauzet demostrar que es un jugador con una técnica y una calidad exquisita.; que es un jugador comprometido y que defiende unos colores por encima de todo. Por todo eso, Nauzet ha demostrado que tiene en el ADN magia canaria.