Análisis del próximo rival del Real Valladolid

“Pensar en el partido contra el Málaga como si fuera el último”. Se puede decir más alto, pero no más claro. Palabras de Carlos Peña, complementadas con un “como si nos fuera la vida en ello”. Así se plantea un encuentro que, efectivamente, es a vida o muerte para el Real Valladolid. Otro más, y ya van tantos que no se pueden contar con los dedos de las manos.
Pero esta es la tónica con la que vive la escuadra albivioleta día tras día. Son las consecuencias de no estar dando la talla, y la cuestión es que las balas se van acabando, no porque quede poca temporada, sino porque el choque de este sábado se antoja complicado por jugarlo fuera de casa y, para más inri, una derrota supondría una brecha más grande en la búsqueda de la permanencia. Otra vez con la pistola en la sien, toca visitar La Rosaleda.
Pelea de crisis
Eso sí, en la actualidad la situación del equipo de Bernd Schuster no es mucho mejor que la del Pucela. Los malagueños también afrontan el partido como una final para seguir en ‘La Liga de las Estrellas’ la temporada que viene, pero la cuestión es que tampoco se encuentran en un buen momento ni de juego ni de resultados.
Como muestra, un botón. En la última jornada, que concluyó con empate a cero en su visita al Almería, no pudo ser mayor el aburrimiento sufrido por la grada. La anterior, derrota en casa frente a la Real Sociedad (0-1). Y una más atrás, un doloroso 4-1 en Vallecas contra el Rayo. Obviamente, las sensaciones no son las más favorables, precisamente.
De esta manera los andaluces descansan en la decimoséptima casilla de la clasificación, siendo el último que más de cerca huele la chamusquina que llega desde los puestos de descenso. Su más inmediato perseguidor es el Real Valladolid, toda vez que los blanquiazules llevan veinticinco puntos y los blanquivioletas veintidós. Precisamente lo apretado de la clasificación hace este partido tan crucial.
Queda patente que este Málaga se ha convertido en una montaña rusa en las últimas temporadas. No hay más que echar un poco la mirada atrás para comprobarlo. Hace apenas cuatro años peleaba por evitar el pozo de Segunda. Llegada del jeque Al-Thani. Tan solo hace una campaña después, llegada hasta cuartos –casi semifinales– de Champions. Y en esta campaña, vuelta a los fueros de los puestos bajos. Y de despistarse, la permanencia puede volverse más bien complicada.
Plantilla variada

Pero, como en esta vida no todo es blanco o negro, la plantilla de la Costa del Sol ha conseguido mantener algunos retazos de jugadores bastante válidos. Joaquín, Isco, Demichelis, Toulalan… Nombres que ya son historia en la historia del Málaga, y que han hecho reducir el nivel, pero los Caballero, Eliseu, Duda o Santa Cruz siguen al pie del cañón.
Aun así, no está fina la plantilla en cuanto a goles se refiere. Veintitrés tantos en veinticinco jornadas así lo atestiguan, de manera que no se llega siquiera a uno de media por encuentro. Mientras, en el otro lado de la balanza ha encajado 34. Baste decir que el máximo goleador del equipo andaluz es Roque Santa Cruz con tan solo cuatro muescas en su revólver, lo que deja muy a las claras su poca potencia ofensiva.
Como es lógico, los de Schuster mejoran estadísticas a la hora de jugar como local, pero sin ser ningún derroche de eficacia. Cinco victorias, un empate y seis derrotas hacen que el Málaga haya fabricado la mayoría de puntos actuando empujado por su afición, un claro hándicap que debe superar el Valladolid si no quiere seguir con la espada de Damocles sobre la cabeza una jornada más.
Curiosidad del rival de esta jornada: No es mal balance el que acumula el Real Valladolid en sus visitas a La Rosaleda. Entre Copa, Primera y Segunda División, el Pucela ha visitado veintidós veces el feudo malagueño, de manera que en nueve ocasiones se terminó con victoria local, seis en empate y siete con triunfo visitante.
