El Betis afronta la ida de la eliminación copera con la mira puesta en un único objetivo: volver a la levantar el Trofeo que le acredite como campeón como ya hiciera en 1977 y 2005.

Miradas al pasado de aquellos que algún día tuvieron la gloria entre sus manos, no una, sino dos veces, hacen que se anhelen e incluso añoren esos maravillosos recuerdos que llevaron a lo más alto a dos generaciones que lo único que compartían era un sentimiento de color verde y blanco. Nombres propios y apellidos que llevaron al Real Betis Balompié, rival del Real Valladolid en Copa del Rey, a alzar el trofeo en dos ocasiones.
La primera Copa del Rey, con ese nombre y tal como la conocemos hoy en día, se celebró entre los años 1976 y 1977. Su primer campeón fue el Betis de Esnada, Cardeñosa, Benítez o de unos jovencísimos jugadores que luego serían capitales para el club como Gordillo y Rafael.
Ronda a ronda, el Betis se plantó en octavos de final, donde le esperaba el Real Valladolid de José Luís Saso Vega. El primer asalto fue en el feudo pucelano donde el equipo andaluz ganó por 1-2 con goles de Anzarda y Megio, con gol blanquivioleta de Lobato en propia puerta. La vuelta, en el Benito Villamarín, acabó con tablas en el marcador, 1-1 con goles de Anzarda para el conjunto local y de Rusky para la escuadra visitante.
De esta manera el Betis pasaba a cuartos y apeaba al Valladolid del sueño copero por segundo año consecutivo, pues la temporada anterior, cuando aún era la Copa del Generalísimo el Betis, ganó 1-2 en Zorilla (goles de Aníbal en propia puerta y de López; el gol local lo metió Landaburo) y 3-1 en Sevilla (goles de Cardeñosa, Blasco y Eulate).
En cuartos de final se vio las caras con el Hércules donde el partido de vuelta (disputado el sábado veintiocho de mayo de 1977) llegó hasta la tanda de penaltis. Las cosas no empezaron bien para el Betis. Cardeñosa erraba su lanzamiento, pero no pasó nada porque ahí estaba Esnaola, que se puso el traje de héroe. El portero bético detuvo dos penas máximas que le dieron el pase a semifinales al conjunto andaluz.
En la siguiente ronda midió sus fuerzas con el Espanyol. El partido de ida disputado en Barcelona acabo con victoria local por 1-0. Pequeño percance que solventaría en la vuelta el central almeriense Antonio Biosca que, con una estelar actuación, empató la eliminatoria en el 81′ y marcó el gol de la victoria en la prórroga. Así que con el 2-1 cosechado ese día el Betis compró su billete para disputar la final de la Copa del Rey.

Veintisiete de junio de 1977. Estadio Vicente Calderón y el Athletic Club de Bilbao de los Alexanco, Villar y Jabo Irureta como rival. Un único enfrentamiento, a todo o nada, que haría que uno de estos dos clubes inscribiera su nombre en la historia de esta competición. El partido acabó con empate a dos, por lo que el campeón lo elegirían los once metros.
Último penalti (de los veintiuno que se lanzaron en total) de la tanda, turno para el Athletic e Iribar fue el elegido. Transistores encendidos en miles de hogares españoles pendientes de “va a tirar Iribar con la pierna derecha… y para Esnaola”. El Real Betis Balompié se hace con la Copa del Rey por primera vez en su historia.
Veintiocho años después el Betis repitió la hazaña. Dicha gesta tuvo lugar el once de junio de dos mil cinco en el mismo escenario que lo vio entrar en la historia de esta competición casi tres décadas después, tras vencer al Atlético Osasuna en la prórroga por dos tantos (Oliveira en el 75′ y Dani en el 114′) a uno (Aloisi en el 82′).
El camino del Betis para levantar su segunda Copa empezó en treintaidosavos de final contra el Alcorcón pasando por Cádiz, Miranda de Ebro y Santa Coloma de Gramenet hasta llegar a semifinales donde lo esperaba su victima de hace veintiocho años.
Athletic y Betis se volvían a ver las caras, esta vez para acceder a la ansiada final, y como ocurriese en 1977 el partido se decidió desde los once metros. El conjunto bético se volvió a llevar el gato al agua, accedió a la final, y tras 120 minutos volvió a hacer historia.
El partido frente al Real Valladolid será el primer paso de un largo camino -o corto, si el Pucela se impone- para alcanzar la gloria por tercera vez en su historia. Un sendero que conduce al éxito, sí, pero que no lo conseguirá si no trabajan arduamente.
Alineaciones de la final de Copa 1977
Ahtelic de Bilbao: Iribar, Lasa, Guisasola, Alexanco, Escalza, Villar, Irureta, Churruca, Dani, Carlos y Rojo.
Real Betis: Esnaola, Bizcocho, Sabaté, Biosca, Cobo, López, Alabanda, Cardeñosa, García Soriano, Megido y Benítez.
Alineaciones de la final de Copa de 2005
Atlético Osasuna: Elía, Expósito, Cruchaga, Josetxo, Clavero, Puñal (David López), Pablo García, Morales (Milosevic), Valdo, Delporte y Webó (Aloisi).
Real Betis: Doblas, Melli, Juanito, Rivas (Lembo), Luís Fernandez, Arzu (Varela), Assunçao, Joaquín, Edu (Dani), Fernando y Oliveira.
