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Larsson I ‘El Deseado’

por Jesús Domínguez
7 de noviembre de 2012
Foto: es.uefa.com

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El Real Valladolid ampliará a veinte el número de fichas del primer equipo el uno de enero con un jugador al que venía siguiendo desde hace tiempo y que pudo incluso llegar en el pasado mercado estival.

 

Henrik LarssonNo hace tanto que un Larsson triunfó en la Liga española. Lo hizo antes de que el mesías de Santpedor convirtiese a Messi en todopoderoso desde la falsedad de un ‘nueve’ que no es, pero que golea como si lo fuera.

Más recientemente, la pasada campaña, de blanquivioleta vistió otro Larsson, un tal Miguel Enrique, nacido en Estocolmo, que venía avalado por un buen partido en Los Anexos con la camiseta del Real Ávila la temporada anterior y que cursó en un filial necesitado de jugadores capaces en vanguardia ofreciendo un rendimiento más pobre que glorioso.

Con uno y con otro comparte apellido y el último fichaje del Real Valladolid, un hombre que responde al nombre de Daniel y que puede desenvolverse tanto en la posición de los dos anteriormente referenciados como en cualquier lugar de la mediapunta.

Daniel Larsson es, por tanto, un jugador que llega con la vitola de versátil, característica preciada en el mercado y apreciada cuando, como es el caso del Pucela, la pretensión del club en el que está enrolado es la de no contar con un vestuario demasiado numeroso.

Dicen quienes le han visto -en España, pocos- que es rápido, poco corpulento, fajador y técnico; que aun siendo diestro cae bien a ambos costados y que no es un goleador nato. Que no es un ‘nueve’ puro, vaya; que acompañado de otro delantero viste mejor.

En la recién terminada Allsvenskan, ha sido el quinto jugador más utilizado por su ya exentrenador, Rikard Norling, en un conjunto, el Malmö FF, que ha concluido en la tercera plaza clasificatoria y al que aportó cuatro goles y cinco asistencias.

Esos cuatro tantos están lejos de su mejor cifra como profesional, doce, logrados en 2009. La última vez que el Malmö ganó la liga sueca, dos años más tarde, anotó diez, que sumados a los once de 2009 le sirvieron para vestir la camiseta de su selección, algo que ha hecho en cinco ocasiones, y que sin embargo no repite desde el seis de junio de 2010.

 

Tenía que llegar

Larsson
Foto: es.uefa.com

Hubo un tiempo en que aquellos jugadores que sonaban en varias ocasiones como futuribles terminaban en otros equipos que no eran el Real Valladolid. Es el caso de Henrique Sereno en temporadas pasadas u otros más alejados en el tiempo como Zahínos, Ignacio Camacho o William Ferreira, que como vino se fue por un quítame de aquí estos tránsfers.

Bien por el azar o bien porque la actual situación deportiva del club es un caviar, esta campaña parece haber cambiado el sino de los refuerzos pretendidos. Las llegadas de Antonio Rukavina, Lluís Sastre, Omar Ramos o el propio Sereno no fueron ninguna sorpresa para el aficionado, toda vez que sus nombres eran de dominio público tiempo antes de fraguarse, a diferencia del silencioso fichaje express de Patrick Ebert.

En el caso del primer refuerzo que acomete el club para el mercado invernal ocurre algo similar, ya que durante las últimas fechas del mercado estival el nombre salió a la luz en los micrófonos de la Cadena COPE. El eco llegó incluso a Suecia, donde Daniel Larsson no confirmó los contactos, pero tampoco desmintió que ya se hubiesen producido.

Alberto Marcos llegó a reconocer el interés en el escandinavo, pero los 400.000 € que solicitaba el Malmö por su traspaso (su valor de mercado, según ‘transfermarket’, está un millón por encima de esa cifra) invitaron a la entidad blanquivioleta a esperar para hacerse con sus servicios sin tener que acometer el pago de tal cantidad una vez finalizase su contrato.

Pero el vallisoletano no fue el único equipo que quiso contar con él. También la Unión Deportiva Las Palmas, el Racing de Santander o el Real Betis Balompié estuvieron interesados, si bien las negociaciones no cristalizaron o, como en el caso verdiblanco, no llegaron siquiera a producirse.

Cerrado el mercado, la rumorología feneció en lo que a estos clubes se refiere; no así en cuanto a su pase ya cerrado al Real Valladolid, toda vez que pocos medios en la ciudad -o quizá ninguno- dejaron de alimentar el secreto a voces: Larsson era el refuerzo deseado y tenía que llegar. Iba a llegar. Va a llegar.

 

Posiciones dobladas

Posiciones dobladasEn la nota de prensa que oficializa la llegada del sueco al Real Valladolid, el gabinete de comunicación del club hizo oficial una idea existente en la dirección deportiva: Larsson puede jugar como ‘nueve’. De hecho, en esa posición deberá desenvolverse al menos en sus inicios con la blanca y violeta, toda vez que Manucho no estará en enero.

A pesar de que no podrán compartir ataque durante ese mes, por las condiciones de Larsson (a quien su representante llegó a comparar con David Villa), es con el punta angoleño con quien a priori podría desenvolverse mejor sobre el terreno de juego.

Si uno tiene en cuenta a quienes serán sus compañeros en el frente de ataque, verá que con este fichaje son ocho los jugadores del primer equipo con capacidad para jugar en posiciones ofensivas. Si a ello se le suma la versatilidad de Larsson antes comentada y que su pie hábil es el derecho, estos puestos pueden considerarse doblados.

Por encima de si con Larsson se doblan o no los puestos de ataque, parece claro que con su fichaje añade una varilla más al abanico de opciones que manejará desde enero Miroslav Djukic, que a la vez redunda en los dos planes mostrados hasta la fecha por el técnico serbio.

Jugando con extremos abiertos y Manucho como punta de lanza, de un modo directo, Larsson puede sustituir a Óscar para profundizar allí donde el salmantino está menos capacitado, en los pasillos entre laterales y centrales y allí donde Manucho baje un balón para que el acompañante venga de cara.

Cuando el equipo apueste más por la combinación, bien con Guerra, con el propio Manucho o incluso solo, y con independencia de quien esté en los extremos (pero sobre todo cuando Bueno ocupe uno de ellos), el sueco -presumiblemente- podrá ser partícipe de la combinación bien en apoyo o al espacio.

Como extremo, si lo que se dice de él es cierto, puede ser el sustituto ideal para Ebert y una buena pareja de baile para Omar, el jugador que más se ha aprovechado hasta el momento de su velocidad ante las defensas rivales; quizá el único diferencial en este apartado.

En definitiva, el fichaje de Daniel Larsson puede resultar una incógnita por lo desconocido que resulta para el gran público y puede incluso suscitar dudas por su condición de delantero poco goleador, pero dado el estilo y las características de juego que se le adjudican, servirá para ahondar en un modelo simbiótico, que se aprovechará de él y del que podrá aprovecharse para darse a conocer.

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