Análisis del próximo rival del Real Valladolid.

Parece lejano ese veintidós de diciembre en el que el Valladolid se enfrentó al Barcelona en Zorrilla, pero nada ha cambiado desde entonces. Bueno, en realidad sí, el año no es el mismo desde aquel día en que los de Djukic se fueron de vacaciones con la tranquilidad y el sosiego de saber que el descenso quedaba bastante lejos.
Pero hay otro pequeño matiz a tener en cuenta después de aquel choque frente a los blaugranas. Una vez pasado el llamado Tourmalet de diciembre la necesidad de puntuar vuelve a ser imperiosa, muy imperiosa, y más ante todo un rival directo por eludir el descenso como es el de esta semana, el Celta de Vigo.
Viejos conocidos
En la retina de todos los aficionados blanquivioletas está todavía la rivalidad que enfrentó al Valladolid y la temporada pasada por conseguir uno de los dos puestos de ascenso directo. Con los dos equipos finalmente en Primera, el objetivo de ambos pasa por salvarse cuanto antes en una carrera por evitar el infierno de Segunda.
Obviamente, fruto de un trabajo bien hecho hasta el momento, el Valladolid parte con ventaja a estas alturas de temporada. Los pucelanos, que se encuentran decimoprimeros en la tabla y a siete del descenso, contrastan su situación con la del Celta, rozando los puestos rojos con los mismos puntos -15- que el Espanyol, primer equipo en la quema.
Ambos conjuntos, tal y como se pudo ver la pasada temporada, practican un fútbol alegre, vistoso y entretenido para sus aficionados, por lo que muchos son partícipes de que los gallegos se encuentran en una situación en la tabla muy poco acorde a sus méritos sobre el campo.
Bien hay que decir que si los resultados de los de Paco Herrera son aceptables en casa, no se puede decir lo mismo como visitante. Los celtiñas acumulan doce puntos en casa, los mismos que el Pucela, si bien los de Djukic han disputado un partido más. Tres victorias, tres empates y dos derrotas es el bagaje de los gallegos, con el Betis y el Málaga ejerciendo de verdugos a domicilio.
¿Qué lleva entonces al Celta a coquetear con los puestos de descenso? La respuesta es bien sencilla; Sus números fuera de casa. De nueve partidos lejos de Vigo solo ha conseguido imponerse en uno, en La Romareda en la decimotercera jornada de Liga. El resto, todo derrotas. En todo caso, dado que el partido será en Balaídos, no conviene confiarse.
Goles y goles

Por si fuera poco, el resultado histórico de los Celta-Valladolid en Primera no da precisamente como favorito a los de Djukic. De veintiséis ocasiones en las que ambos equipos se han cruzado en campo vigués, trece han terminado con victoria celeste, diez en empate y tan solo tres con triunfo vallisoletano.
Y eso que la diferencia de goles a favor no es tan aplastante. 75 a favor del bloque gallego por 60 de los pucelanos.
Hablando de goles, el Real Valladolid deberá vigilar bien de cerca a la estrella del Celta Iago Aspas, máximo artillero con seis esta temporada y que completan la nada despreciable cantidad de veintitrés que acumuló en 2012, su récord personal. Si Miroslav Djukic consigue anular al delantero pontevedrés, tendrá la mitad del trabajo hecho en cuanto a defensa se refiere.
Lo cierto es que no es el Celta precisamente un equipo que derroche goles, con solo dieciséis en diecisiete jornadas de Liga, estadística que no hace sino demostrar aún más cierta dependencia de Aspas para el ataque.
Tan solo De Lucas y Mario Bermejo, ambos con tres goles en Liga, son capaces de poner un granito de arena a la parcela ofensiva del equipo, si bien el segundo está lesionado y es duda para jugar este domingo.
Curiosidad del rival de esta jornada: No será la primera vez que Celta y Valladolid se vean las caras en el escenario de Balaídos recién comenzado el año. El 4 de enero de 1997 un Celta comandado por Patxi Salinas, Mostovoi y Eusebio Sacristán se enfrentaba a los blanquivioletas Torres Gómez, Harold Lozano y Víctor Fernández.
El resultado terminó en polémica arbitral, precisamente con la expulsión de Salinas y Mostovoi, ambos con doble amarilla, y un penalti inexistente que transformó Lozano apenas comenzada la segunda parte. Por si fuera poco, Quevedo haría más tarde el definitivo 0-2 en claro fuera de juego.
