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La Lupa: RCD Mallorca

por Juan Postigo
12 de mayo de 2017
Los jugadores del Mallorca celebran un gol || Foto: Marca

Los jugadores del Mallorca celebran un gol || Foto: Marca

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Brandon, jugador clave|| Foto: Marca

El destino es caprichoso, a veces inesperado. Y sino que se lo digan al Real Valladolid. Desahuciado hace unas pocas semanas, con el presidente reuniéndose con jugadores y director deportivo, el sino ha querido ahora que los blanquivioletas se encuentren a solo dos puntos del play-off con cinco partidos por delante. Toda una maravilla para cómo se pusieron las cosas después del estrepitoso fracaso en Sevilla.

La cuestión es que, si el Pucela quiere tener alguna opción de colarse en la terna final, no puede parar el ritmo después del tan animoso como estimulante triunfo ante el Almería. Toca volver a casa, y toca verse las caras con otro contrincante que se está jugando las habichuelas del descenso. El Mallorca desembarca en Zorrilla con el agua al cuello, y este sábado volverá a verse otro duelo de necesidades sobre el campo.

 

Lanzados para arriba

Efectivamente, los de Sergi Barjuán no se encuentran precisamente en una situación cómoda en la tabla. De hecho, un tropiezo este fin de semana podría resultar fatal, en función de lo que hagan el resto de equipos implicados en la quema. Los bermellones descansan penúltimos en la tabla con 39 puntos, seis por encima del colista Mirandés y a tres de una salvación que a día de hoy marca el Elche con 42. No es momento de contemplaciones.

Dicho lo cual, y pese a todo, los isleños llegan lanzados al compromiso de este sábado. De hecho, si tienen opciones de no caer a Segunda B en esta recta final de Liga es precisamente por la racha de un empate y dos victorias en los tres últimos partidos, ante un Elche que quedó tocado con el resultado de 1-0 hace unos días y con un 2-3 en casa del Sevilla Atlético. Sí, ese mismo que humilló al Valladolid hace poco en el mismo escenario, así que confianzas las justas.

Precisamente estas dos últimas partidas de cartas han dado un aire nuevo al Mallorca, que por fin vuelve a creer en el milagro. ¿Por qué no? La situación ha estado bastante más complicada hace pocas jornadas, y ahora es momento de creer. Eso sí, es evidente que no será fácil. Un club completamente venido a menos en las últimas temporadas pudo formar en verano la plantilla que pudo formar, bastante limitada en cuanto a capacidad, que no en cuanto a fe.

Un detalle que pudo comprobarse en el agónico choque ante el Elche, donde un gol de córner segundos antes del final dio esos tres puntos cruciales. La realidad es que durante el resto del partido la imagen del Mallorca fue un quiero y no puedo, de unos jugadores que, si bien no se rinden, vienen a demostrar por qué llevan anclados en la parte baja de la clasificación todo este tiempo, merced de ocho victorias, la barbaridad de quince empates y catorce derrotas en 37 jornadas.

 

Venido a menos

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Lekic celebra uno de sus cinco goles || Foto: El Mundo

Efectivamente, muchos suspiran recordando lo que fue el Mallorca hace no demasiados años, cuando el club consiguió clasificarse para la Europa League en la temporada 2010/2011… una clasificación que no llegó a completarse por incompatibilidad económica. Desde entonces esto ha sido el Mallorca. Un club marcado por una crisis económica e institucional considerable, acentuado por el descenso consumado en 2013.

Por ello a día de hoy se intenta sobrevivir temporada tras temporada con lo que se puede. Despedido Fernando Vázquez, el salvador del año pasado, allá por diciembre, Sergi Barjuán hace malabarismos semana tras semana para intentar mantener al equipo a flote. Sobra decir que por el momento con poco éxito. Y más fuera de casa, donde apenas se han conseguido dos victorias y seis empates en los diecinueve encuentros jugados.

El entrenador acostumbra a jugar, al menos en las últimas victorias ante Elche y Sevilla Atlético, con un 4-4-2 que no termina de funcionar, pero que al menos ha resultado eficaz.

Con Moutinho y Brandon, -la perla bermellona que suma nueve goles en Liga- en punta, es evidente que a este vestuario le falta mordiente ofensiva para salvarse. Y como muestra un botón; 35 goles en 37 jornadas. Ni siquiera para cumplir la media de uno por partido.

No conviene en todo caso que el Real Valladolid pierda ojo de otros jugadores como Dejan Lekic, quien suma cinco goles y suele ser el revulsivo habitual de Barjuán, o de un clásico como es el ex del Dépor, Juan Domínguez, una de las bases del centro del campo mallorquín. Este sábado saltarán chispas en Zorrilla.

 

Curiosidad del rival de esta jornada: No muchos se acordarán de la tesitura, pero en 2013 el Real Valladolid hizo de juez del descenso del Mallorca. Pese a la victoria de los isleños por 4-2 en San Moix ante los blanquivioletas, el rédito no fue suficiente para salvar una temporada aciaga en la que se salvó el Celta. Ergo, el Pucela fue testigo de la catástrofe bermellona aquel 1 de junio de 2013.

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