Análisis del próximo rival del Real Valladolid.
Rabia. El diccionario de la Real Academia Española lo define como “ira, enojo, enfado grande”. El mismo enojo que sintió el Real Valladolid cuando, por ejemplo, Rukavina no pudo evitar introducir el balón en propia puerta ante el Levante y se fue del Ciutat de Valencia de vacío.
También el mismo enfado que el Atlético, próximo rival del Pucela, debió notar cuando Orbaiz hacía el 0-2 el pasado jueves en el Calderón tras un asedio de los colchoneros al Rubin Kazan durante toda la segunda mitad.
Simeone, en una jugada desafortunada, mandó subir a Asenjo a rematar un córner en el minuto 95 cuando quedaba el partido de vuelta de los dieciseisavos de Europa League en Rusia.
Palo tras palo
El Atlético, una de las grandes sorpresas de la temporada por ser capaz de mantenerle el pulso al gran rival en Liga, el Real Madrid, visita Zorrilla en el que probablemente sea su peor momento de la temporada. El equipo rojiblanco llevaba una campaña prácticamente impecable, segundo en el campeonato liguero, con ventaja en la semifinal de Copa ante el Sevilla y con ganas de afrontar el primer choque ante el Rubin en busca de su segunda UEFA consecutiva.
Pero las cosas han comenzado a torcerse poco a poco. Los partidos que antes se ganaban, ahora se empatan o incluso se pierden. Falcao hace tiempo que entró en sequía goleadora –desde que comenzara el año, el crack colombiano solo ha visto puerta dos veces- y, por si fuera poco, al equipo parece habérsele olvidado cómo se compite lejos de casa.
A raíz de ello el Atlético ha hincado la rodilla en los dos últimos encuentros ante el Rubin y el Rayo Vallecano, por no hablar de que los rojiblancos llevan sin ganar fuera de casa desde el 18 de noviembre, cuando lo hicieron en el estadio de Los Cármenes por un corto 0-1. Desde entonces ocho partidos como visitante entre Liga, Europa y Copa y tres empates y cinco derrotas.
Pero no solo es el hecho de perder a domicilio. El problema es la manera de hacerlo en la mayoría de los casos. El pasado domingo, sin ir más lejos, el Atlético parecía un equipo sin alma, sin fuelle, ante el Rayo.
Misma sensación que cuando el equipo cayó estrepitosamente en La Catedral en su visita al Athletic por un contundente 3-0. Hay cosas que no funcionan en el conjunto de Simeone, y más les vale remontar pronto el vuelo si no quieren echar por suelo el buen trabajo de media temporada.
Sin confianzas
En todo caso, y pese al pequeño bache que atraviesa el Atlético, no compensa que los de Djukic echen las campanas al vuelo. Las confianzas se pagan y los rojiblancos cuentan en sus filas con armas poderosas capaces de hacer daño. Mucho. Falcao y sus diecinueve goles en Liga no necesitan presentación, sin ir más lejos.
La artillería no se queda solo en el colombiano. Diego Costa, un viejo conocido de la afición vallisoletana, está rayando a un buen nivel últimamente, como cuando tuvo que sustituir a Falcao por su reciente lesión.
Adrián, Arda Turán, Tiago, Raúl García… Motivos suficientes para justificar los 44 goles del Atlético en veintitrés jornadas. Todo ello respaldado por una zaga formada por Godín y Miranda que hacen que los madrileños sean el tercer equipo menos goleado con veintitrés tantos encajados.
Curiosidad del rival de esta jornada: Está claro que el Atlético ha aprendido a ser más competitivo en Liga, a diferencia de otros años. A estas alturas de campeonato, con veintitrés jornadas disputadas, los rojiblancos acumulaban 31 puntos, mientras que esta temporada los del Cholo llevan ya cincuenta. De hecho, la campaña pasada terminarían el año con 56, solo seis más de los conseguidos por ahora.