Análisis del próximo rival del Real Valladolid.

El Pucela no tiene tiempo para tonterías. Las tres derrotas consecutivas ante Real Sociedad, Osasuna y Valencia, unida a las últimas polémicas de Ebert y a la manera de perder en Mestalla, han enrarecido el ambiente de un vestuario que parecía destinado a no sufrir en la recta final de la temporada.
Solo hay una forma de dar carpetazo. Vencer al rival de esta semana, el Getafe, supondría romper una mala racha que amenaza con convertirse en un tumor. No hacerlo sería continuar una caída libre y, en función del resto de resultados de la jornada, volver a ser un candidato al descenso.
Toca ganar
La buena noticia para el Pucela es que un partido tan crucial lo jugará ante su afición, la mala que el Getafe no se trata precisamente del mejor contrincante para levantarse. Los de Luis García son el equipo que más tiempo lleva sin encajar un gol entre todos los de Primera división, nada menos que 516 minutos seguidos.
Cinco partidos completos y 66 minutos del encuentro entre Mallorca y Getafe en el Iberostar Estadio, desde que Giovanni Dos Santos batiera al equipo azulón en el minuto veinticuatro. Nada mal. Así, los azulones acumulan siete partidos sin perder, con cuatro victorias y tres empates.
Bien es cierto que durante esos 516 minutos el Geta tampoco ha sido un ejemplo ofensivo a seguir. Apenas ha marcado tres goles en los últimos cinco partidos, lo que hace que en este periodo se haya terminado hasta tres veces con el resultado inicial de cero a cero. El Zaragoza (2-0) y el Athletic (1-0) sí cayeron a manos de los madrileños, pero Levante, Betis y Atlético terminaron la contienda ante el Getafe sin marcar ni recibir goles.
Sumando punto a punto y de vez en cuando de tres, y gracias también a una temporada lo suficientemente regular, los azulones han conseguido auparse hasta la octava plaza de la clasificación con cuarentaicuatro puntos. La salvación está ya conseguida y solo queda mirar por una plaza europea para la próxima campaña.
Visitante irregular

Otra baza positiva con la que cuenta el Pucela es la inestabilidad de resultados del Getafe lejos del Coliseum Alfonso Pérez. No es que los de Luis García sean un desastre como visitante, ni mucho menos –han puntuado en ocho de sus quince desplazamientos-, pero sus cuatro victorias y cuatro empates lejos de casa no le convierten en un coloso para el encuentro de este sábado.
Y la cuestión es que los datos goleadores de los madrileños fuera de casa ni siquiera parecen lo suficientemente buenos como para los dieciséis puntos que han conseguido. Dieciséis tantos a favor por veintisiete en contra es el bagaje de un Getafe que debe mejorar sus números a la hora de coger el autobús si quiere terminar el año en Europa.
En cuanto a los encargados de fabricar los goles, el Pucela tendrá que vigilar de cerca a Adrián Colunga, quien por cierto estuvo cerca de vestirse de blanquivioleta en este mercado invernal y que acumula seis dianas en Liga.
El delantero se puso las pilas precisamente cuando Carlos Suárez estaba negociando para traerle a Valladolid y ponerle a las órdenes de Djukic.
Diego Castro es también otro peligro a tener en cuenta. El pontevedrés es el máximo goleador del equipo con siete goles, aunque bien es cierto que es el habitual encargado de transformar las penas máximas.
Curiosidad del rival de esta jornada: Pese a que los más jóvenes estarán convencidos de que el Getafe es ya todo un clásico de Primera, lo cierto es que el conjunto madrileño cumple este año su novena temporada en la máxima competición del fútbol español. Desde que ascendieran el diecinueve de junio de 2004 en el Heliodoro Rodríguez, los azulones no han regresado a Segunda.
