Todos los fichajes del Real Valladolid llegaron esta temporada a coste cero, pero en algunos casos la diferencia en cuanto a rendimiento ha sido abismal.
Ebert: Sin duda, la revelación de la temporada en Valladolid y una de las mayores de la Liga. En su primer año en España ha conseguido deslumbrar lo suficiente como para llamar la atención de grandes equipos como el Borussia de Dortmund o –su destino más probable- el Atlético de Madrid.
El alemán ha conseguido meterse a la afición en el bolsillo con su garra, entrega y derroche físico en una temporada en la que además ha batido su récord personal de goles con seis dianas. Sus puntos negros han sido las lesiones y el día en el que fue descubierto en Torrecaballeros negociando su traspaso al Atlético.
Sastre: Relegado durante toda la primera vuelta al banquillo a la sombra de Álvaro Rubio y Víctor Pérez, le llegó su oportunidad con la lesión de su ex compañero del Huesca en enero. Antes el centrocampista de Binisalem también había tenido tiempo de lesionarme por cinco semanas perdiéndose todo el mes de octubre, pero desde su entrada consiguió asentarse de manera cómoda en la titularidad.
Lo cierto es que la pareja formada por él y Álvaro Rubio en el centro del campo no obtuvo grandes resultados y Sastre no firmó muchos partidos desequilibrantes –probablemente el mejor fue en Vallecas-, pero al menos ha demostrado que se puede contar con él cuando se le necesita.
Sereno: Un viejo conocido que regresaba a Zorrilla con la difícil misión de mantener el pabellón alto respecto a lo demostrado en su anterior etapa en Valladolid. A pesar de que Valiente y Jesús Rueda han sido los preferidos en la zaga para Djukic, el portugués ha entrado de manera esporádica en el once. De la misma manera que aparecía y desaparecía del centro de la defensa, alternaba buenos partidos con otros más discretos. No se puede decir que haya mostrado la seguridad que le hizo ganarse el beneplácito de la afición en 2010.
Omar Ramos: Si Sereno ha sido un claro ejemplo de intermitencia, Omar Ramos se trata del paradigma de la irregularidad para esta temporada. El extremo que aterrizase en una jugada a tres bandas entre Tenerife, Huesca y Pucela ha deslumbrado con algunos detalles técnicos muy interesantes, pero se ha ido disolviendo como un azucarillo. No se ha destapado como un gran centrador ni asistente, por no decir que su segunda vuelta ha sido muy floja y así se lo hizo saber Djukic de manera pública. Su aportación goleadora ha sido nula, ni un solo tanto en todo el año.
Rukavina: Si hubiera algún atisbo de duda sobre el mejor fichaje del Pucela este año, sería entre el ya nombrado Ebert y el de su inseparable compañero dentro y fuera del campo, Antonio Rukavina. El serbio llegaba avalado por Djukic tras su coincidencia en el Partizan de Belgrado y queda claro que el entrenador acertó de pleno.
Ruka ha sido un pulmón en el lateral tanto para los noventa minutos de cada partido como para la temporada entera, ya que tan solo se ha perdido un encuentro como titular en todo el campeonato regular. Su capacidad para incorporarse al ataque y su habilidad para poner buenos centros desde la derecha han sido un gran aporte para el equipo.
Neira: De lejos, la decepción de la temporada. Ni ha estado ni se le ha esperado en los nueve meses de competición. Solo una titularidad en todo el año y seis actuaciones partiendo desde el banquillo dejan muy a las claras la confianza que ha tenido Djukic en el argentino. Otro nombre que pasará a la lista de fichajes que se pasearon por Valladolid sin pena ni gloria.
Larsson: La sorpresa agradable de la segunda vuelta. Tras su llegada en el mes de noviembre, tuvo que esperar hasta enero para poder debutar con la blanquivioleta. Tuvo unos comienzos algo titubeantes, pero consiguió encontrar su hueco en el once y terminó por ganarse la confianza de Djukic rápidamente.
Bien es cierto que no ha marcado un solo tanto en diecisiete partidos, pero ha sabido disimular con decoro su falta de olfato goleador con trabajo, entrega, movilidad y polivalencia sobre el campo. Puede y debe aportar más en Valladolid a partir de la temporada que viene.
Valdet Rama: Ya avisó Djukic en enero que para que le trajeran a un cualquiera, prefería quedarse igual. El míster fue consecuente con su afirmación tras el fichaje de Valdet Rama en la última hora del mercado de invierno. Después de su tardío debut, Djukic contó con él en un par de ocasiones, titularidad en Anoeta incluida, pero el extremo ha terminado por no ser noticia más allá de su debut con Albania.

