El Real Valladolid Promesas se impone por tres goles a uno al Real Madrid C en un buen encuentro, en el que dejó una grata impresión.
Después de caer en un simulacro de encuentro ante todo un Primera División, tocaba mejorar la imagen ante un Segunda B. Resulta llamativo tener que escribir algo así a estas alturas de la temporada, sin que haya empezado, pero ya se sabe, Pucela no hace prisioneros, y como la demagogia da tanto juego, tanto en favor como en contra, resulta que el Promesas tenía que lavarse la cara tras caer por ocho goles a cero la pasada semana ante el primer equipo, que llevaba una semana más de preparación, y con dos onces en los que sobraban -entiéndase; eran muchos- jugadores que a priori competirán en el División de Honor y que estaban a prueba.
La cuestión es que, a ojos vista, sin llegar a ser una reválida, por lo menos sí podía considerarse la primera piedra de toque real una cita pintiparada para mostrar a los críticos que no por haber sido goleados hace siete días hay que cerrar la cantera y derribar Los Anexos. Tampoco es que haya que lanzar las campanas al vuelo por haber vencido al Real Madrid C, pero es de reconocer el mérito del equipo, por el triunfo y por el buen juego demostrado en determinadas fases del encuentro ante un rival en el que formaron jugadores de la talla de Kamal, Iván Sáez o Fran Sol, entre otros.
Sería precisamente Fran Sol el primero que pondría a prueba al guardameta Julio, a los cinco minutos, después de un error de Anuar, que, como el resto del equipo, salió frío. No obstante, el Promesas fue poco a poco tomándole el pulso al partido y a dominar el cuero, trenzando principalmente por el costado izquierdo, en el que brilló Juanmi y por el cual Zubi entró para obligar a Andrés a emplearse a fondo para evitar el gol.
No pudo hacerlo un poco más tarde, a la media hora, cuando Antonio Amaro botó una falta hacia el segundo palo, donde apareció Jorge Pesca -ya asentado en la posición de central de manera definitiva- para adelantar a los blanquivioletas con un testarazo, a la postre, único gol de la primera mitad, a pesar de la actividad de Colino y de Raúl Trugeda, delantero cántabro que se encuentra a prueba.
La segunda parte comenzó de un modo semejante, con los blancos más enchufados que los pucelanos. Así, los de José Manuel Díez empataron poco antes de que se cumpliera la hora de partido, por medio de Melero, que recogió dentro del área un rechace de la zaga local para batir cruzado a Rodrigo. Fue, el jugador nacido en 1994, uno de los mejores de los madridistas, junto al brasileño Bruno Vinicius.
Una buena jugada de Cayetano, pegado a la línea de cal, acabó con una clara pena máxima de Dani Suárez, transformada por Rubén Díaz. El andaluz marcaría poco después de nuevo y lograría el doblete gracias a Vadillo, otro de los destacados por parte de los de Javi Torres Gómez, que jugaron con la camiseta de Kappa del pasado curso y, a partir de entonces, lograron contener las acometidas del segundo filial blanco.
La prueba, segunda de carácter amistoso para el Real Madrid C y primera para el Real Valladolid Promesas, si no se tiene en cuenta el entreno de la pasada semana con el primer equipo, se saldó con una buena imagen, con momentos de buen juego combinativo y una importante solidez defensiva, y sirvió para ver cómo los recién llegados van haciéndose al equipo y los jugadores a prueba siguen haciendo méritos para ganarse un sitio definitivo en el plantel.
Real Valladolid Promesas: Julio; Ruba, Mario Robles, Jorge Pesca, Juanmi; Caballero, Anuar, Amaro, Zubi; Raúl y Colino. También jugaron: Rodrigo; Carmona, Iván Casado, Adrián, Tomás; Alberto, Álex; Vadillo, Teto (Toni), Cayetano; y Rubén Díaz.
Real Madrid C: Andrés; Kamal, Diego Caballo, Iván Sáez, Dani Suárez; Marchán, Fran Pastor, Melero, Fran Sol; Ramírez; Carrallo. También jugaron: Jacob, Dani Suárez, Marc Vales, Barril, Luis, Lozano y Bruno.
Goles: 1-0, min.30: Pesca. 1-1, min.56: Melero. 2-1, min.63: Rubén Díaz. 3-1, min.75: Rubén Díaz.