El club vuelve a confiar en las promociones de abaratamiento de entradas para atraer a un torrente mayor de aficionados al estadio. Cada abonado podrá adquirir hasta cuatro entradas por diez euros cada una

La entidad blanquivioleta es conocedora de que el Estadio José Zorrilla almacena un gran porcentaje de las posibilidades de salvación. En la actual temporada, en la que el estadio blanquivioleta se ha convertido en un asidero aún más necesario si cabe para la supervivencia del equipo en Primera División, el club ha lanzado varias promociones de captación de público para seducir tanto al grupo más cercano al abonado, como al que un día lo fue o medita serlo. El propósito radica en colorear el estadio de animación y apoyo en las últimas citas que albergará antes de la conclusión del campeonato.
La esperanzadora acogida que ha percibido el club de la avenida Mundial ’82 como consecuencia de la promoción de entradas para los dos últimos partidos de marzo en Valladolid, ante Rayo Vallecano y Almería, ha reforzado la confirmación de que la estrategia parece adecuada para afrontar los encuentros restantes como anfitrión, descritos como finales.
En los días precedentes al duelo con el Rayo Vallecano que tuvo lugar el sábado veintidós de marzo, el club se dirigió a la masa de aficionados albivioletas con el ofrecimiento de un pack indivisible de dos entradas por quince euros –una para cada encuentro- para presenciar el partido ante los vallecanos y el posterior, con el Almería como rival.
El club llegaba primero al socio para rozar, de esta forma, al potencial abonado y completar los huecos que diversos factores han provocado en los asientos del estadio José Zorrilla. Cerca de 5.000 entradas lograron venderse y el estadio pucelano acogió a 18.670 personas, incluida la infalible marea vallecana que acompañó al conjunto de Paco Jémez al empate.
Aunque la promoción ideada para revivir las gradas del Zorrilla contra Rayo Vallecano y Almería supuso un éxito, la semilla fue depositada en el anterior encuentro en casa, con el FC Barcelona como visitante. El Real Valladolid, sabedor del atrayente aroma que desprendía un conjunto catalán repleto de estrellas a medio brillar, publicó una promoción de descuento en las entradas adquiridas por el abonado pucelano.
El primer lunes de marzo recogía la noticia de que el club vallisoletano proponía al abonado “localidades extra bonificadas” que significaban, como publicó su equipo de comunicación, “un importante descuento sobre el precio de taquilla que deben pagar el resto de aficionados”. Los acontecimientos sonreían a la entidad, ya que solo dos días más tarde había despachado casi 5.000 entradas, que desaparecían con tanta celeridad como el último modelo de videoconsola en su primer día de mercado en cualquier establecimiento japonés.
El anillo que dibuja el José Zorrilla lucía prácticamente lleno contra el Barcelona, 22.921 espectadores poblaban los asientos y, como manifestó el lateral izquierdo Carlos Peña, cuando se consumó el imborrable triunfo del Real Valladolid, “la afición” les aportó aliento cuando les “faltaba el aire”.
El encuentro liguero contra el Almería congregó a varios miles de personas menos que ante el Rayo Vallecano, 15.585 que, no obstante, impulsaron a los futbolistas al sexto triunfo de la temporada, quinto en el José Zorrilla.
Unas cifras tan diáfanas como las aguas caribeñas que apoyan el argumento del club de proseguir con las promociones de captación de aficionados. Con la enésima final ante el Valencia vislumbrada en el horizonte, el domingo seis de abril a las nueve de la noche, se repetirá la fórmula.
Diez euros cada entrada para recibir al Valencia
La última oferta del club se traduce en la posibilidad de que el socio del Real Valladolid obtenga hasta cuatro entradas por diez euros cada una, en cualquier zona del campo, que se expedirán hasta el sábado cinco de abril en las Tiendas de Justo Muñoz y en las oficinas del club en el Estadio José Zorrilla, hasta el jueves tres de abril. Otra promoción más para alimentar el sentimiento de la afición en el #creemos y estimular a los jugadores a seguir creyendo.
