De las personas inteligentes se suele decir que son adelantadas a su tiempo, y Antonio Gala así lo era. El artista manchego, tristemente fallecido en mayo de 2023, manejaba el don de la palabra como pocos españoles a lo largo del último siglo, y cualquier charla, coloquio o entrevista en la que participase resultaba ser interesante. Entre las mil y una que concedería a lo largo de su vida dejó múltiples reflexiones que remueven, pero también, seguramente sin saberlo, vaticinios que han servido como profecías. Como que la inteligencia del ser humano algún día iba a ser sustituida por las inteligencias artificiales.
Corría el mes de octubre de 1991 cuando Antonio Gala visitaba Canal Sur para tener una de esas charlas que el presentador mantenía con sus mal llamados entrevistados, ya que sus entrevistas eran un género en sí mismo por cuánto divagaban presentador y acompañante. En un determinado momento, el autor reflexiona sobre “un futuro tecnológico” e interpela al ‘loco de la colina’ (como así era apodado Quintero). Aunque se pregunta a sí mismo “qué va a ser” y “en qué va a consistir” ese futuro, sí le advierte de que, “por lo menos” a ellos dos, les iba “a caer muy grande”-seguramente por su edad, y eso que aún no estaban en edad de jubilarse, o puede que por su relación con la incipiente tecnología de entonces-.
Antonio Gala y la Inteligencia Artificial
En este vaticinio, el artista de Ciudad Real hablaba de que las personas del futuro -uno que ya es presente- iban a caer “en unas conductas manejadas por órdenes o por folletos, porque no tendrán mucho tiempo para leer”. En este punto quizás todavía no ha habido una literalidad, si bien esos folletos los definió como indicaciones “para saber cómo se tiene éxito, cómo conquistar a una mujer o cómo se divierte uno más”, algo que ha sobrevenido a su propia afirmación con manuales convertidos en best seller o con consejos que cualquier influencer puede dar en sus redes sociales aun sin ser exactamente experto en una materia. Fue, sin embargo, un paso más allá.
“Las relaciones serán muy aburridas y la inteligencia natural será sustituida por inteligencias artificiales que les ayudarán no a conseguir la felicidad, sino a pasar el tiempo”, aventuraba a asegurar un Antonio Gala que estaba en lo cierto, puesto que cada vez son más los ratos que pasamos enganchados a ese tipo de inteligencias, bien para, efectivamente, entretenernos, generando nosotros mismos contenidos con IA, o bien incluso para hacer el mal, como hacen aquellos que utilizan la tecnología para intentar engañar o estafar a terceros.
“Más viejos y menos niños”
En ese extracto de conversación, recientemente viralizado en redes sociales, Antonio Gala deja entrever que cree que las personas “probablemente vivirán más” que entonces, que en esos primeros años 90, en los que había una esperanza de vida en España de 77,07 años, frente a los 84 años de 2024. Conocedor de las mejoras de la calidad de vida, se refería a esta cuestión sin saber que él mismo fallecería a los 93 años y que Jesús Quintero lo haría a los 82. Asimismo, Antonio Gala hablaba de personas “un poco prefabricadas, que tendrán que trabajar más porque tendrán que alimentar a más viejos, a menos niños y a los que no trabajen, que serán muchos”.
Esta es una definición, con trazo grueso, de la sociedad española actual, en la que la pirámide de población ha cambiado mucho, dado que mientras los baby boomers se jubilan con salud y viven más, cada vez las nuevas generaciones tienen más problemas para independizarse y se replantean más si quieren ser padres. Al mismo tiempo, al margen de cuanto pueda subir o bajar mensualmente la tasa del paro, tenía razón en que cada vez habría menos gente trabajando, ya que cada vez son más las personas jubiladas y mayor la presión que existe sobre el sistema.
 
			