El fichaje de Henrique Silva como agente libre por el Real Valladolid levantó mucha polémica. Era un jugador que llevaba casi un año sin competir y que llegó para reforzar el lateral izquierdo, posición que estuvo huérfana más de la mitad de la temporada hasta la llegada de Aznou. Hasta entonces, Lucas Rosa ocupó ese puesto en el perfil izquierdo de forma notable. Lo más extraño de este movimiento es que se dio ya en el mes de marzo, cuando el equipo estaba virtualmente descendido, aunque el Real Valladolid alegó que se trataba de una “oportunidad de mercado” y que en función de su rendimiento podría prolongarse el contrato del brasileño para la próxima campaña.
Henrique Silva, como era lógico, llegó falto de forma, pero desde un primer momento Álvaro Rubio elogió la profesionalidad del futbolista en sus apariciones en rueda de prensa. Con todo, tardó unas jornadas en verlo preparado, hasta que debutó con la blanquivioleta en la abultada derrota contra el Getafe. El lateral ingresó desde el banquillo y, desde entonces, ha sido titular en los dos partidos que ha disputado su equipo, ante el Atlético de Madrid y ante Osasuna.
Lo cierto es que a Henrique Silva le falta esa pizca de ritmo competitivo y mejorar físicamente para mantener el tipo durante los noventa minutos, pero en los tres partidos que ha disputado ha dejado detalles del tipo de lateral que es. Ofensivamente, es mucho más limitado que su principal competencia, Adam Aznou, pero es más disciplinado en defensa y es más contundente que el joven carrilero cedido por el Bayern de Múnich.
Esa diferencia es lo que ha convencido a Álvaro Rubio para apostar por él, además de que por plan de club es una decisión más lógica, algo que debería aplicarse también en las últimas jornadas con los hombres de la cantera que estarán el año que viene en el primer equipo, como Jorge Delgado. Sea como sea, Henrique Silva parece haberle ganado el puesto al marroquí, y aporta más equilibrio en la banda izquierda para liberar más a Raúl Moro.
El extremo catalán es la principal amenaza en ataque de un Real Valladolid sin ideas. El conjunto blanquivioleta se encomienda a la verticalidad de Raúl Moro y a sus detalles individuales para generar peligro, como ya se ha demostrado en varias ocasiones a lo largo del curso, la última, ante Osasuna, con el tanto que acercó al Pucela en el marcador al conjunto rojillo.
Cuando Moro ha coincidido con Aznou, ambos se han entendido bien y el joven lateral ha sabido asociarse, pero el equipo quedaba más descubierto en los contragolpes, al no contar con las piezas necesarias como para resguardarse de estas subidas. Por tanto, el entrenador del Real Valladolid ha preferido guardarse las espaldas – sin éxito, como es habitual en esta campaña – con Henrique Silva, un zaguero de un corte más defensivo y que no incursiona tanto en campo contrario.
Tanto Henrique Silva como Candela han ganado protagonismo
Bien por decisión técnica o bien por necesidad, ambos laterales han cambiado en este tramo final de LaLiga EA Sports. En la banda derecha el inamovible Luis Pérez fue perdiendo protagonismo, presumiblemente por temas extradeportivos, pese a que Álvaro Rubio defendió que cuando el andaluz se quedaba fuera era por decisión técnica. Su participación pasó de ser total a solo jugar fuera de casa. Tras el expediente abierto y su posterior resolución por lo sucedido con Juanmi Latasa, Luis Pérez no ha vuelto a la convocatoria.
Esto le ha abierto la puerta a Candela, el futbolista cedido por el Venezia. Al igual que por el perfil izquierdo, este cambio ha supuesto una pérdida de profundidad, ya que el italiano no tiene tanta llegada como Luis Pérez. Quizás por eso se ha decantado también Álvaro Rubio por recuperar a Darwin Machis, ya que el venezolano puede aportar los centros que el Pucela ha perdido por el camino.
Henrique Silva firmó hasta final de temporada, veremos si su rendimiento y la planificación de mercado de cara a la próxima campaña le permiten continuar siendo jugador del Real Valladolid. Por el momento, la responsabilidad defensiva de la banda izquierda recae sobre él y será una valiosa prueba de cara a su futuro en el Estadio José Zorrilla.