Con motivo de la XI Semana Cultural que organiza la peña blanquivioleta, se celebró el viernes en el centro cívico de La Pilarica un emotivo recuerdo a la carrera de ‘El galgo de Puente Castro’.
Con motivo de la XI Semana Cultural de la CD Nuria-El Carmen, peña seguidora del Real Valladolid, el pasado viernes Juan Carlos Rodríguez, El Galgo de Puente Castro, recibió un cálido y emotivo homenaje por su trayectoria como hombre ligado a la entidad blanquivioleta.
El acto contó con una exposición de reliquias, recortes periodísticos, objetos y retales del exjugador y con la entrega de un trofeo en una entretenida charla, en la que se reunió un público numeroso y auténticos mitos del Real Valladolid que quisieron rendir tributo a Juan Carlos. Entre los más destacados se encontraban Luis Mariano Minguela, José Antonio ‘El Pibe’ Aramayo, Alberto Marcos o Víctor Fernández.
Conducido por el periodista Juan Carlos Alonso, el homenaje fue una auténtica reunión de amigos del lateral leonés, que fue el primero en advertir que nada malo se diría de él tras ver quiénes eran los que allí se congregaban.
Uno de los momentos más emotivos se produjo cuando el actor y excompañero en categorías inferiores de Juan Carlos (y muchos otros) en el Real Valladolid, Ginés García Millán, hizo su aparición en el acto a través de un vídeo en el que se congratulaba por poder considerarse un amigo de “una persona tan especial como es Juan Carlos”.
Uno a uno fueron apareciendo los citados a la mesa de tributo. Entre agradecimientos, muestras de afecto y recuerdos, se dieron a conocer historias y anécdotas de todo tipo. Fue Juan Carlos Alonso quien vislumbró el porqué del apodo del homenajeado, quien explicó que lo de “galgo” no solo era debido a su velocidad, ya que su familia (principalmente su bisabuelo) en Puente Castro poseyó una cría de galgos de pura raza, y “galgo”, por ende, es un apodo familiar, circunscrito a toda su familia.
José Antonio Aramayo quiso dar un color especial al evento contando la siguiente anécdota sobre el exjugador vallisoletano: “Eran las tres y media de la mañana cuando se presenta Juan Carlos en mi casa (vivíamos al lado) con algún compañero más. Entonces le pregunto que qué era lo que le pasaba. Y (entre risas) me contestó que tenía cagalera”. El Pibe confesó que vio a Juan Carlos nacer y morir deportivamente en Valladolid y que para él fue un gusto “tocarle” las piernas.
Otra de las intervenciones más relevantes fue la de Alberto Marcos, director deportivo del Real Valladolid. El madrileño se refirió a Juan Carlos como un padre “en casi todo” al que está eternamente agradecido. También desveló que cuando llegó a la dirección deportiva del Real Valladolid fue en el primero que pensó para acompañarle en tan ardua empresa: “En estas situaciones hay que rodearse de la gente de confianza. Aunque como es mi padre, no puedo con él”.
 Si Marcos se había referido a Juan Carlos como padre, Víctor lo hizo como hermano mayor. El eterno veintiuno blanquivioleta aludió al homenajeado como “el gran capitán” y no tuvo más que palabras de agradecimiento.
Si Marcos se había referido a Juan Carlos como padre, Víctor lo hizo como hermano mayor. El eterno veintiuno blanquivioleta aludió al homenajeado como “el gran capitán” y no tuvo más que palabras de agradecimiento.
El momento más personal del acto se produjo cuando El Galgo, micrófono en mano, mencionó a su familia y amigos. “Para mí la familia lo es todo. Mi gran éxito es esto, ya no tanto los títulos”, declaró. “La familia y la gente que te rodea es fundamental para un futbolista. Te ofrecen un apoyo moral y un status donde sabes que todo va bien”.
A continuación, en el turno de ruegos y preguntas, Juan Carlos fue inquirido como padre y exfutbolista por la violencia que se vive en los aledaños de los terrenos de juego cada fin de semana en el deporte base, violencia motivada en gran parte por los padres de los niños que disfrutan de su deporte favorito.
En su contestación, Juan Carlos –contento de que le realizaran dicha pregunta- se mostró tajante: “Es una vergüenza. Hay una implicación exagerada. Antes, los padres iban al campo para llevar a sus chavales y tomarse un vino en el bar. Ahora los padres están encima del chaval, del árbitro, del entrenador… se lo toman demasiado en serio”.
“Existe un menor civismo, el fútbol se debe entender como un desfogue”, aseguró El Galgo, quien sostuvo que “los padres tienen mucha culpa, y se recurre al insulto como algo natural. Los niños, en muchas ocasiones, son los que tienen que recordar a sus padres que no importa tanto el resultado”.
Juan Carlos recordó que hace no mucho, en el campo de Betis, en una derrota por nueve goles a cero, los padres de los chavales de los dos equipos charlaban amistosamente en el bar. “Eso es fútbol”, sentenció.
Tras ser preguntado por cómo era tener a Cruyff como entrenador, Juan Carlos contestó que “estaba muy por encima de todos en conocimientos futbolísticos” y que “en los entrenamientos era el mejor”. El Galgo recordó también a grandes entrenadores que le marcaron en su carrera, como Vicente Cantatore o Luis Aragonés, del que dijo que en una conversación de apenas diez minutos le cambió por completo su concepción no solo del fútbol, sino de todo lo demás.
El homenaje terminó con una emotiva carta de agradecimiento y la protocolaria entrega de la insignia del club al homenajeado, Juan Carlos Rodríguez Moreno, El Galgo de Puente Castro.
 
			
