El central abandona Valladolid, donde no contaba, cedido, y llega a Santander por un acuerdo por una temporada

Aunque tarde, y no por gusto, el Real Valladolid ha acelerado la ‘operación salida’. Si a primera hora de este viernes se confirmaba la marcha de Víctor Pérez a la Agrupación Deportiva Alcorcón, por la tarde se producía la segunda novedad en este sentido. Se trata del adiós de Samuel Llorca, que firma por una temporada con el Real Racing Club.
Con todo, si el acuerdo es de cesión, y no de rescisión como la dirección deportiva hubiera deseado. “A tres bandas”, como anunció la entidad blanquivioleta, no es descabellado pensar que los vallisoletanos se hagan cargo de parte de la ficha, dada la maltrecha economía cántabra. En todo caso, el acuerdo tendrá como duración la campaña que le restaba en la ribera del Pisuerga, por lo que no volverá a vestir la zamarra del Real Valladolid.
Con su nuevo equipo militará en el Grupo I de la Segunda División B y será rival del Promesas, al cual se enfrentará el dos de octubre en El Sardinero y el diecinueve de febrero del año próximo en Valladolid. Y como indica la historia del conjunto, aspirará a ocupar los puestos cabeceros del grupo con el fin de buscar el fallido retorno a la Segunda División al final del curso.
De esta manera, Llorca abandona el Real Valladolid después de militar en él dos temporadas, en las cuales disputó 43 partidos (24 el primero, contando play-off, y 19 el segundo, en ambos casos, sumándole las apariciones en Copa del Rey). Lo hace antes de tiempo porque su rendimiento distó bastante del deseado, para muchos, no tanto del esperado, ya que ya en su primera campaña defraudó, pese a que la dirección deportiva decidiera quedarse con él una vez rescindió con el Celta.
