Cuando Jose Arnaiz llegó al Real Valladolid, no lo hizo solo; lo hizo acompañado de Fran Adeva, talaverano, como él, también atacante y ex del equipo de su pueblo, donde habían formado vanguardia. Al contrario que ‘Josito’, como cariñosamente se le conocía al hoy delantero del Granada, no tuvo Adeva un desarrollo igual; no llegó el club a confiar en él ni asomó en la élite como le hubiera gustado. Y sin embargo, aunque su trayecto fuese diferente, no se le puede negar al segundo su estrecha relación con el gol. Obrero del fútbol, como se dice comúnmente, aunque no prosperase como blanquivioleta, nunca ha dejado de hacerlos.
Compañeros de generación de Anuar Tuhami y Toni Villa, con los que compartieron filas en el División de Honor, Jose y Adeva llegaron a Valladolid en el verano de 2013, avalados por Chuchi Macón, el que sería su entrenador. La historia de Arnaiz es de sobra conocida, pero no así la del actual delantero del Moralo, que no convenció para continuar al dar el salto a categoría sénior desde juveniles. Descartado nada más arrancar la pretemporada, venía de ver portería unas cuantas veces en casa y como blanquivioleta. Desde entonces, por más vueltas que la vida diera, ha mantenido siempre su olfato.
A Adeva no hay categoría que se le resista
En su única temporada como blanquivioleta, Adeva alcanzó los diez goles, cifra nada desdeñable que no evitó que se enterase de su futura marcha de manera accidental en una plaza de Parquesol. De aquello ha pasado más de una década, pero durante años el talaverano ha competido cerca, si no en distancia, en categoría. Y de estas, no ha habido una sola que se le haya resistido. Aunque en ocasiones le haya podido costar, ha hecho goles nada más desembarcar en Segunda B (donde en Valladolid le negaron el sitio), en Tercera, en Segunda RFEF…
En la extinta categoría de bronce jugó tres años, en La Roda, la Arandina y la Peña Deportiva, y marcó cuatro, siete y un solitario tanto. Cuando el fútbol español se reestructuró para meter una división entremedias, Adeva debutó en Segunda Federación, en las filas de la Gimnástica Segoviana, previo ascenso en la temporada de la pandemia, y también ahí se estrenó. Ciertamente, donde mayor capacidad ha demostrado para convertirse en cañonero ha sido en Tercera División, donde además de con la Arandina y con la Sego ha goleado en Vitoria, Real Ávila, Palencia Cristo y Moralo.
Protagonista entrado en la treintena
Aunque su historia en Valladolid no tuviera un final feliz -fue casi apenas un principio-, en Castilla y León es allí donde más carrera ha hecho el delantero, que, como en Los Anexos, volvió a alcanzar dobles dígitos tres veces en nuestra comunidad. La última fue en la 2020/21, la del ascenso mencionado con la Segoviana (aunque en el Ávila los rozó). Después de dos años en La Balastera, este verano abandonó la región para integrarse en las filas del Moralo, y allí, alcanzada la treintena -lo hizo el pasado mes de septiembre- está volviendo por sus fueros.
Así, Fran Adeva acumula cuatro goles en las seis primeras jornadas del grupo extremeño de Tercera RFEF, que le permiten seguir presumiendo de haber sido capaz de superar por lo menos a un rival un curso más. Y aunque sea en categorías modestas, y lo de obrero del gol pueda sonar a denostarlo, tiene mérito el poder presumir de ser un goleador consumado en todas y cada una de las temporadas que lleva jugando al fútbol. Incluida esa cada vez más lejana que estuvo bajo las órdenes de Chuchi Macón y que compartió en Los Anexos con Jose Arnaiz.